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Kim: "Cuando Napoleón decía que lo iba a fusilar, Fouché respondía: "Te arrepentirías'"

  • El Premio Nacional de cómic adapta la novela de Stefan Zweig sobre el famoso político
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Detalle de la portada de 'Fouché. El genio tenebroso'
Detalle de la portada de 'Fouché. El genio tenebroso'

“Todo hombre tiene un precio, solo hay que conocerlo”, Joseph Fouché

El político Joseph Fouché (1759-1820) fue la sombra del poder durante los años que van desde la Revolución francesa a la restauración borbónica. Robespierre y Napoleón quisieron matarlo, pero los sobrevivió a ambos. Además de ser jefe de policía de París y fundar el espionaje moderno. Uno de los hombres más temidos e influyentes de su tiempo al que Kim (Barcelona, 1941) dedica su nuevo cómic: Fouché. El genio tenebroso (Norma Editorial), que está basado en el libro de Stefan Zweig.

“Fouché -nos comenta Kim-, es un personaje fascinante, que nos atrae desde el primer momento. Un tipo que, partiendo de la pobreza, llegó a ser el segundo hombre más rico y poderoso de Francia. Y nos puede recordar a esos políticos actuales que cambian de chaqueta sin ningún problema. A esos que van detrás de la casta sin disimulo alguno”.

“Por eso creo -añade el dibujante-, que Fouché está tan de actualidad. Aunque lo cierto es que esa astucia y esa habilidad para moverse en el mundo de la política no la tienen los políticos de ahora. También tenía esa habilidad para, cada vez que caía, regresar aún con más poder e influencia”.

“Cuando me documentaba -concluye Kim-, vi un par de películas francesas en las que aparece como jefe de policía. Y lo retratan como un tipo muy elegante, simpático y, sobre todo, sumamente inteligente. No como a Richelieu, por ejemplo, al que siempre lo presentan como el malo. Eso me parece muy curioso”.

Página de 'Fouché. El genio tenebroso'

Un cómic basado en el libro de Stefan Zweig

Como decimos, el cómic es una adaptación del libro de Stefan Zweig. "Cuando empezó la pandemia, yo estaba revisando la biblioteca de mi padre -nos cuenta Kim-, y descubrí este libro que me fascinó porque estaba ambientado en la Revolución francesa y, a pesar de la historia tan truculenta que cuenta, era muy divertido y tenía a ese protagonista tan fascinante. Y cuando aparecía Napoleón, la historia se volvía apasionante”.

“Además -añade-, justo esos días, apareció la noticia de que caducaban los derechos. Así que fue como una señal para adaptar el libro. Al final ha sido más complicado de lo que pensaba, pero creo que ha merecido mucho la pena”.

He intentado ser lo más fiel posible al libro -puntualiza-. La primera parte fue muy fácil, porque está ambientada en París y Lyon y se centra en los revolucionarios y las calles de París. Pero la cosa se me complico mucho con esa llegada de Napoleón, ya que los escenarios empiezan a ser palacios, aparecen muchos militares y esos uniformes tan complicados de dibujar… Además, adaptar el texto de Zweig y seleccionar los fragmentos que me interesaban no ha sido fácil”.

Página de 'Fouché. El genio tenebroso'

“El genio tenebroso”

“Ese subtítulo del cómic, ‘El genio tenebroso’, creo que lo define bastante bien -nos explica Kim-. Además es muy de villano de cómic. Lo curioso es que no tenía los típicos vicios de los hombres poderosos de la época como el alcohol, la riqueza, las mujeres… A él le movía más la intriga y la ambición. Vivía para la política”.

Pero… ¿Cómo fue posible que mantuviese su influencia durante varias décadas? “Tenía la habilidad de aparecer cuando la época le era favorable y desaparecer en los momentos complicados -opina Kim-. Tras su papel en la Revolución desapareció dos años de París, se fingió muerto hasta que la gente se olvidó de él. Y de golpe regresó. Y como sabía exactamente qué teclas tocar, volvió a la alta política. Y cada vez que hacía algo parecido le Salía bien”.

Página de 'Fouché. El genio tenebroso'

“El Carnicero de Lyon”

Joseph Fouché era hijo de un capitán de barco que se enriqueció con el tráfico de esclavos. “Pero su familia lo metió en colegios religiosos para que estudiase para cura -nos comenta Kim-. Fue novicio hasta los 20 años, pero no llegó a ordenarse sacerdote, ya que llegó la Revolución francesa, descubrió la política y enseguida se hizo diputado”

A sus votantes les prometió que cuando se votase la posible ejecución del rey Luis XVI, votaría que no. “Pero, cuando llegó el momento, votó que sí y el rey fue ejecutado -nos comenta Kim-. Y es que, cuando vio que el bando de Robespierre iba a lograr ese objetivo, prefirió estar entre los ganadores” -asegura Kim-.

Pero no engaño a Robespierre, que enseguida lo catalogó lo catalogó como un “trásfuga”. Fue entonces cuando lo hicieron procónsul y lo mandaron a provincias a mantener el orden. Tras la sublevación, algunos habitantes de Lyon Fouché fueron a la ciudad junto al radical Collot D’Herbois.

“Juntos empezaron a guillotinar a cualquier sospechoso, más de 60 ejecuciones al día -nos comenta Kim-, pero como eso era muy lento, al final llevaban a la gente por centenares al campo y los mataban a cañonazos. Se estima que llegaron a matar entre 2000 y 3000 personas. En unas semanas. Si hubieran usado la guillotina hubieran tardado años. Es una historia muy bestia y creo que muy poco conocida”.

