Enlaces accesibilidad
Reino Unido

El aumento en el precio de la electricidad y del gas lleva al cierre de varias distribuidoras en el Reino Unido

  • El gobierno británico estudia rescatar a las compañías para que consigan sobrevivir a los meses de invierno
  • Un 27 % de las estaciones de servicio sigue sin mercancía

Por
El aumento del precio del gas causa el cierre de otras tres empresas eléctricas en Reino Unido

La tensión en las gasolineras por falta de combustible remite en Reino Unido, mientras otra crisis se abre paso en el sector eléctrico. Los altos precios de energías como el gas y la electricidad han llevado a la quiebra a varias distribuidoras.

En el Reino Unido el precio del gas en los mercados internacionales es unas seis veces más caro que hace un año, lo que ha provocado el cierre de otras tres empresas eléctricas. Con estas ya son 12 las compañías que no han podido abrir durante estas dos últimas semanas.

Se prevé que estos costes tarden en disminuir, ya que corresponde a un organismo oficial fijar dos veces al año el precio máximo que se puede cobrar a los consumidores, y ya ha anunciado que no revisará ese límite, al menos, hasta el próximo mes de abril.

Por su parte, y en un intento por paliar la situación, el Ejecutivo británico estudia rescatar a las eléctricas con préstamos para que puedan sobrevivir a los meses de invierno.

Entretanto, el abastecimiento en las gasolineras va camino de normalizarse, aunque una de cada cuatro sigue sin combustible.

Extransportistas para solucionar el desabastecimiento en las gasolineras

El Gobierno de Boris Johnson trata de persuadir a extransportistas británicos para que vuelvan a ponerse al volante como parte del plan para paliar el desabastecimiento en las gasolineras y así evitar tener que reclutar a trabajadores inmigrantes.

El secretario jefe del Tesoro, Simon Clarke, ha dicho este jueves a la cadena pública 'BBC' que hay una campaña en marcha para "alentar a la gente que quiera volver al transporte a que lo que haga", aunque, con un déficit de 100.000 transportistas, el Ejecutivo conservador también concederá 5.000 visados temporales a conductores comunitarios en un intento por mejorar la situación.

Pero Clarke, que ha negado que la escasez de profesionales que ha llevado al desabastecimiento se deba a la salida británica de la Unión Europea (UE), ha insistido en que el objetivo es "aumentar el número de transportistas formados en el Reino Unido".

"Tenemos claro que dejamos la UE por algo, para controlar la inmigración", ha afirmado el político, que sostuvo que "el más de un millón de vacantes en el mercado laboral británico ofrece grandes oportunidades" a las personas desempleadas.

Por su parte, el nuevo vice primer ministro y titular de Justicia, Dominic Raab -anteriormente en Exteriores-, ha propuesto, en declaraciones recogidas por la prensa, que "delincuentes menores" con sentencias de servicio a la comunidad podrían ser formados para conducir camiones.

Los militares abastecerán de combustible las estaciones de servicio

El ministro de Empresa, Kwasi Kwarteng, confirmó este miércoles que "en los próximos días" empezarán a verse militares conduciendo vehículos con combustible para abastecer a las estaciones de servicio, un 27 % de las cuales sigue sin mercancía, frente a un 60 % el pasado fin de semana, según datos oficiales.

De acuerdo con el Gobierno conservador, unos 150 conductores del Ejército están ya preparados para asumir esas funciones. También se han movilizado camiones cisterna propiedad del Estado.

Tanto el primer ministro, Boris Johnson, como los miembros de su gabinete mantienen que "se está estabilizando" la situación en las gasolineras, donde en los últimos días ha habido largas filas de coches intentando repostar ante el temor a quedarse sin gasolina.

En esta misma línea van petroleras como Shell, Esso y BP que han subrayado en un comunicado que "hay abundante combustible en las refinerías" y "la situación en los surtidores está comenzando a mejorar", al tiempo que instan a repostar con normalidad.

Sin embargo, estas garantías no han sido suficientes para tranquilizar a los trabajadores de sectores esenciales, como sanidad y educación, que a menudo no pueden llenar sus depósitos, o a los taxistas londinenses, de los cuales un 30 % no pudo trabajar el martes.

Además, la tensión ha llevado a que los empleados de las gasolineras reciban "niveles intolerables de abuso tanto físico como verbal de conductores frustrados", ha denunciado el director de la Asociación de minoristas del petróleo, Gordon Balmer, que ha criticado que hay personas que se gastan apenas 1 libra (1,16 euros) para mantener el tanque lleno.

El gobierno insta a no hablar de "pánico" para no empeorar la situación

Casi una semana después de que se iniciara la compra en masa de gasolina ante "el pánico" a un desabastecimiento provocado por la escasez de transportistas, el Ejecutivo recomienda ahora a los ayuntamientos evitar usar esa palabra.

En documentos a los que ha tenido acceso la 'BBC', se insta a las autoridades locales a no utilizar términos como "pánico", "compras por el pánico" y "acumulación", pues oír estos vocablos fomenta ese comportamiento.

En lugar de estas expresiones, el Ejecutivo recomienda usar frases como "repostar antes de tiempo" o "un cambio en las pautas de la demanda", y pide "no juzgar moralmente" a quienes esperan horas para llenar el depósito llamándoles "egoístas" o "irracionales", pues eso genera reacciones negativas.

Ante esto, el concejal del Partido Verde en Brighton (sureste inglés) Phélim Mac Cafferty, en unas declaraciones a la cadena pública británica, ha considerado "lamentable" que el Gobierno trate de que "los consistorios le ayuden a encubrir la crisis del combustible".