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Análisis | Elecciones europeas

Alternativa para Alemania, más presente que nunca en la sociedad alemana pese a la radicalización de su discurso

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Alternativa para Alemania, más presente en la sociedad alemana

El partido Alternativa para Alemania (Alternative für Deutschland), AfD por sus siglas, concurrió por primera vez a las elecciones federales en 2013, el año de su fundación. No obtuvo ningún escaño porque sus dos millones de votos no representaban el mínimo del 5%. Cuatro años después, en 2017, multiplicaron su apoyo: 5,3 millones de votos, un 11,5% que se tradujo en 94 escaños en el Bundestag, el Parlamento alemán. 

Si hay que señalar un trampolín que explique el avance, no hay duda: la crisis de refugiados de 2015. Posteriormente, la formación también ha sabido capitalizar otros momentos complejos. Por ejemplo, rechazó las restricciones durante la pandemia y asumió un discurso antivacunas. Ese fue el eje de su campaña electoral en 2021, que le dio los 83 escaños que tiene actualmente. Después, se ha agarrado a la preocupación por las consecuencias de la guerra de Ucrania y la crisis energética en Alemania. Hoy su presencia es notable en la política alemana, hasta el punto de influir en el discurso del Gobierno en algunos temas, como la migración.

Los mensajes de la AfD se han ido endureciendo a lo largo de la última década y se ha hecho fuerte la facción más radical, denominada "El Ala" y que lidera el presidente del partido en Turingia, Björn Höcke. Estos días, este político se enfrenta a un juicio donde se le acusa de utilizar consignas neonazis. Höcke será el cabeza de lista en las elecciones en Turingia, uno de los tres estados del este de Alemania donde tienen más respaldo, junto con Sajonia y Brandemburgo. Los comicios se celebrarán en septiembre y todas las encuestas dicen que ganarán con más de 30% de los votos. Lo difícil será que gobiernen porque el cordón sanitario en torno a la ultraderecha lo comparten y lo respetan, de momento, el resto de partidos. 

Reunión con neonazis

La radicalización de Alternativa para Alemania fue evidente cuando una investigación periodística del portal Corrective.org destapó una reunión secreta con neonazis. Se celebró en Potsdam en noviembre de 2023, y en ella se debatió un "plan maestro" para expulsar a millones de migrantes de Alemania, incluidos alemanes con origen migratorio. En la reunión estaba un asesor personal de la copresidenta de la AfD, Alice Weidel, y deslizó que su partido estaba dispuesto a llevarlo a cabo si tenía responsabilidades de gobierno. 

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La existencia de esa reunión se conoció en enero de 2024 y desató una ola de manifestaciones en toda Alemania contra el extremismo y la xenofobia de extrema derecha. Tanto en el oeste como en el este del país, millones de ciudadanos rechazaron ese supuesto plan de la AfD y alertaron sobre la fragilidad de la democracia y la necesidad de defenderla frente al odio. También el canciller Olaf Scholz se pronunció en contra: "No permitiremos que nadie diferencie el nosotros en nuestro país en función de si alguien tiene o no antecedentes inmigrantes. Protegemos a todos, sin importar el origen, el color de la piel o lo incómodo que alguien se sienta con los fanáticos con fantasías de asimilación. Los demócratas deben permanecer unidos".

"Agrupación extremista"

Alternativa para Alemania es un partido que está bajo la lupa de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, los servicios secretos alemanes dentro del país. Es el órgano que investiga las tendencias extremistas de distintas organizaciones. Y ya ha calificado como una agrupación "extremista de derechas" a la AfD en tres estados: Turingia, Sajonia y Sajonia-Anhalt. Esta clasificación significa que puede utilizar recursos del servicio secreto sin restricciones para obtener información sobre sus actividades a nivel regional. 

El informe de la inteligencia alemana es el fruto de cuatro años de investigación y sostiene que numerosas posturas del partido regional de la AfD van contra los principios básicos del orden básico libre y democrático. Asegura que la posición del partido sobre la cuestión de la migración es contraria a la Ley Fundamental (la Constitución alemana) porque amenaza la garantía de la dignidad humana.

Principal peligro para la democracia

El último informe anual de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, que se refiere al año 2022, señala al extremismo de derechas como la principal amenaza de la democracia alemana. Según su presidente, Thomas Haldenwag: "Es un peligro para el orden democrático y eso le diferencia del resto de grupos extremistas". También añadió que eso no implica relativizar la violencia de la izquierda, sino "calibrar con precisión" el potencial de ambos radicalismos.

El informe incluye datos sobre número de delitos y actos violentos de la ultraderecha: subió un 3,8% en 2022 hasta alcanzar los 23.493. Y sobre el número de miembros de la extrema derecha: se incrementó hasta los 38.800, un 14,5% más que en 2021.

Extremistas en la policía

En Alemania también preocupa que los grupos de ultraderecha se infiltren entre la policía. En estos momentos, hay más de 400 agentes investigados por apoyar teorías conspirativas o defender ideas y conductas xenófobas, antisemitas y neonazis. Los casos van desde un inspector jefe de Hannover, acusado por intentar dar un golpe de Estado en Alemania con la organización de extrema derecha Ciudadanos del Reich (Reichsbürger) hasta comentarios e imágenes en chats contra migrantes, judíos, discapacitados… El mensaje es tolerancia cero porque la cifra de más de 400 policías podría ser solo la punta del iceberg. Uli Grötsch, el diputado que dirige la oficina sobre la policía federal en el Bundestag, asegura que "ya es una cifra extremadamente alta. Lo que necesitamos hacer es hablar de ello y tomar medidas, para que semejante cifra de policías fascistas no sea posible en Alemania".

La ultraderecha está hoy más presente que nunca en la sociedad alemana. Es, sin duda, una de las grandes preocupaciones del resto de partidos que comprueban cómo va calando su discurso, sobre todo, entre los más jóvenes. Alternativa para Alemania es la primera opción entre los alemanes de 14 a 29 años, con un 22% de respaldo. Supone un gran incremento, después del 9% en 2022 y el 12% en 2023. 

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Las elecciones en septiembre en los tres estados del este serán claves. Desvelarán, por un lado, hasta qué punto otras formaciones políticas están dispuestas a endurecer su discurso para contrarrestar el de la AfD y, por otro, cómo de firme es el cordón sanitario alemán en torno a la ultraderecha si se cumplen las encuestas y la ultraderecha termina arrollando en las urnas. 

En el último año, Alternativa para Alemania ha estado en segunda posición en la mayoría de sondeos para las elecciones europeas, por detrás de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y por delante del Partido Socialdemócrata. Pero en las últimas semanas el partido de Olaf Scholz amenaza con desplazarlo hasta la tercera posición por los escándalos. Con todo, las encuestas proyectan hasta 16 escaños en las elecciones europeas, siete más de los nueve que lograron en los comicios de 2019.