"Si te pica, no te rasques": un estudio explica porqué rascarse empeora las erupciones de la piel
- El dermatólogo Jorge Soto nos explica las claves de una investigación de la Universidad Pittsbursgh
- El experimento se ha probado en ratones afectados por un tipo de eccema en las orejas


Cuando algo nos pica, rascarse es una reacción instintiva y muy humana. ¿Pero eso es bueno o malo? Un estudio de la Universidad Pittsbursgh, en Estados Unidos, revela que no es recomendable y analiza los motivos. "Sabemos desde hace muchísimos años que cuando nos rascamos, empeora la situación de la piel. Este estudio es interesantísimo, porque describe cuáles son los mecanismos que subyacen en este fenómeno. Identificarlos abre la puerta para que teniendo dianas, podamos actuar sobre ellas en esta situación incómoda de muchas enfermedades de la piel, que es el picor", destaca el dermatólogo Jorge Soto en una entrevista en Las mañanas de RNE, haciendo referencia a los resultados de este estudio que se han publicado en la revista Science.
El experimento se ha probado en ratones afectados por un tipo de eccema en las orejas llamado dermatitis alérgica de contacto, diferenciados en dos grandes grupos: los que se podían rascar y los que no. Las pruebas concluyen que los que sí podían hacerlo, padecían síntomas de inflamación e hinchazón peores que los ratones equipados con un conito en el cuello, como el que se les pone a los perros, que evitaba este rascado.
El estudio sostiene que el rascado empeora las erupciones cutáneas porque se activa la generación de unas células pertenecientes al sistema inmunitario, llamadas mastocitos y la de un compuesto denominado como sustancia P. Ambos se generan de forma natural y desatan un proceso inflamatorio necesario para favorecer la curación. Sin embargo, el rascado excesivo aumentaría la presencia de estas sustancias a unos niveles que, lejos de producir un efecto beneficioso, complicaría la inflamación. En la liberación de estos compuestos, es donde se encuentra la clave del 'alivio temporal' que sentimos cuando nos rascamos, en un primer momento.
"La clave está en la cantidad"
Paradójicamente, el estudio también revela que, a su vez, el rascado aumentaría la protección contra bacterias como la Staphylococus Aureus y otros agentes patógenos que infectan la piel. ¿Entonces, en qué quedamos? Para el doctor Soto, como en otros aspectos de la biología y la vida, la clave está en la cantidad: "Un poco de picor es una señal de alarma, que me obliga a un pequeño rascado y eso puede terminar ahí. Pero si yo me sigo rascando, es cuando se empiezan a estimular a esas células [...] los mastocitos. Y estos empiezan a liberar esta sustancia que se ha descrito (sustancia P), que a su vez empieza a generar más inflamación".
El invierno y el frío, pueden agravar las afecciones cutáneas, como la dermatitis, por lo que el doctor resalta la importancia de hidratarnos, no solo por estética sino por criterio biológico. La capa superficial de nuestra piel, denominada capa córnea, es la que interactúa con el entorno y para protegernos y mantener un equilibrio cutáneo, debe estar bien hidratada, explica. Por lo tanto, siguiendo el consejo de los expertos, contra el picor hidratación y un rascarse con moderación.