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¿Cómo funciona en España el protocolo para evitar accidentes de helicóptero como el de Nueva York?

  • Es un fallo tan insólito, que en nuestro país ni siquiera existe un protocolo específico
  • Aquí, las naves pasan cada 25, 100 y 500 horas de vuelo por controles muy exhaustivos
¿Cómo funciona en España el protocolo para evitar accidentes de helicóptero como el de Nueva York?
RTVE.es

En nuevas imágenes del accidente en el que murió una familia española cuando estaba en un vuelo turístico en Nueva York, se observa perfectamente cómo el rotor principal seguía girando en el aire después de estrellarse el helicóptero.

Para los expertos en aviación, este es un accidente insólito, incluso en Estados Unidos, cuna de la aviación, con un tráfico aéreo incombustible. Esa improbabilidad hace que, en España, ni siquiera exista un protocolo específico para este tipo de casos.

El jefe de instructores de vuelo de la sección de helicóptero Barcelona-Sabadell, Oriol Catalá, explica a TVE que no se lo pueden explicar y es un caso que "no se puede practicar en emergencias" porque "no está contemplado".

Sigue la búsqueda de partes del helicóptero accidentado en aguas del río Hudson

La ley "más restrictiva del mundo"

No se estima, entre otras cosas, porque la ley española y, por tanto, la europea, es mucho más exigente.

Marco Memba, piloto, explica que "hoy en día, la de Europa, la licencia EASA es la más restrictiva del mundo, de hecho, tú tienes una licencia americana y aquí no puedes volar nada".

Aquí, las naves pasan cada 25, 100 y 500 horas de vuelo por controles muy exhaustivos, por si alguna pieza se encuentra en mal estado o no está ajustada al milímetro.

Es más posible un fallo humano que mecánico

"Pensamos que el rotor principal de un helicóptero va a la velocidad del sonido, entonces si dejamos un tornillo apretado un poco menos de lo que tiene que estar apretado, se puede producir un desastre", explica Pere Plà, ingeniero aeronáutico.

"Es más fácil que haya un siniestro por un fallo humano que por un fallo mecánico", asegura Memba. Y tampoco es fácil. Los pilotos se enfrentan a controles médicos periódicos.

España está, todavía, a años luz de EE.UU. en el uso de vuelos turísticos, pero su demanda ha aumentado en las últimas décadas. Su precio ronda los 600 euros por persona.

En grandes ciudades como Madrid o Barcelona, no existen este tipo de vuelos, porque son espacios muy protegidos en los que solo se vuela para emergencias, policía, etc., indica Rubén Dapica, piloto de helicóptero, portavoz del colegio de pilotos de Madrid.

A pesar de la aparatosidad de las tragedias como esta, los profesionales aseguran: con las estadísticas en la mano, el transporte aéreo es, con diferencia, el más seguro del mundo.