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Afganistán

Las afganas, contra la imposición del burka: "Los talibanes quieren borrar a las mujeres, quieren que sean invisibles"

  • Mujeres afganas denuncian en RNE la orden que decreta el uso obligatorio del velo para mujeres y niñas en los lugares públicos
  • Las ONG que ayudan a los refugiados piden que se agilicen los trámites para los que quieren salir del país

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24 Horas - Nuevas restricciones para las mujeres afganas: deberán cubrir su rostro en público

El anuncio no pilló a Fawzia Koofi por sorpresa. En una conversación con Radio Nacional, la exdiputada afgana que se convirtió en 2005 en la primera mujer vicepresidenta del parlamento de Kabul reconoce que "se esperaba" la orden promulgada el pasado sábado por las autoridades talibanes de imponer el burka.  “Desde que volvieron a controlar el país, han ido imponiendo sus exigencias, su visión del poder y sus políticas en nombre de la religión a los afganos y, especialmente, a las mujeres”, denuncia a RNE.

Las Mañanas de RNE - Sobre las mujeres afganas: "Son almas muertas en cuerpos vivos" - Escuchar ahora

El decreto fue presentado por el Ministerio de Propagación de la Virtud y de Defensa del Vicio y lleva la firma del jefe supremo de los talibanes, Haibatullaj Akhundzada. Estipula que las mujeres “que no son ni demasiado jóvenes ni demasiado mayores deberían tener la cara tapada, con excepción de los ojos, según las recomendaciones de la Sharia [la ley islámica] para evitar cualquier provocación hacía los hombres”. En la orden pública también aparece un consejo: “Las mujeres deberían llevar un burka, porque es respetuoso y tradicional”.

Quieren borrar a las mujeres, quieren que sean invisibles

“¿Tradicional?”, se pregunta Fawzia Koofi desde el Reino Unido, donde se refugió después de la vuelta al poder de los talibanes en agosto del año pasado. “No es así. El hijab es el velo tradicional, es muy común en Afganistán, es parte de nuestra religión y nuestra identidad. El burka, no”, asegura la exdiputada, que apunta que en “ningún país musulmán en el mundo se pide a las mujeres llevar el burka”. Si el régimen de Kabul lo hace ahora es, según la activista, porque los talibanes “quieren impedir que las mujeres progresen, quieren evitar que las mujeres tengan una vida pública. Realmente, quieren borrar a las mujeres, quieren que sean invisibles”.

“Almas muertas en cuerpos vivos”

Como Fawzia, Atifa tuvo que salir de Afganistán hace nueve meses. Trabajaba en una ONG internacional de defensa de los derechos de la mujer y huyó de la llegada de los fundamentalistas en Kabul. Vive ahora en España, pero mantiene el contacto con su país. “Las mujeres —explica Atifa en Las Mañanas de RNE— “no pueden salir sin un hombre. Son esclavas en casa. Se han convertido en almas muertas en cuerpos vivos”. Lamenta que todos los esfuerzos realizados por las mujeres afganas en las dos últimas décadas no hayan servido para nada. “Hemos luchado mucho, por tener una educación, una actividad, por progresar. Pero los talibanes están en contra de las mujeres que estudian y que trabajan”.

Grupo de activistas afganas

Grupo de activistas afganas

La orden promulgada el sábado es una restricción más entre todas las adoptadas por el régimen fundamentalista contra las mujeres. En marzo, prohibió el acceso a la educación para las niñas de más de 12 años, tan solo un día después de la apertura de las escuelas. Las mujeres afganas tampoco pueden viajar solas: tienen que hacerlo con un acompañante masculino. Lejos quedan sus compromisos de un país inclusivo, recuerda Fawzia Koofi. “No están cumpliendo sus promesas con los afganos ni con la comunidad internacional y creo que deberían rendir cuentas por ello. Ningún país en el mundo impide a las niñas estudiar. Es lo que está pasando en Afganistán. Las niñas y las mujeres se ven privadas de sus derechos de ir al cole o al trabajo”.

Situación de vulnerabilidad

La exdiputada advierte de las consecuencias del decreto sobre el velo integral en la vida diaria de las afganas. “La imposición del burka va a aumentar la violencia de género y los llamados crímenes de honor”, asegura, porque la ley no solo castiga a las mujeres. También prevé sanciones y castigos para sus maridos o el “jefe de la familia” si ellas no llevan la prenda. “Eso quiere decir que muchos hombres, incluso niños pequeños, van a presionar a sus mujeres y hermanas para que lleven el burka”, explica Fawzia Koofi. “Van a estar todavía más vulnerables".

La imposición del burka va a aumentar la violencia de género y los llamados crímenes de honor

Una situación de vulnerabilidad que preocupa a las ONG y voluntarios que ayudan a los ciudadanos y ciudadanas a salir de Afganistán. Abogada, colaboradora de varias organizaciones en España, María José Rodríguez asegura en Las Mañanas de RNE que muchas personas están todavía intentando salir del país. Algunas ya han podido hacerlo, pero están en los países vecinos”, detalla la letrada, que pide que “se refuercen las legaciones en estos países” para poder agilizar el proceso de acogida. España ha acogido a unos 2.000 refugiados afganos — explica María José Rodríguez—, pero todavía se puede hacer algo más para ayudar”.