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La justicia italiana sobresee la causa contra tres ONG por salvar personas migrantes en el Mediterráneo

  • Un total de 21 tripulantes acusados han sido liberados de los cargos de favorecer la inmigración ilegal
  • El 28 de febrero la Fiscalía pidió el fin de la investigación ante la falta de pruebas

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La justicia italiana sobresee la causa contra tres ONG por salvar personas migrantes en el Mediterráneo
Restos del casco del barco de rescate Iuventa, una de las embarcaciones incautadas por el caso contra las ONG por supuesto tráfico de personas migrantes IUVENTA

El Tribunal de Trapani (Sicilia) ha decretado retirar los cargos contra los cuatro tripulantes del barco humanitario alemán Iuventa y otros 17 cooperantes de Médicos Sin Fronteras (MSF) y Save the Children que habían sido acusados de favorecer la inmigración ilegal al llevar a cabo operaciones de rescate de personas migrantes en el Mediterráneo entre 2016 y 2017.

La investigación, que llevaba abierta desde hace más de siete años, ha sido cerrada por el juez en un anuncio en el que decretaba la ausencia de pruebas. El pasado día 28 de febrero, la Fiscalía pidió el fin de la investigación al corroborar que no había forma de demostrar los cargos.

Los 21 miembros estaban acusados de favorecer la inmigración ilegal por supuestamente mantener contactos con traficantes libios en los rescates realizados entre 2016 y 2017, con penas de hasta 20 años de cárcel y 15.000 euros de multa por persona rescatada.

“Estas acusaciones han intentado empañar durante años la labor de los equipos humanitarios de búsqueda y salvamento", ha declarado Christos Christou, presidente internacional de MSF en un comunicado. Christou ha insistido en que el único objetivo de la investigación era "alejar a los buques [de rescate] del mar [Mediterráneo] y contrarrestar sus esfuerzos para salvar vidas y dar testimonio".

Por su parte, Iuventa ha asegurado en su página web que, "después de cinco años de investigación y dos de juicio preliminar, tanto la Fiscalía como el juez admiten que las acusaciones eran infundadas", lo que "confirma que se trata de una persecución política por parte de las autoridades italianas".

El Ministerio de Interior italiano, que participaba como acusación civil y había pedido una indemnización por los supuestos costes de las operaciones llevadas a cabo por las ONG durante sus rescates humanitarios, ha declarado que aceptará la decisión.

Acusaciones infundadas

Durante la investigación iniciada en 2016, se llevaron a cabo contra las ONG filtraciones y escuchas ilegales por parte de miembros de seguridad instalados en las embarcaciones y que trabajaban de forma encubierta para las autoridades y el Gobierno italianos. Uno de ellos, un expolicía llamado Pietro Gallo, declaró posteriormente en 2019 que “nunca vio a las ONG trabajando con traficantes”.

En total, más de 30.000 páginas de conversaciones interceptadas fueron presentadas por la Fiscalía como prueba, entre las que se incluían llamadas con familiares de la tripulación y hasta conversaciones entre abogados y sus clientes bajo sospecha. Ninguna de ellas ha bastado para demostrar la supuesta colaboración de los barcos de rescate con traficantes libios.

"Médicos Sin Fronteras nunca se ha dejado intimidar por estas falsas acusaciones y ha seguido salvando sin pausa personas en el Mediterráneo Central", ha declarado Juan Matías Gil, responsable de operaciones de salvamento y rescate de MSF en el Mediterráneo. "Con nuestros barcos hemos rescatado a más de 92.000 personas y lo seguiremos haciendo", ha reiterado.

"Estamos muy contentos con el resultado de la audiencia preliminar y agradecemos a todos nuestros seguidores que, incluso durante estos años, han seguido creyendo en los valores de nuestra organización", ha afirmado Daniela Fatarella, directora ejecutiva de Save the Children Italia.

Por su parte, Iuventa ha señalado en un comunicado que, "a pesar de los esfuerzos por desmantelar la flota civil, las Guerras de Rescate no han terminado. Mientras las personas en movimiento sigan desafiando el peligroso cruce contra viento y marea, la flota civil encontrará una manera de hacer navegar sus barcos hacia ellos".

Los rescates, devoluciones y muertes continúan en el Mediterráneo

Para la ONG Iuventa, el fin del caso resulta "difícil de celebrar" después de que su barco haya sido "abandonado y destruido" bajo la custodia de las autoridades italianas y cuando "más de 10.000 personas han muerto en el Mediterráneo Central" y "más de 200.00 han sido devueltas a Libia" desde 2017.

Durante los siete años de espera a que se dictara sentencia sobre este caso, han continuado los ataques del Gobierno de Italia y resto de países europeos a las actividades de búsqueda y el salvamento. Entre ellas, la aprobación de leyes restrictivas, la detención de embarcaciones civiles y el apoyo a la Guardia Costera libia para evitar que embarcaciones de migrantes salgan de sus costas. "Debe terminar de una vez por todas la obstrucción a las operaciones de búsqueda y rescate que lo único que buscan es salvar vidas en el mar", ha indicado Matías Gil.

"En el transcurso de los últimos años, las autoridades han logrado parcialmente su objetivo de vaciar el Mediterráneo de sus recursos de rescate mediante una serie de medidas judiciales y legislativas y tácticas de intimidación", ha reivindicado Iuventa.

Save the Children pide una responsabilidad compartida de los Estados miembros y las instituciones europeas, con la creación de un sistema estructurado y coordinado de búsqueda y rescate en el Mediterráneo, la apertura de canales regulares y seguros de acceso a Europa y la creación de nuevos mecanismos para la familia reunificación, corredores humanitarios y evacuación de personas que escapan.

Entretanto, las muertes en el Mediterráneo "siguen aumentando", como señala Christou. El año 2023 registró el mayor número de muertes desde que se presentaron las primeras acusaciones en 2017. "En los últimos 10 años, una media de más de 6 personas al día han muerto o desaparecido persiguiendo la esperanza de un futuro mejor", ha indicado Fatarella. "y por ello es necesario volver a situar a las personas y su rescate en el centro de las políticas migratorias nacionales y europeas".

El año pasado, Italia detuvo a embarcaciones de rescate humanitario en 21 ocasiones, mientras que el Proyecto Migrantes Desaparecidos (de la Organización internacional de Migraciones) ha contabilizado 29.400 las personas que murieron o desaparecieron mientras cruzaban el mar para llegar a Europa desde 2017.