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Ley trans

Andalucía contempla la autodeterminación de género en su legislación desde hace 6 años

  • La ley andaluza fue pionera al salir adelante, por unanimidad del Parlamento Andaluz, en 2014
  • Esta norma no hace necesario diagnóstico médico previo para acreditar disonancia entre el sexo biológico y la identidad de género

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Andalucía, comunidad pionera en aprobar una ley trans y por unanimidad

El derecho a la libre elección del género levanta hoy polémica tras la publicación del borrador de la conocida como “Ley Trans” por parte del Ministerio de Igualdad. Andalucía fue la primera comunidad en España en reconocer ese derecho, en una ley que se aprobó hace 6 años, y que se consideró entonces un triunfo del colectivo transexual.

La ley andaluza de transexualidad se aprobó en 2014 por unanimidad entonces de PSOE, PP e Izquierda Unida. Con su entrada en vigor las personas transexuales, como Ángel González, pudieron recibir tratamiento hormonal para cambiar su sexo simplemente solicitandolo, sin tener que pasar por un examen psicológico, obligatorio antes de 2014 y que él también pasó. “Las preguntas que hacían entonces eran del tipo: ¿Oyes voces?, ¿Te gusta jugar con muñecas? Cuando llegó la ley de 2014 ese proceso se elimina y la persona simplemente con decir quién es, consigue sus hormonas”, nos cuenta Ángel que ha podido cambiar su nombre antiguo por el nuevo en los documentos autonómicos con una solicitud formal. Para cambiar su DNI, Ángel sí tuvo que acreditar que llevaba dos años hormonándose.

Esta norma no hace necesario diagnóstico médico previo para acreditar disonancia entre el sexo biológico y la identidad de género.

La ley andaluza también prevé que los menores puedan cambiar su nombre por ejemplo en las listas escolares, si así lo solicitan sus tutores legales. Un menor también puede iniciar en la sanidad pública un tratamiento hormonal para empezar a cambiar su apariencia física. Previamente se evalúa su madurez. En los dos primeros años de aplicación de la ley más de 5.000 personas acudieron a la sanidad pública para “transicionar”, para cambiar su sexo. 200 de ellas tenían menos de 14 años.