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Israel

Enfrentamientos y detenciones en Israel durante las protestas contra la reforma del Poder Judicial del Gobierno

  • Son las manifestaciones más masivas en el país en décadas, apoyadas por la mayoría de la oposición al Gobierno de Netanyahu
  • Según alegan los detractores, el plan haría que Israel se dirija hacia un régimen de corte autocrático

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La polícia de Israel dispersa violentamente con granadas de sonido y detenciones las protestas contra las reformas judiciales
La polícia de Israel dispersa violentamente con granadas de sonido y detenciones las protestas contra las reformas judiciales

Miles de personas se han manifestado este miércoles en Jerusalén contra la reforma judicial del Gobierno israelí, como parte de una jornada de intensas protestas en todo el país que por la mañana tuvieron epicentro en Tel Aviv, donde hubo choques con la Policía y decenas de arrestados.

Los movilizados se juntaron por la tarde para protestar en varios puntos de la Ciudad Santa, entre ellos alrededor del Parlamento de Israel (Knéset) -donde los diputados de la coalición impulsan más proyectos de ley de la reforma judicial-, el domicilio privado del primer ministro, Benjamín Netanyahu, y su residencia oficial.

Según medios locales, se han registrado ciertos enfrentamientos entre Policía y manifestantes, mientras estos últimos intentaban cruzar barreras policiales en el área del palacio presidencial en Jerusalén.

Los críticos de la reforma creen que esta socavaría los poderes de la Justicia, debilitaría la separación de poderes y las bases democráticas formales de Israel, dando paso a un sistema con mayor peso del Ejecutivo en que este podría tomar decisiones o aprobar leyes casi sin supervisión o capacidad de intervención judicial.

Según alegan los detractores, el plan haría que Israel se dirija hacia un régimen de corte autocrático que se asemejaría a los de Hungría, Polonia o Turquía.

El país atraviesa una "crisis institucional"

El plan agrava aún más la polarización entre la sociedad del país, donde el malestar crece y algunos analistas ya califican la situación de "crisis constitucional".

La oposición a la reforma ha generado gran movilización en protestas que han sacado a la calle a decenas y cientos de miles de personas. Son las manifestaciones más masivas en el país en décadas, apoyadas también por la mayoría de fuerzas opositoras al Gobierno de Netanyahu, el más derechista de la historia de Israel.

Netanyahu ha calificado a los manifestantes de "infractores",  y el ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, ha tachado de "anarquistas" a los participantes de las protestas.

"El derecho a manifestarse es un valor fundamental de la democracia, pero no implica libertad para detener el país", ha añadido Netanyahu.

Ante la situación actual, crecientes sectores de la sociedad y clase política israelí instan al diálogo en torno a la reforma entre Gobierno y fuerzas opositores, y desde hace semanas el presidente israelí, Isaac Herzog, apela a negociaciones entre las partes.

"Estamos en un momento difícil de crisis interna", ha advertido Herzog, que ha expresado su esperanza de que en vez de alcanzar "un abismo terrible" se llegue a "una solución con amplio acuerdo".