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Los médicos alertan de que España lidera el consumo mundial de benzodiacepinas

  • Es un fármaco que suele recetarse para dormir mejor por su efecto ansiolítico, hipnótico y relajante
  • En 2020 se consumieron 110 dosis diarias por millar de habitantes, una cifra 2.750 veces superior a la de Alemania

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Un vaso de agua con un blíster de pastillas
Un vaso de agua con un blíster de pastillas

España es el país del mundo con mayor consumo de benzodiacepinas, un fármaco que suele recetarse para dormir mejor por su efecto ansiolítico, hipnótico y relajante muscular, con 110 dosis diarias en 2020 por millar de habitantes, una cifra 2.750 veces superior a la de Alemania con 0,04 dosis diarias.

De hecho, al consumo de benzodiacepinas de España solo se acercan Bélgica, con 85 dosis diarias por millar de habitantes, y Portugal, con 80, según datos de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes difundidos este martes por la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD) en unas jornadas celebradas en Gran Canaria.

En un comunicado, la SEPD resalta que la encuesta sobre alcohol y otras drogas en España (EDADES) del Ministerio de Sanidad muestra que el 9,7% de la población española había consumido hipnosedantes con o sin receta en los últimos 30 días, mientras que el 7,2% de la población reconoce consumir a diario estos fármacos.

"Medicalización de la vida"

"Vivimos en una sociedad competitiva y estresante en la que debemos sostener rutinas que exigen mantenerse al límite del rendimiento sin angustia y sin claudicaciones. A muchos les cuesta enfrentarse a los problemas cotidianos y recurren a la química para desconectar, mitigar la ansiedad o para dormir", ha explicado Mónica Florido, psiquiatra de la Unidad de Salud Mental Canalejas de Las Palmas de Gran Canaria en una ponencia de estas jornadas dedicada a apelar a la responsabilidad médica a la hora de prescribir benzodiacepinas.

Según Florido, esta "medicalización de la vida" ha provocado que muchas circunstancias que no son patológicas, sino situaciones vitales o de la vida cotidiana que son etiquetadas erróneamente como trastornos de ansiedad o insomnio, acaben siendo tratadas con psicofármacos "en vez de recurrir a una intervención no farmacológica como la educación sanitaria o alguna intervención psicológica, lo que supone una práctica errónea".

La psiquiatra ha recordado que las guías clínicas "son claras en este punto" e indican las benzodiacepinas, en salud mental, para el tratamiento sintomático y temporal de los trastornos de ansiedad y el insomnio, como trastorno del sueño que acompaña a otro trastorno psiquiátrico como puede ser la depresión.

"Es importante señalar que las benzodiacepinas no deberían ser el tratamiento de primera elección en estos casos, sino un tratamiento alternativo para casos concretos. En cualquier caso, al abordaje de un cuadro clínico y a la prescripción de benzodiacepinas le debe preceder un correcto diagnóstico y su uso, en cualquiera de las situaciones, debería ser a corto plazo", ha añadido esta experta.

Importantes efectos adversos

Dicho esto, ha recordado los efectos adversos de estos fármacos, entre ellos la tolerancia, la dependencia a largo plazo y otros efectos debidos a su uso prolongado como los accidentes de tráfico, domésticos o laborales, así como otras alteraciones del comportamiento y la conducta.

El consumo de ansiolíticos, un riesgo a largo plazo

Florido ha advertido de que la mayoría de los hipnosedantes consumidos en España son prescritos por médicos, lo que "complica abordar su control, a diferencia de lo que pasa con otras sustancias ilegales".

Por eso, ha destacado la importancia de que los médicos realicen su trabajo "conforme a la responsabilidad que conlleva, tanto profesional como ética".