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Guerra en Ucrania

Monasterios destruidos y zonas devastadas, la otra cara de los territorios liberados en Ucrania

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Kiev recupera territorios en el Donbás pero los bombardeos arrasan los pueblos

La bandera ucraniana ondea ya en algunas localidades de Donetsk, en el este del país, una región que ha estado durante meses bajo control ruso, pero donde se han recuperado localidades como Dolina, conocida por albergar monjes y feligreses en lo que hasta ahora era el monasterio de San Jorge, ahora ya queda poco de su pasado y sí muchas montañas de escombros y ruinas.

Mientras tanto, los soldados ucranianos siguen avanzando y han entrado ya en el Donbás, territorio ocupado por los rusos, donde han logrado liberar algunas de estas localidades, las primeras después de Járkov. Pero ha sido a costa de intensísimos bombardeos y ataques.

Prueba de ello es el propio Monasterio de San Jorge. Era uno de los edificios religiosos más importantes de esta zona y ha quedado convertido en una impresionante montaña de escombros, de ladrillos y piedras de la noche a la mañana.

"En la zona ha habido combates muy duros, pero el enemigo está retrocediendo", asegura a TVE Olev, un soldado de la Brigada 95, la que ha conseguido expulsar a las tropas ocupantes.

270 monasterios destruidos desde el inicio del conflicto

En el monasterio se puede observar todavía maletas que contenían explosivos y restos de uniformes y objetos que pertenecieron a los soldados rusos.

"Se asentaron aquí y llenaron de minas toda la zona y también la carretera", dice Olev.

En el interior del templo apenas se mantienen en pie algunas paredes y unas pocas pinturas en el techo. Lo único que ha quedado intacto ha sido la enorme campana de bronce de la torre principal.

Desde el inicio de la invasión 270 edificios religiosos han quedado destruidos y 152 lugares protegidos han sufrido daños, lo que según la UNESCO, es también un crimen de guerra.