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Navalni, el opositor encarcelado que desafió a Putin y sobrevivió a un envenenamiento

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Navalni: El opositor que tampoco pudo vencer al Kremlin y ha muerto encarcelado

Alexéi Navalni, el principal opositor de Vladímir Putin y un ferviente luchador contra la corrupción de las élites rusas, ha muerto este viernes de forma repentina en la prisión ártica en la que se encontraba desde diciembre de 2023.

Navalni, de 47 años, era uno de los críticos más visibles y persistentes del presidente ruso y estaba encarcelado en un centro penitenciario a poco más de 60 kilómetros al norte del Círculo Polar Ártico, donde había sido condenado a 19 años de prisión bajo un "régimen especial".

El carismático opositor, que se hizo famoso como activista contra la corrupción, parecía ser el único líder de la oposición en Rusia capaz de movilizar a un gran número de personas en el país para participar en protestas antigubernamentales. Navalni ayudó a fomentar las protestas de 2011 y 2012 en Rusia haciendo campaña contra el fraude electoral y la corrupción en el Gobierno. Investigó al círculo íntimo de Putin y compartió sus hallazgos en vídeos que obtuvieron cientos de millones de visitas.

El punto álgido de su carrera política llegó en 2013, cuando obtuvo el 27% de los votos en las elecciones para la alcaldía de Moscú, y siguió siendo una espina clavada en el costado del Kremlin durante años. Descubrió un palacio construido en el mar Negro para el uso personal de Putin, así como mansiones y yates empleados por el expresidente ruso Dimitri Medvedev.

El presidente ruso ha lanzado recientemente una campaña para lograr su quinto mandato. Putin ya es el líder ruso que más años lleva en el Kremlin desde Stalin y, si se postula para el cargo en 2030, podría superarlo. En 2020 hizo cambiar las normas constitucionales sobre los límites de mandato.

Un ruso con sangre ucraniana

Alexéi Navalni nació en 1976 en Butyn, un pueblo al oeste de Moscú, pero creció en la ciudad de Obninsk, a unos 95 kilómetros de la capital rusa.

De sangre ucraniana por parte paterna, Navalni pasaba los veranos con su abuela en una ciudad cercana a Chernóbil, de donde es originaria su familia. El opositor citó en varias ocasiones el mal trato a los locales tras el desastre nuclear de 1986 como una de las principales razones por las que intentó enfrentarse por primera vez al Kremlin.

Tras la caída de la Unión Soviética en 1991, Navalni estudió Derecho en la Universidad Estatal de Moscú, donde se graduó en 1998, y después obtuvo un título de posgrado en Finanzas y Valores en la misma universidad. 

Durante sus años de estudiante, el opositor participó activamente en movimientos estudiantiles y fue miembro del partido político liberal Yabloko, del que fue expulsado tras siete años por sus "actividades nacionalistas".

Una espina clavada en el costado del Kremlin

A principios de la década de 2000, mientras trabajaba como abogado, Navalni comenzó a escribir blogs con el objetivo de protestar inicialmente contra el desarrollo excesivo y desenfrenado en Moscú.

A medida que pasaron los años y que el control de Putin sobre el poder se fue haciendo más fuerte, las campañas del opositor se centraron en la corrupción de organizaciones estatales como las compañías de gas y petróleo Gazprom y Rosneft, respectivamente.

Navalni compró pequeñas acciones de estas empresas, así como de algunos bancos estatales, para poder hacer preguntas incómodas sobre su financiación en las asambleas generales.

Varios miles de personas protestan en Moscú para exigir la liberación de Navalny

En 2011 fundó el Proyecto Anticorrupción, una organización que investiga y expone casos de corrupción en Rusia y su blog pasó a convertirse en una influyente plataforma para denunciar la corrupción dentro del Gobierno ruso.

