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El doble milagro de Erwin: salvó su vida en 'la tragedia del Chapecoense' y ahora sobrevive a un accidente de bus

  • El vehículo cayó por un barranco de 150 metros, dejando una veintena de fallecidos
  • En 2016 fue uno de los seis supervivientes del conocido accidente aéreo

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Un superviviente de 'la tragedia del Chapecoense' sobrevive a un accidente de autobús en Bolivia

El boliviano Erwin Tumiri se siente "muy bendecido por Dios" y cómo no, si en 2016 fue uno de los pocos sobrevivientes de la tragedia aérea del club brasileño Chapecoense en Colombia, ahora acaba de evadir nuevamente a la muerte en un accidente en una carretera de Bolivia con una veintena de fallecidos.

En esta nueva tragedia, 44 pasajeros se dirigían en autobús a la localidad boliviana de Chimoré cuando el vehículo cayó por un barranco de 150 metros. Un suceso que no es extraño en Bolivia, donde cada año mueren en las carreteras 1.400 personas.

Las circunstancias son diferentes a las de hace cinco años, pero la sensación física es la misma por las secuelas que le dejó el primer accidente en la columna, según comenta el propio Tumiri desde la cama de la clínica privada en que se recupera tras sobrevivir al despeño del ómnibus.

Apenado, cabreado y agradecido en partes iguales

Con respecto al suceso reciente, Tumiri ha confesado sentir pena "porque han fallecido muchas personas y a la vez mucha rabia" porque no es la primera vez que la empresa de transporte en la que viajaba sufre un accidente de estas características.

Cuando salí a gatas y me senté me dije: otra vez, no puedo creerlo

Pero también este joven evangélico nacido en la ciudad central de Cochabamba en 1991 se siente y sabe bendecido por las dos veces que ya ha salvado su vida.

"En lo personal, yo me siento muy bendecido por Dios y a Dios no lo dejo para nada, está siempre en mis propósitos, en mis proyectos que tengo que hacer ahí siempre está Él", ha sostenido.

La tragedia del Chapecoense

El 28 de noviembre de 2016 es una fecha que le cambió por completo. Un avión de la ahora desaparecida aerolínea boliviana Lamia, en el que viajaban desde la región boliviana de Santa Cruz futbolistas y dirigentes del Chapecoense, además de periodistas y tripulantes, se estrelló cerca de la ciudad colombiana de Medellín tras quedarse sin combustible.

En el siniestro murieron 71 de los 77 pasajeros del avión, la mayoría futbolistas, y hubo seis sobrevivientes, entre ellos Tumiri, uno de los tripulantes de la nave. Aquella experiencia le permitió valorar más a su madre y a sus amigos que le dieron apoyo incondicional en un momento difícil. "Desde que pasó lo del vuelo vi que hay buenos amigos que siempre están ahí y yo los valoro a todos", ha confesado.

Tras el accidente se volcó más en su religión, a la par de intentar trabajar en distintos lugares, pero la cuarentena por la pandemia de la COVID-19 frenó algunos planes que tenía.

Su sueño de volver a trabajar en el área aeronáutica se concretó en febrero pasado, cuando fue aceptado en la estatal Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

El autobús no estaba en buenas condiciones

El accidente recientemente sufrido está conectado de alguna forma con su nuevo empleo, pues fue asignado a la localidad de Chimoré, en la zona central del Trópico de Cochabamba, y el viaje que realizaba era justamente para completar su traslado.

El trayecto estaba previsto para la noche, aunque confesó que "no quería" hacerlo con la empresa de transporte involucrada en el suceso porque el ómnibus se veía "viejito".

Finalmente se decidió y cargó sus cosas en el vehículo con ayuda del chófer, se acomodó en su asiento, se puso audífonos para escuchar música y comenzó a dormitar durante el viaje.

Avanzado el recorrido, "empezó a gritar la gente, decían 'pare, frene'. Mucha gente estaba empezando a llorar, las señoras más que todo", relató. "Boté mi celular, me agarré duro del asiento de adelante y me apoyé atrás" imaginando lo que vendría a continuación por la velocidad con que avanzaba el vehículo, ha explicado.

"Me agarré duro. Un rato hemos estado corriendo y de ahí se volcó. Al final salí gateando, fui uno de los primeros en salir. Me llevaron en una camioneta, creo que de la Policía", ha contado Tumiri, que llegó primero a la localidad de Colomi y desde allí le trasladaron en ambulancia hasta Sacaba.

Para el joven, es probable que se hubieran roto los frenos del ómnibus porque iba a una velocidad "extremadamente fuerte" sin que el chófer pudiera hacer algo para disminuirla.

No pierde la ilusión

Tumiri confía en que sus heridas físicas sanarán pronto y aunque tiene miedo de subirse a un autobús, sostuvo que "algo" hará para completar su traslado a Chimoré.

Además de trabajar en lo que le apasiona, el joven superviviente quiere ayudar a personas necesitadas, como los humildes indígenas que vio en las frías calles de La Paz cuando buscaba empleo. "Me propuse que con mi primer sueldo iba a invitarles, es mi sentir", afirma.

También se dedica a hacer música folclórica fusionada en su iglesia, con el propósito de tener a Dios siempre presente. "Tal vez Dios no te lo va a demostrar de manera repentina, pero él sabe cuándo nos va a mostrar su lealtad", algo que él ya ha sentido fuertemente dos veces.