Enlaces accesibilidad

Virgen de Chamorro, ¿nuevo Ecce Homo?: rostro color plata y una corona que no lucía el original

  • Se trata de una de las tallas más antiguas de Galicia y va a ser restaurada otra vez
  • Asociación para la Defensa dl Patrimonio Cultural Gallego: "La virgen está peor que nunca, da miedo verla"

Por
La Virgen de Chamorro va a ser restaurada otra vez para intentar mejorar los resultados anteriores

La Virgen de Chamorro, una de las tallas más antiguas de Galicia, va a ser restaurada otra vez. La cara de la original era del siglo XII, pero tras varias restauraciones su aspecto se ha visto visiblemente modificado. Ahora asociaciones de defensa del patrimonio temen que se convierta, dicen, en un nuevo Ecce Homo de Borja.

Una imagen que no ha tenido mucha ventura en los últimos años, en 2022 ya sufrió el robo de sus joyas de oro valoradas en unos tres mil euros. Cadenas, broches, pendientes y anillos, entre los objetos que robaron. Eran objetos donados a lo largo de los años por varios devotos de la Virgen.

Pelo sintético, rostro color plata y una corona que no lucía el original

La Virgen de Chamorro o Virgen de Nordés es una virgen muy antigua de Ferrol, además, es de las tallas más vetustas de Galicia. Se encuentra situada en la Ermita de Chamorro y cuenta con numerosos devotos en Ferrol. El lunes de Pascua se celebra una misa y después una procesión que preside la Virgen y a la que van cientos de personas.

Sin embargo, poco queda de la original del siglo XII, su aspecto ha cambiado considerablemente. La Asociación para la Defensa del Patrimonio Gallego asegura que esas restauraciones no se llevaron a cabo de la manera adecuada y que por eso la imagen ha cambiado a peor.

En sus 900 años de historia la Virgen de Chamorro ha sufrido diversas restauraciones, unas más afortunadas que otras. Ya en los años 60 su aspecto era bastante distinto al original, aunque nada que ver con su imagen a día de hoy. Su aspecto actual es el resultado de una restauración en los años 90. Pelo sintético, un rostro color plata muy distinto al original, que era de madera, sobre el cual sobresale una corona que tampoco lucía la original.

Ahora va a volver a ser restaurada y varias asociaciones en defensa del patrimonio gallego temen que la restauración se pueda llevar a cabo sin la supervisión de Patrimonio. No quieren que su Virgen pueda terminar como un Ecce Homo.

"Ahora está peor que nunca, da miedo verla"

Carlos Fernández, presidente de la Asociación para la Defensa de Patrimonio Cultural Gallego, considera que actualmente es cuando tiene peor aspecto: "Es una Virgen muy venerada de Ferrol. Ya ha sufrido varias restauraciones, pero ahora está peor que nunca, da miedo verla. Esperemos que le quiten todo lo que le sobra", asegura en 'La Hora de la 1'.

Denuncian que la persona que va a restaurar la talla es escultor y no restaurador. Aunque la talla es privada, el plan de restauración tendría que ser enviado a Patrimonio de la Xunta y según esta asociación eso no ha ocurrido: "Cuando nos enteramos de que iba a ser restaurada por un escultor nos llevamos las manos a la cabeza. Un escultor esculpe, no restaura", explica Fernández.

Poco queda de la imagen románica que fue un día: "Esperemos que esté recubierta y que al ir sacando capas quede el original. Un restaurador profesional es quien se tiene que encargar de ella. Tiene el pleo de plástico y elementos barrocos que le sobran", concluye.

Otros casos de restauraciones fallidas

Los que veneran a la Virgen de Chamorro tiene en la mente el caso del Ecce Homo, pero no es el único ejemplo de una restauración polémica. Palencia, Asturias o Valencia, prácticamente cada comunidad tiene uno.

La del Ecce Homo fue la más mediática de las restauraciones. Un desastre artístico que, lejos de dar al pueblo una obra maestra, atrajo la curiosidad de muchos. Un error que se convertía en acierto turístico. Posicionando a la localidad zaragozana de Borja como destino nacional e, incluso, internacional.

Pero encontramos más casos, como la restauración de la copia de la Inmaculada de Murillo. En Rañadoiro, Asturias, una vecina del pueblo se llevó a casa varias tallas de madera de los siglos XV y XVI y decidió darles un toque de color que, como no, traía consigo la polémica. La mujer aseguró en todo momento que tenía el permiso del párroco.

Aunque esto también sucede fuera de nuestras fronteras. En Canadá, una escultura del niño Jesús perdía su cabeza y en su lugar, crearon lo que podría parecer un busto de plastilina. Todas ellas, obras que por su arte o no han pasado a la historia.