De esta forma, Navalni emergió como líder de las protestas antigubernamentales que surgieron en el país después de las elecciones parlamentarias, que fueron ampliamente consideradas como fraudulentas. Su llamada a luchar contra el autoritarismo del Gobierno de Putin y contra la corrupción llegó a muchos rusos, especialmente a los más jóvenes.

En 2013 fue condenado a cinco años de prisión por malversación de fondos, un cargo que tanto él como sus partidarios consideran que fue políticamente motivado. Sin embargo, su sentencia fue suspendida después de que miles de personas salieran a protestar a las calles de Moscú.

Sobrevivió a un envenenamiento

En 2020, Navalni sobrevivió a un envenenamiento en un incidente que, según afirmaba el opositor, fue orquestado por agentes del Gobierno ruso. El 20 de agosto, el principal crítico del Kremlin terminó su campaña en Siberia para las elecciones locales que se celebraban a mediados de ese septiembre. 

Tras salir de su hotel, se dirigió al aeropuerto de Tomsk Bogashevo para coger un vuelo a Moscú. Después de media hora de vuelo, Navalni cayó enfermo y el avión realizó un aterrizaje de emergencia en la ciudad rusa de Omsk. Ahí recibió atención médica, se dio por hecho que se encontraba demasiado mal para ser trasladado al hospital Charité de Berlín, pero finalmente llegó allí con vida y fue ingresado.

El líder opositor ruso Alexei Navalny, hospitalizado por un presunto envenenamiento

Los laboratorios europeos que investigaron lo ocurrido llegaron a la conclusión de que el principal opositor de Putin había sido víctima de una sustancia neurotóxica del grupo Novichok, creada en la era soviética para fines militares.

A pesar de la persecución en su contra, Navalni continuó siendo una influyente figura en la política rusa y un símbolo de la resistencia contra el Gobierno de Putin.

Pero la de 2020 no fue la única vez que tuvo que recibir tratamiento. Previamente, en 2019, Navalni fue trasladado a un hospital desde la prisión en la que cumplía una condena tras un arresto administrativo por lo que su equipo dijo que era un presunto envenenamiento. Sufrió una hinchazón en los párpados y múltiples abscesos en la espalda, codos, torso y cuello. Los doctores señalaron que sufrió una grave reacción alérgica y le dieron el alta.

Además, en 2017 fue atacado por varios hombres que le arrojaron un antiséptico en la cara, causándole daños en un ojo.

Entre rejas desde enero de 2021

Después de recuperarse en Alemania del envenenamiento que atribuyó al Kremlin, Navalni regresó a Moscú en enero de 2021, donde fue detenido nada más aterrizar en el aeropuerto. Desde entonces, el opositor recibió tres condenas de prisión y pasó meses aislado en la Colonia Penal 6 por presuntas infracciones menores.

El líder opositor fue condenado por un delito de extremismo a 19 años de cárcel y el tribunal dictaminó que fuera trasladado a una prisión más dura. Navalni rechazó todos los cargos en su contra por considerarlos motivados políticamente.

A principios de diciembre de 2023, las autoridades penitenciarias comenzaron el traslado de Navalni a la colonia penitenciaria IK-3, apodada "Lobo Polar", en una ciudad a unos 1.900 kilómetros de Moscú, después de que sus colaboradores perdieran el contacto con él durante varios días. La prisión es considerada una de las más duras del país y la mayoría de los detenidos están condenados por delitos graves.

A mediados de enero de este año, el opositor denunció ante un tribunal ruso las condiciones de congelación y las restricciones impuestas por parte de las autoridades penitenciarias. Describió las duras condiciones que soportaba en la prisión, que se encuentra dentro del Círculo Polar Ártico, alegando temperaturas bajo cero y un límite de 10 minutos para ingerir alimentos.

Tan solo un mes después de hacer esa denuncia, Navalni ha muerto al sufrir un desvanecimiento después de su paseo diario, según han informado las propias autoridades penitenciarias rusas.