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La Corte Penal Internacional abre una nueva investigación sobre crímenes de guerra en Sudán

  • El informe incluye asesinatos, violaciones, incendios provocados, desplazamientos y delitos que afectan a niños
  • La CPI tiene pendientes cuatro órdenes de detención relacionadas con los enfrentamientos en Darfur entre 2003 y 2008

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La población sudanesa huye de la violencia en su país y esperan a ser registrados en el campamento cercano a la frontera entre Sudán y Chad.
La población sudanesa huye de la violencia en su país y esperan a ser registrados en el campamento cercano a la frontera entre Sudán y Chad.

La Corte Penal Internacional (CPI) ha abierto una nueva investigación sobre crímenes de guerra en la región de Darfur, en Sudán, desde mediados de abril, que incluye informes de asesinatos, violaciones, incendios provocados, desplazamientos y delitos que afectan a niños, según ha informado este jueves el fiscal superior a las Naciones Unidas. En los últimos tres meses el país vive una escalada de violencia por el enfrentamiento entre el Ejército y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).

El Tribunal, con sede en La Haya, recibió ya en 2005 el encargo del Consejo de Seguridad de investigar la situación en la región sudanesa de Darfur.

"La verdad es que corremos el riesgo, en este Consejo y en el mundo -y mientras tengamos cada vez más información- de permitir que la historia se repita; la misma historia atroz que llevó a este Consejo a remitir la situación en Darfur a la CPI en 2005", ha señalado el fiscal Karim Khan ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

Los fiscales de la CPI están "siguiendo de cerca los informes sobre ejecuciones extrajudiciales, incendios de viviendas y mercados, y saqueos en El Geneina, Darfur Occidental, así como la matanza y el desplazamiento de civiles en Darfur Septentrional y otros lugares de Darfur", según el informe.

En El Geneina, los testigos han informado de oleadas de ataques de las milicias árabes y la RSF contra el pueblo no árabe masalit, la comunidad más numerosa de la ciudad, que han hecho huir a decenas de miles de personas al cercano Chad.

También están examinando en una investigación "denuncias de delitos sexuales y de género, incluidas violaciones masivas y presuntos informes de violencia contra niños".

El fiscal Karim Khan ha explicado que se ha puesto en marcha un portal seguro en internet para que las personas con información o denuncias de crímenes graves puedan enviar información de forma segura.

Además, ha apuntado que ha dado instrucciones a su oficina para que dé prioridad a crímenes contra niños y a casos de violencia sexual o de género.

La CPI solo puede trabajar en la región de Darfur

Aunque la CPI no puede trabajar actualmente en Sudán debido a la situación de seguridad, tiene intención de hacerlo lo antes posible, según el informe. En virtud de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU de 2005, su jurisdicción se limita a la región de Darfur.

La CPI tiene pendientes cuatro órdenes de detención relacionadas con los anteriores enfrentamientos en Darfur entre 2003 y 2008, incluida una contra el expresidente sudanés Omar al Bashir por cargos de genocidio. Al Bashir y dos de sus exministros, también buscados por la CPI por presuntos crímenes de guerra en Darfur, habían estado bajo custodia en Sudán.

El Ejército afirmó que Bashir y uno de los exministros, Abdelrahim Mohamed Hussein, habían sido trasladados a un hospital militar antes del estallido de los combates. El otro exministro, Ahmed Haroun, se fugó de la cárcel con otras personas 10 días después del comienzo del conflicto.

Por su parte, el fiscal Karim Khan ha anunciado que había enviado una petición al gobierno de Sudán, que tiene un largo historial de no cooperar con la CPI, para averiguar el paradero actual de los sospechosos.

En abril, la CPI abrió su primer juicio por crímenes de Darfur en el caso del presunto líder de los Janjaweed, Ali Muhammad Ali Abd-Al-Rahman.

El ejército regular y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) se han enfrentado en la capital, Jartum, y en otras zonas de Sudán en una lucha por el poder que estalló a mediados de abril.

Más de tres millones de personas han quedado desarraigadas, entre ellas más de 700.000 que han huido a países vecinos. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, declaró la semana pasada que Sudán, el tercer país africano por superficie, estaba al borde de una guerra civil a gran escala que podría desestabilizar toda la región.