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Estados Unidos revela la muerte de cientos de niños indígenas en internados del Gobierno

  • Los internos eran sometidos a trabajos forzosos y tenían prohibido hablar en sus lenguas propias o practicar sus religiones
  • "El lema era matad al indio, salvad al hombre", cuenta a Beth Wright, abogada de Native American Rights Fund

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Estados Unidos revela la muerte de cientos de niños indígenas en internados del Gobierno

En Estados Unidos, una investigación ha sacado a la luz la muerte de cientos de niños indígenas en internados dirigidos por el Gobierno del país entre los siglos XIX y XX, y se teme que puedan ser muchos más. Decenas de miles de menores pasaron por esos centros de "asimilación", donde sufrían abusos y malos tratos.

Deb Haaland, secretaria de Interior y del Gobierno de Joe Biden y la primera indígena en formar parte del Gabinete estadounidense, dio a conocer el miércoles los primeros resultados de la investigación puesta en marcha por su departamento sobre estos internados, que funcionaron en Estados Unidos desde 1819 hasta 1969.

Según las primeras conclusiones, cientos de niños murieron en estos internados de "asimilación" repartidos por 37 estados del país –llegó a haber más de 408 escuelas federales–, aunque podrían ser muchos más, a la vista de las primeras averiguaciones.

"Querían erradicar la identidad indígena"

El informe de la investigación explica que muchos de los fallecidos fueron enterrados en sitios sin marcar lejos de los asentamientos de sus tribus. De momento se han localizado 53 zonas de enterramientos en la red, pero se espera encontrar muchas más.

Desvela, además, que en muchas ocasiones los internos eran sometidos a trabajos forzosos y educados al estilo militar o que tenían prohibido, bajo amenaza de duros castigos, hablar en sus lenguas propias o practicar sus religiones. "Querían erradicar la identidad indígena, el lema era matad al indio, salvad al hombre", cuenta a TVE Beth Wright, abogada de Native American Rights Fund.

Al llegar al internado, les cortaban el pelo, les quitaban su ropa, les cambiaban su nombre por uno inglés o por un número. Testimonio a testimonio, las palabras se repiten: abusos sexuales, miedo, hambre... Muchos nunca volvieron a casa, contagiados de tuberculosis o "apaleados hasta morir". Otros han tardado décadas en contar su historia.

James ha declarado en el Congreso que les pegaban palizas si hablaban su lengua materna. A Matthew, otro de los afectados, le castigaron 10 días aislado y sin comida, pero no recuerda por qué. A la madre de Walker le dieron un ultimátum: o mandaba a sus hijos al internado o no volvería a verlos, los darían en adopción.

Ramona no puede olvidar "unas manos de adulto, unas manos enormes" que se acercaban por la noche y la tocaban "como nunca se debería tocar a un niño".

Medidas para que el legado indígena pueda "crecer y curarse"

La secretaria de Interior de EE. UU. ha prometido que su departamento seguirá recopilando pruebas de esta asimilación forzosa y asegura que su objetivo no es solo dar voz a los supervivientes de aquel sistema, también tomar medidas para que el legado indígena pueda "crecer y curarse".

"Procedo de antepasados que sobrevivieron los horrores de las políticas de asimilación llevadas a cabo por el mismo departamento que ahora dirijo. Ahora, podemos ayudar en el esfuerzo de recuperar la oscura historia de estas instituciones que persiguieron a nuestras familias durante tanto tiempo", ha dicho Haaland.

Con este informe, Estados Unidos ha dado un primer paso sobre una cuestión que lleva ya más de un año centrando la vida política en Canadá. En los internados de asimilación del país vecino, que funcionaron hasta 1997, se han encontrado hasta la fecha 1.275 tumbas sin identificar.