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Penas de hasta cuatro años y medio de cárcel para los acusados del robo de botellas de vino en el restaurante Atrio

  • La Audiencia de Cáceres les acusa de un delito de robo con fuerza en un establecimiento abierto al público de especial gravedad
  • Tendrán que pagar 753.454 euros de indemnización a la aseguradora

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Condenados a cuatro años de prisión los acusados del robo de las botellas de vino en el restaurante Atrio
Uno de los dueños del restaurante 'Atrio' comparece en la Sección Segunda de la Audiencia de Cáceres, el pasado 27 de febrero.

La Audiencia provincial de Cáceres ha condenado a cuatro años y seis meses de prisión al acusado de robar 45 botellas de vino del restaurante Atrio de la capital cacereña, Constantin Dumitru, y a cuatro años de prisión a Priscila Lara Guevara, como autores responsables de un delito de robo con fuerza en un establecimiento abierto al público de especial gravedad.

Además, deberán indemnizar conjunta y solidariamente con 753.454 euros a la aseguradora Reale que llegó a un acuerdo con los dueños de Atrio a los que indemnizó por el valor que se reclama y que también coincide con el precio del peritaje que se realizó a los vinos que desaparecieron de la bodega del afamado restaurante cacereño.

La Audiencia Provincial considera como hechos probados que los dos acusados puestos de común acuerdo y con la finalidad de obtener un beneficio ilícito, decidieron que se alojara la mujer en el hotel Atrio de Cáceres el día 26 de octubre de 2021, lugar que conocían por haber estado previamente planificando el hecho los días 1 de junio, 13 de junio y 12 de agosto de 2021.

La sentencia, dictada por el tribunal de la Audiencia Provincial de Cáceres, presidido por el magistrado Joaquín González Casso, no es firme y contra ella cabe interponer recurso de apelación ante la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx).

Cabe recordar que el juicio por este robo quedó visto para sentencia el pasado miércoles después de tres sesiones por las que pasaron unos 16 testigos y cuatro peritos que aportaron pruebas, como la del AND de restos biológicos que se encontró en el baño de la habitación donde se alojaron y que eran coincidentes con los acusados, así como las grabaciones de las cámaras de seguridad o el control de los teléfonos que los sitúan en el hotel la noche de los hechos.

Un pasaporte falso y el robo de la llave maestra de la bodega

La reserva fue realizada únicamente por la mujer utilizando un pasaporte falso y portando únicamente una mochila que al ser cogida en un descuido de Priscila por un empleado observó que no tenía peso alguno. La sentencia indica que, posteriormente, se presentó el varón para cenar y alojarse, sin registrarse, en el hotel. Tras cenar en el restaurante, realizaron una visita guiada a la bodega y luego subieron a la habitación.

Sobre las 02:10 horas de la madrugada, la acusada llamó a recepción para pedir una ensalada e interesándose repetidamente por el tiempo que tardaría en ser servida al único empleado que se encontraba en ese momento en el hotel-restaurante.

El empleado de recepción se negó a realizar la comanda y manifestó que se encontraba solo, con la cocina cerrada. También dijo que estaba xtrañado por la solicitud, ya que habían cenado un menú degustación de 14 platos. No obstante, ante la insistencia de la acusada, accedió a la petición, indicando que tardaría por lo menos unos 20 minutos en servir lo solicitado.

Robo en el Hotel Atrio - 29/10/2021

El empleado se dirigió a la cocina, momento aprovechado por el acusado, quien se presentó en la recepción donde cogió una llave electrónica con la que acudió a la bodega, sin éxito en su apertura por no tratarse de la llave adecuada. El empleado, tras subir la ensalada, regresó a recepción. El acusado, al ver que la llave no abría la puerta de la bodega, realizó una llamada a la mujer que se encontraba en la habitación desde la puerta de la bodega para que volviera a entretener al recepcionista.

De esta forma, momentos después, la acusada reiteró la llamada a recepción, en esta ocasión, para solicitar un postre, a lo que nuevamente el empleado puso reparos, aunque finalmente accedió a llevarle algo de fruta.

El acusado volvió a la recepción y de una caja cogió la llave maestra número 27, abriendo con ella la bodega y accediendo a la sala de catas donde se apoderó de 45 botellas de vino que guardó en una mochila y dos bolsos de gran tamaño con los que subió inmediatamente a la habitación antes del regreso del empleado a la recepción.

Los acusados abandonaron precipitadamente el hotel sobre las 05:00 horas cargando el varón la mochila a la espalda y los dos bolsos con las botellas, en las que había introducido cuatro toallas del baño de la habitación del hotel para evitar que tintinearan entre ellas, subiéndose a un vehículo, concluyen los hechos probados de la sentencia.