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Los ganaderos y el lobo: hablamos con Marta García, la voz del campo cántabro

 Reportaje  Comando Actualidad  
  • La aprobación de incluir al lobo en la lista de animales que está prohibido cazar en territorio español ha reavivado el conflicto
  • ¿Será posible la convivencia entre el humano y el lobo? ¿Quién debe estudiar esa decisión?
  • La mirada de los reporteros de Comando Actualidad tras la próxima entrega: 'El hombre y el lobo'
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¿Será posible la convivencia entre el humano y el lobo?
¿Será posible la convivencia entre el humano y el lobo? |

El camino que separa la redacción de Comando Actualidad, en Madrid, de la Ganadería Val del Mazo, en Cañedo, Cantabria, es de cuatro horas cincuenta. Durante el viaje devoro decenas de vídeos que Marta García, la propietaria de esta explotación, ha colgado en Internet para poner voz al campo, la misma que levanta firme en el Parlamento de Cantabria: esta mujer incombustible “pastorea” a sus yeguas salvajes Monchinas en el Parque Natural Collados del Asón y a la media hora se dirige a sus señorías desde la tribuna de la cámara, para cantar las cuarenta a todo aquel que no cuide al campo.

¿Será posible la convivencia entre el humano y el lobo?
¿Será posible la convivencia entre el humano y el lobo?

¿Será posible la convivencia entre el humano y el lobo? | RTVE

Marta García es diputada desde hace dos años, “me quedan otros dos y me marcho”, confiesa, al tiempo que se mete corriendo en casa, se hace una coleta alta y se echa al volante como una flecha para llegar a tiempo a la sesión de las cinco. Al hemiciclo se dirige esta ganadera con la fuerza de un Titán, sabedora de que pocos conocen allá en Santander la verdadera naturaleza de su trabajo.

Digo Santander, pero bien podría referirme a España entera. Les hablo de una empresaria rural única, sabia, tremendamente elocuente, que se asoma al altavoz de Comando desde las tripas y tan sincera como el amor que siente por lo que hace. Se enfada y mucho al explicar lo que está ocurriendo con el lobo. Y a cada frase, muda el tono y mira al objetivo, para decirle a la Ministra de Transición Ecológica y Reto demográfico, Teresa Ribera, que el campo no se rinde. Les dejo una frase de tantas suyas que vuela en Internet y que lanzó al parlamento autonómico: “Malditos los que con sus palabras defienden al campo y con sus hechos nos traicionan…’’.

La “devoro” totalmente enganchada a su perfil de Instagram. Es toda una influencer: un hito para esta ganadera que no tiene conexión a Internet en Val del Mazo. Aun así, 46.167 personas la siguen en Facebook y 6.600 en Instagram… Tan claro y alto nos habla… Porque “sin vacas no hay paraíso” reza la tanqueta con la que esta mujer se encarama a su puesto de trabajo a 1.632 metros de altura. Sus vacas nunca tienen las cuatro patas al mismo nivel, ¿se imaginan? El ganado en extensivo busca alimento en tierras comunales a las que resulta difícil acceder. Nos dirigimos al Parque Natural Collados del Ansón, donde pacen sus yeguas salvajes Monchinas y, en verano, sus vacas Casinas, dos especies en peligro de extinción a las que el lobo amenaza.

Sin cobertura ni ambulancia

Marta conduce más de media hora su 4x4, sin camino asfaltado, a lomos de una pista horadada por el tiempo y los embistes de la nieve, llena de boquetes, donde de un zarpazo, el camino engulle a los coches, “¡¡calla que volcamos!!”… “¿Cómo voy a pastorear aquí, si es que me matoooooooo?” Al apearnos del vehículo, esta mujer incombustible me cuenta que aún le restarían dos horas y media de camino montaña arriba, hasta los riscos donde aún se distingue nieve, “Allí suben mis vacas Sara… ¿Allí?, ¿Allí voy a pastorear? ¿Y cómo concilio mi vida familiar? ¿Y si me cae un rayo en la montaña? ¿Y si me caigo y me rompo una pierna? ¿Y si..? Porque aquí no hay cobertura ni llega la ambulancia”.

Tres dedos levantados frente a la cámara, a sus preguntas. Me las lanza esta ganadera encendida: “¿CUÁNTOS lobos hay, Sara?” Y sale el pulgar. Silencio. “¿CUÁNTOS puede haber?” El índice se dispara. “Y ¿DÓNDE pueden estar?” El anular completa la triada-losa. Después los tres dedos se cierran de un portazo. Y así, a golpes entre el enfado y la chispa que llena de emoción su discurso, Marta me repetirá estas tres preguntas como un mantra durante las seis horas que paso con ella.

¿Será posible la convivencia entre el humano y el lobo?
¿Será posible la convivencia entre el humano y el lobo?

¿Será posible la convivencia entre el humano y el lobo? | RTVE

Lo cierto es que nadie sabe en España cuántos lobos recorren hoy la Península, cuántas manadas acechan al ganado, cuántos cánidos han nacido en 2020 o cuántos Canis lupus signatus, la subespecie endémica en nuestro país, vendrán al mundo antes del verano. Poco sabemos de las cifras actuales porque el último censo oficial del lobo es del periodo 2012-2014.

No es una cuestión menor. Del número de ejemplares depende que consideremos al lobo especie vulnerable a la que hay que proteger o, por el contrario, como especie en expansión, que conquista nuevos territorios. "Y los datos no justifican -asegura García- que se cambie el estatus legal del lobo” y que se prohíba su caza controlada.

Lo defienden ella y todas las organizaciones y sindicatos agrarios del país y la mayoría de los ganaderos de España y los Gobiernos de Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria (las cuatro comunidades autónomas que concentran el 98% de la población de lobos de España) y el Colegio de Ingenieros de Montes de Madrid. Tampoco entiende la decisión del Gobierno la hija de Félix Rodríguez de la Fuente quien manifestaba su pesar porque se hubiera cambiado el estatus legal de este depredador sin tener en cuenta a quienes habitan el territorio... Y para eso, para escucharlos, para entender el verdadero valor antropológico de la ganadería extensiva en nuestro país, Comando ha salido a la calle, bueno, al campo, a preguntar a aquellos que nos proporcionan alimento, a los que dan de comer a las ciudades, qué pasa con el lobo.