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Vivienda

La OCDE pide a España priorizar la vivienda social frente a endurecer la regulación del alquiler

  • El stock de viviendas de alquiler social supera tímidamente el 1 % y se sitúa a la cola entre los países miembros
  • España es el séptimo país de la OCDE en el que las rentas bajas pagan más alquiler: más de un 40 % de su salario

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Los españoles se encuentran entre los mayores tenedores de vivienda de la OCDE
Un anuncio de una promoción de viviendas.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha puesto el foco en su último informe en uno de los grandes desequilibrios de la economía española: la vivienda. El organismo alerta de que España tiene una de las regulaciones de alquiler más estrictas de entre sus miembros, por lo que endurecerlo aún más podría reducir el parque de vivienda que está en el mercado. El organismo aboga, en cambio, por priorizar la construcción de vivienda social, ya que su stock supera tímidamente el 1 % y se sitúa a la cola entre los países que forman parte del club.

“Un control más estricto de los alquileres, el cual reduce la rentabilidad de la inversión en vivienda, se asocia empíricamente con una respuesta más débil de la oferta de vivienda a los cambios en la demanda”, señala la OCDE en su informe, publicado este lunes, donde también advierte de que “unas mayores subvenciones pueden inflar los alquileres y los precios cuando la oferta no responde con flexibilidad a la demanda”.

A su juicio, la prioridad para España debe estar en fomentar la inversión en vivienda social y asequible ante el problema de acceso para una parte significativa de la población, y que se ha hecho más evidente con la crisis del coronavirus. De acuerdo con sus últimos datos, relativos a 2019, el stock de viviendas de alquiler social en España era del 1,1 % sobre el total de viviendas, una cifra solo por delante de Estonia, Lituania y la República Checa. El organismo destaca, además, que apenas ha variado este porcentaje en la última década.

“La vivienda social se ha inclinado tradicionalmente hacia la propiedad de la vivienda más que hacia el alquiler, pero se están preparando nuevas políticas para aumentar el parque de casas de alquiler y apoyar el acceso a la vivienda de los grupos vulnerables, incluidos los jóvenes”, subraya el texto. En otros países como Países Bajos, Austria y Dinamarca las viviendas de alquiler social suponen más del 20 % del total.

Los jóvenes y los trabajadores con rentas bajas, los más afectados

Precisamente los jóvenes son uno de los colectivos más afectados por la situación del mercado inmobiliario en España. Y es que más del 70 % de la población entre 20 y 29 años aún vive con sus padres, alerta el organismo. Además, la OCDE expone en su estudio sobre vivienda que España es uno de los países donde más se ha disparado el porcentaje de hogares a los que el pago del alquiler les supone una sobrecarga financiera: los españoles con rentas más bajas dedican más de un 40 % de su salario al pago de la renta.

“Los elevados aumentos de los alquileres en algunas ciudades y zonas urbanas y las altas tasas de desempleo estructural contribuyen a la elevada sobrecarga del coste de la vivienda”, apunta el club de países desarrollados. Cabe recordar que la tasa de desempleo en España se situó en el 15,98 % en el primer trimestre del año, según los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), mientras que la tasa de paro juvenil roza el 40 % y es la más alta de la Unión Europea (UE).

En este sentido, la OCDE recuerda que los precios de la vivienda han aumentado de forma constante, especialmente para los inquilinos en todos los países miembros. En promedio, los precios reales de la vivienda aumentaron en 31 países de la OCDE entre 2005 y 2019, siendo Colombia, Canadá e Israel los que registraron aumentos de más del 80 %. Mientras que otros siete países, entre los que se incluye España, registraron una caída en los precios reales de la vivienda 2005 y 2019.

El dilema de la regulación del alquiler de vivienda en España

El precio del alquiler, por su parte, creció en todos los estados miembros, salvo en Grecia y Japón; y se duplicó en Turquía, Lituania, Islandia, Estonia y Sudáfrica. “Los alquileres elevados y crecientes dificultan a los inquilinos el ahorro para el pago inicial de la compra de una vivienda y los hacen más vulnerables en caso de choques económicos, como el causado por la pandemia del COVID-19”, explica el organismo presidido por el australiano Mathias Cormann.

En el caso de España, la OCDE señala que la volatilidad del precio de la vivienda está en línea con la media de los países que forman parte del club; no obstante, “la crisis financiera mundial, los precios de la vivienda y del alquiler han divergido mucho entre las regiones, con presiones crecientes en algunas ciudades, como Madrid y Barcelona”.

Por último, la movilidad residencial en España, medida por el porcentaje de individuos que cambiaron de residencia en los años 2008-2012, es relativamente baja en comparación internacional, según el organismo. “La falta de portabilidad de las prestaciones entre regiones y los elevados costes de transacción (la fiscalidad de la vivienda se inclina hacia los impuestos no recurrentes) son barreras potenciales a la movilidad residencial y laboral”, sentencia.

Los españoles, entre los mayores propietarios de vivienda

El informe también destaca que en España el régimen de propiedad prima entre el alquiler. Las tasas de propiedad de la vivienda son más altas en Eslovaquia, Hungría y España, y más bajas en Alemania, Dinamarca y Austria. De hecho, según expone la OCDE, la tasa de inversión en vivienda ha aumentado desde 2012 más en España que la media de los países desarrollados.

Asimismo, el tiempo medio de desplazamiento de los españoles es relativamente bajo en comparación con otros países, lo que sugiere que la mayoría de la gente puede permitirse vivir lo suficientemente cerca de su lugar de trabajo.

Por todo ello, los mercados hipotecarios desempeñan un papel crucial en las finanzas de los hogares españoles. Y, pese a que la relación entre los créditos hipotecarios pendientes de los hogares y el PIB en España está cerca de la media en comparación con el resto de países, la OCDE destaca que el aumento de la relación entre la deuda y los ingresos de los hogares con deuda hipotecaria supera el 200 %. “En la coyuntura actual, la crisis COVID-19 está creando una vulnerabilidad financiera relacionada con las hipotecas entre los hogares, en particular debido a la caída de los ingresos como consecuencia de la pérdida de empleo o de ingresos”, advierte el club de países.

Así, alerta de que los propietarios de viviendas con bajos ingresos son especialmente vulnerables y recalca algunas de las medidas tomadas en España desde la irrupción de la pandemia como la suspensión temporal del pago de las hipotecas.