Un día de noviazgo y mil kilómetros en coche para ver la fumata: "Nos ha traído aquí el destino"
- Marta y Guillermo, dos veinteañeros malagueños, acaban de comenzar su relación en Roma
- DIRECTO: sigue la última hora sobre el cónclave
Tienen 24 y 25 años y están acaramelados esperando en la plaza de San Pedro la primera fumata. Marta y Guillermo, ambos malagueños, han recorrido en coche 1.200 kilómetros de viaje desde Bruselas hasta Roma, unas 13 horas, para poder ver en directo el "Habemus papam". Pero detrás de este viaje hay mucho más, una historia de amor "de telenovela", reconoce ella misma.
"Nos hemos conocido por primera vez viajando, no nos habíamos visto antes", cuentan a RTVE.es. Ambos llevaban semanas hablando por Instagram, pero se conocieron el pasado fin de semana. Ella voló a Bélgica para encontrarse por primera vez con Guillermo, que vive en Países Bajos, y desde ahí emprendieron una ruta que tenía como destino Suiza, en principio.
De camino, a Marta se le ocurrió la idea de seguir camino hasta el Vaticano. "Fui yo la que le dije: 'Quiero ver el "Habemus papam", tenemos que ir, aunque sean muchas horas, me da igual. Y aquí estamos".
"Es como si Dios hubiera dicho 'tenéis que acabar en Roma'"
"El destino nos ha querido juntos, para mí es como si Dios nos hubiera juntado y hubiera dicho 'tenéis que acabar en Roma'", asegura Guillermo. En Roma, por tanto, tenía que empezar su relación: él se declaró y le pidió salir oficialmente a ella en la Fontana di Trevi la noche previa, a la 1.30 de la mañana.
"Si no es Dios es energía o llámalo como quieras, pero es muy raro, es como si nos conociéramos de toda la vida. Desde que nos hemos visto en el minuto no hemos parado de reír", asegura Marta. "Nos hemos conocido en la misma página de la vida", añade él.
Esta joven reconoce que estaba asustada y nerviosa justo antes de encontrarse en persona con quien llevaba tiempo hablando por redes sociales. Todo, sin embargo, fue mejor de lo que hubieran imaginado.
Decidieron emprender un viaje hacia Zúrich, en el que han dormido "en el coche en un descampado, donde no se podía", ríe Guillermo. "Igual tenemos una multa por cada país por el que hemos pasado", calcula. El periplo lo han ido contando en redes, sobre todo en TikTok, donde Marta es muy activa.
Incluso han hecho pegatinas de su viaje para dejarlas en los países que han recorrido, con el lema "Esto no es casualidad", ya que sienten que "nada de lo que está pasando es casualidad", apunta ella.
En Roma solo están un día: esperan que la fumata salga pronto porque esa misma noche tienen la vuelta, explican durante la larga espera hasta ver el humo, casi dos horas de pie sin más entretenimiento que hablar entre ellos, con otros asistentes o con los periodistas, ya que no hay señal móvil.
Para Marta, estar aquí es una necesidad, siente que se lo debe a su familia, "muy católica", y que siguió con fervor la última elección papal, la de 2013, pero entonces por televisión. "Para mí significa muchísimo", explica.
Un papa "liberal" para ella, uno conservador para él
No se han mojado sobre quién quiere que sea el nuevo papa -esta entrevista tuvo lugar antes de la elección-. Ella apostaba alguien en la línea de Francisco, "muy revolucionario", y quien "ha marcado un antes y un después en la religión cristiana", dándole "un papel importante a la mujer en la Iglesia".
Él, en cambio, creía que era el momento de un pontífice más tradicional. "Es que pensamos diferente", se justificaba ella entre risas. En cualquier caso, no han podido ver en directo la designación de León XIV, ya que su visita exprés a Roma solo ha durado un día, y tenían que volver esa misma noche.
La historia de amor, eso sí, no termina aquí. Ahora Marta y Guillermo debaten qué hacer en el futuro. Él lleva ya más de cuatro años en Róterdam, donde trabaja en logística y ella está opositando a maestra de primaria en Málaga. Dudan si volver a España, ya que, aunque él está contento fuera, siente "añoranza" por su país, y plantean incluso irse a un tercer país. Pero esto "ya es el segundo capítulo de la telenovela", dice Marta.