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Análisis | Guerra en Ucrania

La Nueva Rusia, el sueño imperial de Putin para ocupar desde el Donbás hasta Transnistria

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Un camión con la letra Z frente a un bloque de viviendas con un mural de Vladímir Putin en la localidad rusa de Kashira
Un camión con la letra Z frente a un bloque de viviendas con un mural de Vladímir Putin en la localidad rusa de Kashira

Después de que las fuerzas rusas fracasaran durante semanas en sus intentos por tomar Kiev, Moscú ha anunciado que su principal objetivo ahora es el “control total” de la región del Donbás y el sur de Ucrania, algo que permitiría al presidente ruso, Vladímir Putin, crear un corredor terrestre hasta la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014. La única conexión terrestre que existe actualmente entre Rusia y Crimea es un puente.

Esta intención de Putin es “un golpe sobre la mesa”, según afirma el profesor de Historia Contemporánea de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Josep Puigsech, en declaraciones a RTVE.es. “En la medida en la que se ha dado esta guerra, Putin se ve obligado a presentar éxitos ante su población y uno sería la ocupación de esa parte del territorio del sudeste de Ucrania, tocando con el territorio de Crimea, que indiscutiblemente es un gran emblema del nacionalismo ruso”, detalla. El corredor también sería una “vía para acceder” a Transnistria, una región separatista prorrusa en Moldavia, según ha admitido un general ruso.

El proyecto ruso de crear un corredor desde Crimea al este tiene un precedente: ‘Novorossiya’ o 'Nueva Rusia'. "Ese proyecto viene desde el siglo XVIII y se concretó en la época de Catalina La Grande", explica el profesor de Derecho Internacional y Relaciones Internacionales en la Universidad Pontificia Comillas, José Ángel López. “Lo que hacía era precisamente establecer ese corredor que uniría la frontera más occidental rusa con los distritos orientales de Ucrania", añade.

El corredor desde Crimea al este, ventaja geoestratégica para Rusia

El comandante adjunto del Distrito Militar Central de Rusia, Rustam Minnekayev, ha admitido que Moscú busca el “control total” sobre el sur de Ucrania y la región del Donbás como parte de la “segunda fase” de su “operación militar especial”.

Según el general, el control de estas zonas “permitiría establecer un corredor terrestre a Crimea y ganar influencia sobre instalaciones vitales de la economía ucraniana y los puertos del mar Negro a través de los cuales se envían los productos agrícolas y metalúrgicos a otros países”. Actualmente, la única conexión terrestre que existe es un puente que une a Rusia con la península de Crimea, anexionada en 2014.

El alto mando militar hizo estas declaraciones un día después de que el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, informara al presidente ruso de que la ciudad de Mariúpol, situada en el sur de Ucrania y entre las áreas controladas por los separatistas rusos y Crimea, había sido tomada por las tropas rusas. En la ciudad portuaria todavía quedan alrededor de un millar de civiles ucranianos y unos 500 militares resisten a los ataques rusos desde la zona de la planta siderúrgica de Azovstal.


El profesor José Ángel López afirma que la creación de ese corredor terrestre es importante para Rusia porque “le supone el acceso a mares de aguas calientes”. “Lo que hace es desbloquear la salida desde el mar de Azov y el mar Negro hacia el mar Mediterráneo y eso, desde un punto de vista geoestratégico es muy importante”, recalca el experto, quien afirma que también es importante “desde el punto de vista comercial, para el traslado de mercancía, de recursos energéticos y, al mismo tiempo, le permite (a Rusia) tener un control de toda la salida marítima de Ucrania”.

Por su parte, el profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona explica que “Crimea fue para el Imperio Ruso y para la Unión Soviética una zona clave en cuanto al control del mar de Azov y el mar Negro”.

Proyecto histórico rescatado por Putin

Vladímir Putin mira también en dirección a Moldavia. El general ruso Minnekayev -en la misma intervención- señaló que el control sobre el sur de Ucrania es “una vía para acceder a Transnistria, donde también se constatan los hechos de discriminación contra los residentes de habla rusa”.

Las autoridades de Transnistria decidieron declarar la independencia de Moldavia de forma unilateral, tras un conflicto armado entre 1992 y 1993 en el que contaron con apoyo ruso. Según un acuerdo para poner fin a la guerra, en la que murieron centenares de personas, Rusia desplegó 2.400 efectivos en la zona para, según asegura, garantizar la paz.

En los últimos días, la tensión ha aumentado en esta región separatista moldava, donde los secesionistas prorrusos han denunciado hasta tres atentados contra una unidad militar cerca de su capital, Tiráspol.

