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El 78% de los docentes atendidos por el Defensor del Profesor sufre ansiedad y un 15% está en baja por depresión

  • Según informe del defensor del profesor, el 15% de los docentes está de baja por depresión o ansiedad
  • También el defensor del profesor alerta del aumento de las agresiones a los profesores

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Imagen de archivo de una clase en un colegio público
Imagen de archivo de una clase en el colegio público Federico de Arce de Murcia.

El informe del Defensor del Profesor del sindicato ANPE alerta de que los casos de ansiedad y depresión han aumentado entre los docentes en el curso 2021/2022, especialmente entre los de Secundaria y Bachillerato, donde también se ha detectado un aumento de las agresiones al profesorado. Este sindicato eleva al 78% los casos atendidos por ansiedad y el 12% por depresión.

Según el Sindicato Independiente ANPE, este estado de tensión constante que afecta a la salud mental del docente se refleja en que hay más bajas laborales, pues crecen un 5%, y ya son un 15% de los docentes los que "se ven abocados" a ella, algo que atribuyen al "contexto educativo actual y a la crisis pandémica que hemos vivido".

"Han aumentado los docentes que padecen depresión y se ven abocados a la baja laboral, la salud mental de los docentes se está viendo afectada", ha señalado la coordinadora estatal del servicio del Defensor del Profesor, Teresa Hernández, en la presentación del informe, quien ha hecho una "llamada de atención" a los políticos para que "pongan a la educación donde se merece, que es en el centro de sus políticas".

El Defensor del Profesor también ha alertado de que las bajas laborales generan un coste para la Administración y una modificación de la propuesta pedagógica para los alumnos.

Aumento de las agresiones

El informe del Defensor del Profesor de ANPE avisa también del impacto de la pandemia en las agresiones a docentes. Concretamente han crecido un 6% las agresiones a docentes (empujones, insultos y tirones de pelo, principalmente), "un dato pequeño pero relevante", según Hernández.

El sindicato señala que en el curso 2021-2022 se realizaron 119 actuaciones relacionadas con agresiones a profesores, frente a las 98 del curso anterior, lo que supone un incremento del 21,4%.

Del mismo modo, el informe apunta a que las agresiones de padres a profesores han pasado de casi 40 a casi 60 en un curso, lo que supone un incremento del 50 por ciento. Así, representan un 3% del total del total de actuaciones del Defensor del Profesor, frente al 2% del curso anterior, es decir, de nuevo un punto más.

"El aumento de agresiones a profesores es un dato relevante, que sufran una agresión física en su trabajo, que les esperen a la salida del colegio. Este aumento se debe a que estos años han sido duros y nos han afectado a todos, los alumnos se encuentran mal y se encuentran mal las familias, estamos en un contexto que da miedo", ha subrayado Hernández.

En el ámbito de las dificultades con los alumnos, el documento del Defensor del Profesor también refleja que el 24% de los profesores tienen problemas para dar clase, mismo porcentaje que los que reciben faltas de respeto.

Falsas acusaciones

Este año el informe del Defensor del Profesor ha incorporado un nuevo apartado sobre las "falsas acusaciones" de alumnos que no tienen fundamento pero que obligan al docente a demostrar su falsedad. Estas falsas acusaciones las denuncian a nivel estatal un 12% de los profesores, y un 18% en el caso de la Comunidad de Madrid.

Una de las que más se reitera es aquella en la que los alumnos afirman que el profesor le "mira mal", observación que tensan la relación con el docente que llega incluso a tener miedo a entrar en clase, señala Hernández.

En este contexto, la vicepresidenta estatal de ANPE, Sonia García, ha recordado el caso de una profesora "que la acusaron de todo, hasta de robar": "Empapelaron el camino de su casa al colegio de su hija con frases como 'no te quiere nadie'. Podemos llegar a situaciones graves".

El profesorado de Secundaria, el más afectado

En el curso 2021-22, el servicio del Defensor del Profesor de ANPE atendió 1.994 actuaciones, 34 más que en curso anterior. Aunque no se trata de un aumento significativo, señala Hernández, sí lo es la complejidad de los casos en los que confluye estado anímico, 'burnout' o síndrome del profesor quemado, carga burocrática y lectiva, ratios elevadas y atención a alumnado con necesidades especiales.

Es llamativo el aumento de actuaciones en el caso de los profesores de secundaria que suman un 42% y crecen un 4% respecto al curso anterior. Por contra, descienden las actuaciones atendidas en Primaria que pasan del 44 al 39% y en Infantil se mantiene en un 6%.

Respecto a las realizadas en Ciclos Formativos de Grado Medio, Superior y FP Básica, suman un 9% del total (aumentando un 1%) mientras que las correspondientes al apartado "Otros" (Adultos, Conservatorios, Escuelas Oficiales de Idiomas, Danza, Música...) se mantienen en un 4%, al igual que el curso anterior.

Exceso de carga burocrática

Según recoge el informe, otra tipología de casos atendidos son aquellos referidos a problemas con la Administración que suben del 25 al 30%.

"El estado de tensión que provocan las actuaciones de las administraciones educativas entre el profesorado es debido a la publicación de protocolos de actuación ante la COVID tardíos y cambiantes, recortes en personal de apoyo para atender a los alumnos y cambios normativos con el curso empezado", señalan en ANPE.

A ello, diee el informe, se une la labor de seguir atendiendo al alumno presencial y al que se encuentra confinado, la puesta en marcha de estos protocolos junto con otros relativos al acoso escolar, la ideación suicida, acoso LGTBI y transfóbico, abusos sexuales y violencia de género.

Todas estas tareas, reconoce el documento, supone una mayor carga burocrática y hace que la relación con la administración se resienta. Por ello el informe insiste en que los docentes "se sienten solos y con una responsabilidad que excede sus funciones".

Reclaman una Ley de Autoridad del profesorado

Por todo ello, desde ANPE señalan "la necesidad de desarrollar una Ley de Autoridad del profesorado" a nivel estatal, así como fijar medidas que "dignifiquen la labor docente y favorezcan un clima de convivencia adecuado".

También solicitan un plan estratégico de mejora de la convivencia escolar en los centros educativos, que esté coordinado y liderado por el Ministerio de Educación.

A su juicio, este plan debería contar con un programa de prevención del acoso escolar dotado con recursos materiales y humanos, un aumento de orientadores y otros docentes especializados para atender al alumnado con necesidades especiales, protocolos de actuación para atender las agresiones a los docentes e implantación de servicios de atención psicológica, y el reconocimiento de la ansiedad, depresión y estrés como enfermedades profesionales de los docentes.