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"Cambiamos de marcha": personas con discapacidad aprenden a conducir

  • Un proyecto pionero en España para ayudar a conseguir el carné a personas con diversidad funcional
  • Necesitan que alguna entidad, empresa o fundación finance el proyecto para asegurar su continuidad

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Carné de conducir para personas con diversidad funcional

Por tercer año consecutivo, el Centro de Recursos de Educación Especial de Navarra y la Asociación Provincial de Autoescuelas de Navarra han impulsado un proyecto pionero en España. Se llama Cambiemos de marcha y ayuda a personas en situación de discapacidad a aprender a conducir y conseguir el carné.

Vais a hacer un examen que no está adaptado, es el mismo que el de todo el mundo, así que lo tenemos que hacer de maravilla

Esta semana es muy especial para un grupo de cinco chavales con diversidad funcional porque empiezan las clases del carné de conducir, el B1, el que posibilita a cualquier persona a conducir un coche. Es el mismo carné al que opta todo el mundo, no uno especial para ellos. “Vais a hacer un examen que no está adaptado, es el mismo que el de todo el mundo, así que lo tenemos que hacer de maravilla”, comenta Rosa, poniéndose los dedos en la boca y mirando fijamente a los jóvenes e ilusionados alumnos.

Los chicos y chicas que optan a sacarse el carné se pasan un curso completo, de septiembre a junio, dando clase en el Colegio José María Iribarren solo para aprender el vocabulario. Luego en la Asociación de Autoescuelas de Navarra empiezan a preparar el examen teórico pero también con clases prácticas ya bien sea en un simulador o en el parque Polo, donde se suben a unos karts para desarrollar sobre el asfalto lo aprendido en libros y pantallas.

Me parecía difícil pero ahora lo veo más sencillo

Iñigo González, un chaval que ya está en esta segunda fase, nos comenta que al principio “me parecía un poco difícil pero ahora que lo veo se me hace más sencillo”. La coordinadora de la Fundación Parque Polo, Estefanía Santos, comenta que los alumnos están encantados porque este espacio “es un paso intermedio antes de enfrentarse a la realidad, el día a día. Un espacio controlado donde poder manejarse sin peligro”.

El carné de la libertad y la igualdad

Quiero sacarme el carné para conseguir más independencia en la vida

Aquí ya pisan el acelerador y sienten que les queda menos para conseguir el carné. Un paso muy importante en sus vidas. Todos coinciden en que les da un grado de independencia y libertad importantísimo en sus vidas. Oskia Labaien, otra alumna del programa “Cambiamos de marcha”, lo dice con claridad: “Quiero sacarme el carné para conseguir más independencia en la vida”.

El carné les otorga un alto nivel de libertad y les iguala con los demás chicos de su edad

Amaya Carrión, profesora de formación vial, está en el asfalto con ellos. Va andando recordándoles como tienen que circular y que señales tienen frente a ellos. “Están muy ilusionados, súper ilusionados porque el carné les otorga un alto nivel de libertad y les iguala con los demás chicos de su edad”.

“Se sienten mucho más plenos con una vida mucho más autónoma y más plena, nos comenta Nieves Lerga, profesora de pedagogía terapéutica del Centro de Recursos de Educación Especial de Navarra, la entidad que puso en marcha este programa hace tres años en colaboración con APANA, la Asociación Provincial de Autoescuelas de Navarra.

Uno de los primeros

Aquella primera promoción ya conduce hoy. Juan Miguel Nadales ha sido uno de los primeros en sacarse el carné de conducir gracias a este programa, a Cambiemos de Marcha. El vive en Garayoa, a unos 60 kilómetros de la capital. Ahora se siente libre, va y viene y tiene, por ejemplo, la posibilidad de buscar un trabajo mejor.  “Vengo a Pamplona mejor y más tranquilo”, nos comenta tímido pero sonriente.

Son gente que hace todo más pausado, más seguro y que solamente necesitan más tiempo

Juan Miguel y el resto de aprobados pasan el mismo examen médico que cualquiera y son, nos aseguran, mejores conductores. “Son gente que hace todo más pausado, más seguro y que solamente necesitan más tiempo”, comenta Amaya Echeverría, una de las personas que forman la junta directiva de la Asociación Autoescuelas de Navarra.

Ese tiempo extra que necesitan se materializan en más clases teóricas que pagan las propias autoescuelas y más prácticas, y para éstas hace falta financiación, dinero. Hasta el año pasado la Caja Rural de Navarra financiaba la actividad, pero ya no y desde la asociación buscan otra entidad, empresa o fundación que se pueda hacer cargo. “Necesitamos visibilidad para conseguir esa ayuda económica fundamental para alargar en el tiempo este maravilloso proyecto”, señala Amaya Echeverría.

Así que fundaciones, entidades, empresas, aquí tienen a unos chavales que necesitan un empujoncito, sobre ruedas, hacia la igualdad y la libertad.