Sin embargo, el proyecto del Kremlin de crear un corredor desde Crimea al este “no es una novedad de Putin”, según afirma el profesor Puigsech. “Es un elemento que recupera y enlaza con el histórico imperialismo ruso del siglo XVIII y XIX, que tenía como objetivo la expansión de las fronteras rusas tanto a este como a oeste”, señala.

‘Novorossiya’ o Nueva Rusia, es un término geográfico que surgió por primera vez durante la etapa de Catalina La Grande, en 1764. Los territorios del sureste de Ucrania que formaban parte de este proyecto son ahora el objetivo de las principales operaciones militares rusas en Ucrania.

El ex Segundo Jefe del Estado Mayor de la Armada, el almirante Ángel Tafalla, señala que “si Rusia intenta controlar un acceso a Transnistria serían palabras mayores”. “Conectar con Transnistria significa tomar Odesa y cortar la salida al mar de Ucrania. Es como si España perdiera todo el Cantábrico y toda la costa mediterránea”, afirma el militar.

"Es como si España perdiera todo el Cantábrico y toda la costa mediterránea"

“Ese proyecto lo que hacía precisamente era establecer ese corredor que uniría la frontera más occidental rusa con los distritos orientales de Ucrania. Bajaría por la zona de Mariúpol, la península de Crimea y Sebastopol, y conectaría en último término, con el enclave de Transnistria”, explica el profesor López.

Odesa, pieza esencial para el éxito de Putin

Después de controlar prácticamente todo Mariúpol, otra de las ciudades ucranianas fundamentales para que Rusia cree el corredor terrestre es Odesa. “Si lo consigue, -desde un punto de vista geopolítico, geostratégico, comercial- sería desde luego una victoria muy relevante”, afirma el profesor de la Universidad Pontificia Comillas.

En este sentido, Puigsech explica que Odesa “es absolutamente imprescindible porque es el gran puerto histórico que ha conformado toda esta franja de la costa sur que baña el mar Negro”. “Odesa ha tenido un papel geoestratégico no solo para Rusia, también para el nacionalismo rumano, que tuvo su concepción de crear una Gran Rumanía durante el período de la Segunda Guerra Mundial. Se planteó colocar Odesa como capital de una región que ellos denominaban Transistria que lo que permitía era controlar toda esta franja del mar Negro llegando a incorporar Odesa como parte del Estado rumano”, asevera.

Por su parte, el almirante Tafalla señala que si Rusia atacara esta ciudad portuaria, “su proyecto sería dejar una Ucrania inviable, totalmente tocada económicamente al cortarle el acceso al mar por los dos lados que tiene: por Mariúpol y por Odesa”. Además, el ex Segundo Jefe del Estado Mayor de la Armada subraya que “si el mando ucraniano determina que los rusos van en serio hacia Odesa, haría el máximo esfuerzo y, teniendo en cuenta que se apoya en la barrera natural del río Dniéster, que es un pedazo de río sobre todo en su último tramo, pues lo tendría muy duro”.

La probable renuncia de Putin a un control total de Ucrania

Tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero, las fuerzas rusas llegaron en cuestión de días a localidades en las afueras de Kiev, pero después de sufrir grandes pérdidas, Moscú fracasó en los intentos por apoderarse de la capital ucraniana y otras poblaciones del centro.

“Putin intentó un golpe maestro que le salió mal, que era lo de Kiev, poner un gobierno títere y con eso ya dominar toda Ucrania. Eso le salió mal porque le plantaron cara en el norte y salió derrotado”, afirma el almirante Tafalla, quien señala que “el error que se cometió al principio sólo puede ser causado por el desprecio al Ejército ucraniano”.

Según el almirante Tafalla, Putin está “claramente involucrado en esto” y no cree que el presidente ruso “afloje la mordida más que para morder más fuerte en otro lado o en otro momento”.

Moscú completó a principios de abril la retirada de sus fuerzas en las regiones del norte de Ucrania y alrededor de la capital, movimiento que se podría interpretar como la renuncia de Putin al control total del país. Sin embargo, según el profesor López, “lo que haya podido hacer al principio puede ser una especie de maniobras de tanteo o de distracción sobre lo que eran sus objetivos definitivos”.

En la misma línea, Puigsech indica que “la pregunta que nos tenemos que hacer es si Putin se ha planteado realmente alguna vez el control absoluto del territorio ucraniano”. “La lectura que se ha realizado desde el mundo occidental y desde las propias autoridades ucranianas es que Putin quería tener un control militar del conjunto del territorio ucraniano, cosa que nunca ha sido reconocida por Putin”, añade.