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Guerra en Ucrania

Criptomonedas, ¿el instrumento ruso para evitar las sanciones?

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Las Mañanas de RNE - Rusia podría usar criptomonedas para evitar las sanciones internacionales

Las criptomonedas se han convertido en una nueva arma que pueden utilizar ambos bandos en esta guerra. Hace menos de dos semanas, el pasado 17 de febrero, la Rada Suprema -el Parlamento ucraniano- aprobaba una norma para legalizar el Bitcoin y otras monedas digitales. Al estallar la guerra, el Gobierno de Volodímir Zelenski pidió ayuda para financiarse a través de esta vía, compartió la dirección de dos 'wallets' de Bitcoin y Ethereum y hasta el momento ha recibido ya donaciones millonarias.

“Se trata de un hecho verdaderamente revolucionario porque, frente a lo que ocurría en guerras anteriores, hemos comprobado que cualquier persona que simpatice con la causa ucraniana puede prestarle apoyo económico en cuestión de pocos segundos”, asegura Ignacio Gomá Garcés, director asociado de Asuntos Públicos en Kreab y autor del libro '¿Qué es realmente Bitcoin?'. Además, Darío García, analista de XTB, añade: “El hecho de que Ucrania esté consiguiendo financiación por esa vía hace pensar que Rusia podría estar recurriendo también a esa herramienta”.

Un nuevo escudo para la guerra

En Rusia esos activos también están muy extendidos, de hecho, el Banco Central Ruso está desarrollando su propia moneda digital. Los ciudadanos rusos han invertido más de 20.000 millones de dólares en criptomonedas, así que estas pueden convertirse en un aliado para evitar las sanciones o, al menos, amortiguar su impacto.

La mayoría no se pueden rastrear, quedan fuera del alcance del circuito que controlan los bancos centrales y garantizan el anonimato. Eso permitiría utilizarlas para comprar e invertir fuera de Rusia. “Mientras que las contrapartes comerciales también sean 'wallets' virtuales, se va a mantener el anonimato en toda la transferencia de capital, tanto en el origen como en el destino”, señala Darío García.

Los oligarcas rusos podrían recurrir a ellas para protegerse de los batacazos que ha sufrido el rublo y para poner a salvo sus fortunas. “Coges 1.000 millones de rublos, los pones en una criptomoneda que nadie conozca, los mueves por medio de distintas transferencias dentro de esa criptomoneda a nombre de otras personas, los llevas a un paraíso fiscal, los intercambias por moneda y ya está”, explica Ignacio Gomá.

Las desventajas de la operación

Pero no todo son ventajas. Las criptomonedas son muy volátiles, no sirven como depósito de valor y los oligarcas rusos tendrían complicado convertirlas después a monedas oficiales y disponer cuando quieran de su dinero.

Además, hay que tener en cuenta que, debido a esa alta volatilidad, al cambiarlas podrían haber perdido gran parte de su valor. Ignacio Gomá recuerda la importancia de avanzar en la regulación de las criptomonedas para dar seguridad jurídica. En estos momentos, la Comisión Europea trabaja en un primer reglamento sobre estos activos, un marco regulatorio común que ha bautizado como 'MiCA'.