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El complejo sistema electoral italiano

  • La norma electoral mezcla el reparto de escaños mayoritario y el proporcional
  • El voto está muy fragmentado y el sistema beneficia al partido más votado

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Así funciona el sistema electoral mixto italiano

El sistema de votación es complicado hasta para los propios italianos. Durante esta larga campaña electoral, que en Italia se prolonga durante casi un mes (del 26 de agosto al 23 de septiembre), la televisión pública ha ofrecido tutoriales para que todos sepan cómo hay que votar.

Con la ayuda del profesor Lorenzo de Sio, experto en Ciencias Políticas de la prestigiosa Universidad Luiss de Roma, tratamos de entender cómo funciona.

Porque Italia tiene un sistema mixto. Un tercio de los asientos del Parlamento (Cámara de Diputados y Senado) se elige por un sistema mayoritario. Gana el que obtiene aunque sólo sea un voto más que el siguiente. Es lo que aquí llaman el voto uninominal. El resto se elige por un sistema proporcional, como en España. Los partidos presentan listas cerradas y los escaños se reparten de manera proporcional al número de votos obtenidos por cada formación.

Papeleta con las distintas candidaturas a las elecciones italianas del 25 de septiembre, en la región de Lazio

En Italia el voto está muy fragmentado y el sistema electoral premia al partido más votado cropper

Pero la papeleta es la misma en cada colegio electoral (rosa para la Cámara de Diputados, amarilla para el Senado). Basta poner una cruz o bien en el nombre del candidato que se presenta por el sistema uninominal, o bien en el partido que lo apoya, o bien en la coalición que lo sostiene. Parece sencillo pero en si preguntas en la calle, compruebas que los ciudadanos de a pié no lo tienen tan claro.

Sistema complejo en un país con el voto fragmentado

Para que un partido pueda tener representación parlamentaria tiene que con seguir al menos un 3% de los votos emitidos. Esto en un país como Italia con el voto tan fragmentado y tanta diversidad de partidos, deja fuera buena parte de los que optan a entrar en el Parlamento. El sistema actual, nos cuenta Lorenzo de Sio. tiende a premiar a los partidos grandes. Y, sobre todo, a las coaliciones. Cuantos más partidos estén apoyando a un mismo candidato, el que pactaron en su día, más posibilidades hay de que saque aunque sea un voto más que el siguiente candidato y, por tanto, se adjudique el escaño.

Si repasamos las candidaturas podemos ver que algunos de los principales líderes se presentan tanto en el sistema uninominal, como en el proporcional. Es una manera de maximizar la posibilidad de ser elegido, asegura de Sio. Los grandes líderes apuestan por el sistema proporcional, un voto menos puede dejarles fuera del uninominal. Aunque, al final si ha salido por votación directa, deja el puesto en el recuento proporcional al siguiente de su partido.

En estas elecciones, además, el número de asientos parlamentarios se ha reducido sensiblemente. Lo decidieron los ciudadanos en un referéndum constitucional celebrado en octubre de 2020. Se ha dado un tajo importante, 345 parlamentarios menos. A partir de estas elecciones habrá 400 diputados y 200 senadores. Otra novedad es que para elegir a los senadores ya no hace falta ser mayor de 25 años, como hasta ahora . Por primera vez se ha hecho tabla rasa, mayores de 18 para elegir a diputados y senadores.

Berlusconi, Lollobrigida y los senadores vitalicios

A diferencia de España, en Italia existen los llamados senadores vitalicios (senatori a vita). Lo son, por derecho propio, los expresidentes de la República (Giorgio Napolitano, Mario Monti), y los son quienes decida el presidente de la República porque considera que tiene suficientes méritos para ello (un ejemplo, la senadora Liliana Segre, 92 años, superviviente del holocausto).

Papeleta en la que aparecen distintos candidatos a las elecciones italianas del 25 de septiembre, para el Senado

En Italia, una de las peculiaridades del sistema político es la existencia de "senadores vitalicios". cropper

En estos comicios además de ver al eterno Berlusconi, 85 años, postularse a un escaño en el Senado y, quién sabe, incluso a presidir la Cámara Alta, ha sorprendido ver también a la mítica actriz Gina Lollobrigida, 95 años, optar también al Senado en una coalición de izquierdas, Italia Soberana y Popular. Otros nombres que han sumado a sus filas diferentes partidos son el presidente del club de fútbol de La Lazio, Claudio Lotito, por el partido de Berlusconi, la hija del carabiniero asesinado por la mafia, Rita dalla Chiesa, también por Forza Italia. O el expiloto de Fórmula Uno, Emerson Fittipaldi, que se presenta por Fratelli d'Italia.

Los 600 parlamentarios elegidos se verán las caras en la primera sesión de apertura de las Cortes, el próximo 13 de octubre. Si todo va bien, las próximas elecciones no se celebrarán hasta dentro de 5 años.