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En el Día Mundial de la Infancia: porque es imposible volver a ser niños

  • Infancia y adolescencia son el presente, tienen voz y reclaman el derecho de asociación
  • España cuenta con una Ley de Protección Integral de la Violencia Infantil desde junio de 2021
  • Hasta 76 organizaciones con los menores como protagonistas convergen en Plataforma de Infancia

Por
Primer plano de un joven con gafas delante de una pantalla negra con las letras RTVE en naranja
Carles López Picó, presidente de Plataforma de Infancia, organización que aglutina a 76 entidades relacionadas con infancia y adolescencia.

Este lunes, 20 de noviembre, mientras Naciones Unidas nos invita a celebrar el Día Internacional del Niño, mis hijas -11 y 13 años- han tenido a bien educarme sobre sus derechos. Confieso que les pregunté.

Aprovechando que había estado charlando con el presidente de Plataforma de Infancia, Carles López Pícó, y convencido de que había aprendido en quince minutos todo lo necesario sobre los derechos de los menores contenidos en la Convención sobre los Derechos del Niño, me vine arriba y les pregunté con ánimo de darles una lección. El zasca aún resuena.

Por las buenas: Plataforma de Infancia con Carles Lopez Picó

Resulta que en la web de esta organización -que engloba a 76 entidades dedicadas a trabajar por, para y con los niños, niñas y adolescentes de nuestro país- pues resulta que tienen publicadas versiones adaptadas para cada edad con los 54 artículos de la Convención. De 6 a 8, de 9 a 12 y de 13 a 17 años. Abro en el ordenador del salón las páginas web para que puedan descubrir, gracias al magnánimo y enrollado de su padre, cuáles son sus derechos.

 


Los niños de Gaza

La de trece ni se sentó. Vió la pantalla y me dijo que el trabajo de este año sobre los Derechos del Niño lo había entregado hace dos semanas. Y que aún no sabía por qué Estados Unidos era el único país de los 196 que no había ratificado la Convención.

Papá, esto es un rollo

Le pregunto cuál es el artículo que más le gusta y me suelta que son todos “demasiado teóricos”. Trato de ser didáctico y le explico que antes de actuar hay que pensar y planear y poner por escrito lo que se quiere hacer. “Papá, esto es un rollo”.

Insisto un poco más. “Pues lo de la vivienda”, me dice. Y le doy las gracias antes de ver que ha dejado abierta la pantalla en el artículo 22 sobre los refugiados: “Si no fuese posible encontrar a su familia, se les proporcionará un hogar digno”. Y caigo en que no hace mucho me preguntó por los niños que no podían salir de Gaza. Recuerdo que no le hice mucho caso. Pensé que no era “cosa de niños”.

Llamo a la pequeña y se sienta risueña y decidida frente a la pantalla. Es mucho más tecnológica y todavía no ha entrado en la complicada adolescencia donde se es mayor para unas cosas y pequeño para otras. “Pero esto ya me lo sé, papá”.

En el cole hay un profe que nos lo explica todos los años

Trato de convencerla de que es imposible, de que esto es algo nuevo y de que necesito su opinión. No cuela. “En el cole hay un profe que nos lo explica todos los años”, me suelta. Y claro, aprovecho para puntualizar: “¿Y los deberes? ¿No os explica vuestros deberes?” Se levanta riéndose, me da un abrazo y me dice que me quiere mucho con tal condescendencia que me derrumbo en el sofá.

Ser como niños

Le doy vueltas entonces a las buenas noticias que Carles López Picó dio en el videopódcast. Lo de que en España, aunque encabecemos con Rumanía la tasa de pobreza infantil y tengamos unos índices muy elevados de menores abusados sexualmente, tenemos la inmensa suerte de contar con muchas y muy buenas organizaciones dedicadas a trabajar por los niños y con los niños.

Me habla de las 76 instituciones que forman la Plataforma de Infancia, desde las grandes como UNICEF, Save the Children o Aldeas Infantiles, hasta ongs pequeñitas y entidades específicas como las de los Scouts en la educación del tiempo libre o Plena Inclusión en el área de la discapacidad.

Son el presente: también viven, también sienten

Recuerda Carles que nuestro país fue de “los menos restrictivos durante el COVID” y que eso no ha beneficiado mucho el desarrollo de los menores. También insiste en que los niños, niñas y adolescentes no son sólo el futuro sino que “son el presente: también viven, también sienten” y se muestra plenamente satisfecho por la Ley de Protección Integral a la Infancia contra la Violencia aprobada en junio de 2021, aunque advierte que “ahora toca desarrollar de forma valiente esas normas”.

¿Habrá un Ministerio de Infancia? El nuevo Gobierno nos sacará muy pronto de dudas. Yo, por de pronto, me propongo escuchar más a mis hijas y tener en cuenta sus opiniones. Porque no son sólo el futuro, son el presente que vive y siente como los adultos jamás volveremos a vivir y sentir. Por mucho que intentemos ser como niños. Ni por las buenas.




*Este lunes el Gobierno ha nombrado a Sira Rega ministra del recién creado Ministerio de Infancia y Juventud.