Las atrocidades de Fouché no tardaron en llegar a oídos de la República. “Cuando lo llamaron para rendir cuentas -asegura el dibujante-, la excusa que puso es que lo había hecho por buena voluntad, que matarlos uno a uno de un tiro hubiera sido menos humano y más costoso para la República. Lo curioso es que le dejaron en paz, sabía cómo convencer a cualquiera”.

Página de 'Fouché. El genio tenebroso'

Su triunfo sobre Robespierre

Al único que nunca se cameló Fouché fue a Robespierre. “Su enemistad parece que viene de lejos -nos cuenta Kim-, porque cuando dejó de ser religioso salió varias veces con la hermana de Robespierre y a este le sentó fatal. Por eso cuando llegó a París Robespierre lo miraba mal y no se hablaban”.

Una enemistad en la que Fouché parecía tener todas las de perder. Pero… “No sé cómo cuentan esto los historiadores franceses -afirma Kim-, pero Zweig cuenta que Fouché sabía que su vida corría peligro y empezó a movilizar a todos los diputados y la gente con poder en contra de Robespierre. Y consiguió que cayera en desgracia y fuera guillotinado. Eran unos tiempos de absoluta locura”.

Página de 'Fouché. El genio tenebroso'

Josefina y Napoleón

Antes de conocer a Napoleón, Fouché tuvo una curiosa relación con Josefina, como nos cuenta Kim: “Era una atractiva mulata que había venido de las Américas y que tenía gustos muy caros -asegura Kim-. En su época de jefe de policía de París Fouché la usó como espía. Tenía espías en las casas de toda la gente influyente de París, lo que le dio un poder enorme. Sabía quién era el amante de cada señor y señora de París. Tenía poder sobre todo el mundo. Era un poco como lo fue John Edgar Hoover en su momento”.

“En cuanto a su relación con Napoleón, este buscaba a alguien que le llevara la espada y Fouché a alguien que lo hiciera trepar en la política -comenta Kim-. Al principio se admiraban mutuamente, pero no tardaron en saltar chispas. Según cuenta Zweig, y parece que cuando Napoleón decía a Fouché que lo iba a fusilar, él respondía: “Te arrepentirías”

“Lo cierto es que cada vez que Napoleón intentaba deshacerse de él, tenía que terminar volviéndolo a llamar, porque Fouché controlaba todo lo que pasaba en París y en Francia -afirma el dibujante-.

De hecho, cuando Napoleón se iba a una de sus habituales campañas de conquista, Fouché prácticamente gobernaba el país. “Hay un ejemplo muy claro -nos cuenta Kim-, y es que, en una época que Napoleón estaba en una de sus habituales campañas, los ingleses mandaron una flota para atacar Francia. No sé cómo, Fouché se enteró y reunió a todas las tropas en la costa, impidiendo ese desembarco británico”.

“El ministro de la guerra se quejó a Napoleón por esa intromisión de Fouché -añade-. Y el emperador no solo no se enfadó con Fouché, sino que lo nombró Duque de Otranto por haber salvado a Francia”.

A pesar de todo su poder, Napoleón no conseguía su sueño de ser emperador, algo que, según Zweig, logró gracias a las intrigas de Fouché. “No sé lo que dirán los historiadores franceses, pero Zweig lo cuenta así en el libro y estuvo varios años documentándose”.

Página de 'Fouché. El genio tenebroso'

Cuando se avecinaba la caída de Napoleón Fouché también supo ver las señales a tiempo para sobrevivir a la debacle y ponerse de parte del nuevo rey. “Fouché también estuvo allí para ver la caída de Napoleón, igual que vio la caída de Robespierre”, asegura Kim.

Cuando Luis XVIII restauró la monarquía, no quería saber nada de Fouché, que, además de ser la mano derecha de Napoleón, recordemos que votó por matar a su hermano, el rey Luis XVI. Pero se encontró que Fouché era el único que podía abrirle las puertas de París sin un derramamiento de sangre. Y se vio obligado a reunirse con él, lo que demuestra que Fouché seguía siendo el hombre más poderoso de Francia.

Pero en cuanto pudo, el rey mandó a Fouché al destierro, donde falleció en el olvido, llevándose con él los secretos que atesoraba sobre los hombres más poderosos de Francia.

Página de 'Fouché. El genio tenebroso' cropper

¿Jeckyll y Hyde?

La portada del libro es un fantástico primer plano de Fouché del que casi no podemos apartar la mirada. “Desde el principio tuve claro que la portada la iba a hacer al óleo y que iba a ser un primer plano de Fouché -asegura Kim-. Yo quería que la mitad de la cara fuera de color carne y la otra mitad oscura y de color verde o rojo, un poco como el Doctor Jeckyll y Mr. Hyde. Pero al final me dijeron de la editorial que así era perfecta y la publicamos. Y parece que está gustando mucho”.

Un primer plano en el que reconocemos inmediatamente a Fouché. “Todos los personajes importantes están basados en los retratos de la época -confiesa Kim-. Todos de los que encontré retratos y dibujos en los periódicos. También cuidé mucho la documentación, como los salones, los trajes, los uniformes…”

Una documentación que nos fascina en esas páginas llenas de detalles de Kim: “Me gusta ser muy detallista en mis dibujos, pienso que es fundamental para la atmósfera del cómic. Incluso cuando dibujaba una lámpara estudiaba los detalles. Y he dibujado una lámpara de esa época que incluso se sigue fabricando en la actualidad”.

“También descubrí un dibujo del váter de Napoleón y no me resistí a dibujarlo sentado en ese otro trono” (ríe)

En cuanto a sus proyectos, Kim asegura que: “Me ha gustado la experiencia de adaptar la novela y estoy pensando en llevar otro libro a las viñetas. Pero esta vez intentaré que sea más actual, porque los cómics de estas épocas son muy complicados”

Portada de 'Fouché. El genio tenebroso'