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Kit de supervivencia en el bazar por el apagón: así fue la compra a contrarreloj de linternas, pilas y radios

Numerosas personas se acercaron este lunes a bazares para comprar radios, pilas y linternas
Clientes de un bazar chino hacen cola para comprar radios, linternas, pilas y hornillos en Torrejón de Ardoz ANA MARTÍN PLAZA
ANA MARTÍN PLAZA

- ¿Tienes pilas pequeñas?

- De momento, sí.

Y en esa breve respuesta, pronunciada con una sonrisa por una de las dueñas de uno de los bazares chinos más grandes de Torrejón de Ardoz mientras cobraba a otro cliente, está contenido el temor de los que después del apagón bajaron a la calle [por las escaleras] para hacerse con una linterna o una radio a pilas ante un corte de luz que ya duraba más de la cuenta: que llegara la noche sin que se hubiera restablecido el servicio; que incluso el apagón pudiera durar días sin tener en casa lo necesario.

En el momento en el que se producía esta escena apenas había pasado una hora de la "desaparición súbita" de esos 15 gigavatios de generación eléctrica, que suponían el 60% de toda la energía demandada a las 12.33 horas, y que dejaba a España y Portugal 'a oscuras' a plena luz del día.

- ¿Tenéis radios?

- Sí, están ahí al lado de la cajas

El sol se colaba por la puerta de la nave del bazar mientras las dependientas iban y venían indicando a los clientes -cada vez más numerosos- dónde encontrar lo que buscaban. Las radios y las pilas, junto a las cajas.

- ¿Dónde puedo encontrar linternas?

- Ahí, al lado de las radios.

Las linternas están al inicio del primer pasillo. Y eso permitió a los clientes elegir -mientras una de las trabajadoras del ‘chino’ alumbraba con su móvil- sin tener que adentrarse en exceso por los larguísimos pasillos que permanecían en absoluta oscuridad.

"He cogido un hornillo, gas y cerillas para poder cocinar durante tres días, como dijeron. Y si no lo gastamos, pues para el camión, que viajamos mucho". Isabel, en la cola junto a su hijo para pagar, hacía mención al kit de supervivencia de 72 horas que hace tan solo un mes la Unión Europea aconsejó tener en caso de catástrofe. Un kit que debía contener documentos de identidad, una linterna, un mechero, una navaja, agua, comida, dinero en efectivo, un cargador de móvil, una batería portátil y una radio a pilas.

La radio, con más de cien años de antigüedad. La única manera de estar informado este lunes ante la imposibilidad de poder consultar internet o llamar por teléfono sin problemas. Un país en vilo pegado [quien pudo] a un transistor como en la tarde del golpe de Estado del 23F. Hace cuatro décadas, todo el mundo tenía una radio en casa. Hoy los móviles han sustituido a los transistores, a las linternas… Hasta que se va la luz.

Isabel comenta que quiere mirar a ver si se hace con una radio, pero no sabe si podrá comprarla porque hay que pagar en efectivo ya que no funcionan los datáfonos: "Ahora veré porque tampoco tengo tanto dinero". En la caja, de hecho, se suma lo que vale cada producto a mano apuntando los precios en un rollo en blanco de papel ticket que luego se da al cliente.

"Me llevo una radio para enterarme de lo que está pasando"

Detrás de Isabel, hace cola Mercedes con un pequeño transistor en la mano para enterarse "de lo que está pasando". Había llegado a casa y no tenía manera de saber lo que estaba ocurriendo. "Estaba haciéndome una ecografía y la luz se ha ido justo a la mitad. No han podido terminarla", explica.

Mónica no necesita radio porque su marido la había comprado ya en otro bazar donde ya se habían acabado. "He cogido cosas para sobrevivir los primeros días", explica con un paquete de cuatro botellas de gas en las manos. En el supermercado ya había comprado "latas, fiambre curado…", relataba convencida de que "no se solucionará enseguida".

La luz ha vuelto a todos los rincones de España casi 24 horas después. Quizás mucho antes de lo que pensaban los que este lunes bajaron a la calle [por las escaleras] a comprar a contrarreloj su kit de supervivencia improvisado. Un kit que ya tendrán preparado para la siguiente emergencia (si la hay).