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Ilustración

Un bestiario que es un retrato de nosotros mismos

  • El cineasta, escritor e ilustrador Zoe Berriatúa publica Animales que no llegaron a existir
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El artista Zoe Berriatúa presenta 'Animales que no llegaron a existir'

Seguramente conoceréis a Zoe Berriatúa (Madrid, 1978) por sus trabajos como director (En las estrellas, Los héroes del mal) o como actor (Al salir de clase, Cuéntame cómo pasó, School killer…), pero él confiesa que su verdadera vocación es la de escritor e ilustrador. Ya ha publicado varios libros (El perro existencialista, Monstruos del subconsciente colectivo y El hombre que pudo hacer cine) y ahora nos sorprende con un bestiario, Animales que no llegaron a existir (La Bestia Edita-Amazon), protagonizado por "criaturas defectuosas" que son un retrato de nosotros mismos.

“Este bestiario es una colección de conductas patológicas, negativas y autodestructivas que nos hacemos a nosotros mismos -nos comenta Zoe-. Es como una fábula donde estos seres fantásticos reflejan nuestras partes más enfermizas. Son las mutaciones desafortunadas del darwinismo, animales que no llegaron a existir como especie. En la evolución, de vez en cuando aparece una mutación que es mejor, pero para que esa llegue a ocurrir, antes hay un montón que no valen y que producen seres defectuosos”.

“Estos seres también reflejan esa parte defectuosa que todos tenemos –añade-. Por eso a mí me gusta mucho preguntar a los lectores con cuáles de estos seres se identifica. Y me dicen: “yo soy el gigante de piedra” o “yo soy el lago viviente”. Y es curioso porque cuando te dicen con qué animal se identifican, te vas dando cuenta de qué tipo de personas son”.

“Yo, por ejemplo, tengo ‘La furia del mar’, ‘El gigante de piedra’ y ‘El mapa que sigue la corriente’ o esa obstinación que te lleva a hacer locuras…” .confiesa-.

'La mano dle gigante de piedra'

Guiños al mundo esotérico y al de la magia

Respecto al origen de estos monstruos, Zoe nos comenta que: “Algunos son mitológicos, otros completamente inventados y un tercer grupo hace referencia u homenaje a otras cosas. El libro está lleno de pequeños homenajes y parodias. Por ejemplo ese triángulo donde pone “abran la tapa”, es un homenaje al de Aleister Crowley (influyente ocultista, escritor y místico francés), en el que ponía ‘Abracadabra’. También está el escudo de Abraxas (enigmático dios que representaba el bien y el mal), pero en vez de estar Abraxas está la Bestia, mi hija y su gato, y en vez de poner ‘Ian Abraxas Cakawo’ pone ‘Ian Aleph Cakawo, porque mi hija se llama Aleph”.

Hay un montón de guiños al mundo del ocultismo y de la mitología -continúa- Al principio hay un texto en latín que explica de donde salen estos monstruos, de que es lo que opinarían los dioses de los monstruos y de nosotros. Es un libro que tiene muchas capas de profundidad, que puede disfrutar un niño o un lector no familiarizado con el tema, pero que otros lectores disfrutarán más a fondo”

La descripción que acompaña a cada uno de esos monstruos está escrita en verso. “Creo -asegura Zoe-, que la limitación del verso da un valor añadido a este trabajo. Mi libro de cuentos El hombre que pudo hacer cine, lo hice a base de ripios, de verso libre, como un rap de cosas que riman a lo loco y sin sentido. Pero no me convencieron ni el ritmo ni el tono, los que tiene un verso ya creado no te los da uno libre”.

“Es como el planteamiento, nudo y desenlace de una película -añade-, una serie de normas que te hacen seguir una estructura que hacen que tu historia, aunque pueda parecer más convencional, tenga un ritmo y un orden. Un ritmo, tono y orden que vienen muy bien a los versos de este bestiario”.

“Me gustaría destacar que Toni Rodríguez hizo un trabajo increíble al traducir estos versos al inglés (Se trata de una edición bilingüe). Porque ha conseguido que dijeran lo mismo y siguieran rimando en verso, lo que es tremendamente complicado”, -concluye Zoe-.

Página con la versión de Zoe del escudo de Abraxas

Monstruos con influencias de Tim Burton y Eduard Gorey

En cuanto al estrafalario y divertido aspecto de los monstruos, Zoe nos comenta que: “Se nota mucho la influencia de Tim Burton y Eduard Gorey, pero también hay algunos seres, me gusta más llamarlos seres o criaturas que monstruos, que se inspiran en el Bosco (El murmurandor Piquilargo), Goya (El Grogo) o Roger Dean (El gigante de piedra)… Hay muchas influencias”.

“Y los tonos dorados del libro hacen referencia a los bestiarios de la pintura sacra de finales del Renacimiento y el Gótico, que tiene esos tonos y que es la base de esta parodia de un bestiario medieval”.

Para que os hagáis una idea de cómo son estas criaturas pedimos a Zoe que nos describa a su favorita: “Me divierte mucho el Hombre Cebolla: “El hombre cebolla quiso hallar su yo verdadero. Esta es la historia de cómo se peló entero”. Es como esta gente que se vuelve loca y empieza a destruir su vida hasta que ya no queda nada. No hay un límite entre el ‘yo verdadero’ y el ‘yo externo’. Nuestra piel, nuestro ego, nuestro yo social, todas esas capas forman parte de nosotros”.

“Hay cierta profundidad en ese chiste –añade- en el que no sabemos nunca, en esta cebolla que somos, dónde empieza una capa y acaba otra… ni quienes somos en el fondo”.

El libro también reivindica que no perdamos nunca la fantasía: “Pienso que lo que lo que diferencia al ser humano de los animales es su capacidad de inventar cosas y de convertirlas en realidades tangibles. Y esta capacidad de fantasear es la que erróneamente algunas personas piensan que es exclusiva de los niños. Es cierto que algunos pierden esa capacidad de convertir lo imposible en algo posible, pero eso es lo que nos hace estar vivos; en el momento que lo perdemos, morimos”.

"Este libro es fantástico e interactivo porque mediante esas parábolas nos está diciendo que desarrollemos nuestros pensamientos para darles forma. Creo que tenemos que desarrollar la imaginación siempre, hasta el día que muramos, porque si no moriremos en vida” -añade Zoe-.

'El Hombre Cebolla'

“Tengo el ‘síndrome del salvador’”

Zoe confiesa que hacer este libro también ha sido una forma terapia: “Yo he tenido toda mi vida una cosa que se llama “síndrome del salvador”, me hago amigo de gente que tiene problemas y trato de solucionárselos. Y al final ni soluciono sus problemas ni los míos. Pero eso me ha permitido conocer a personas con muchos problemas mentales. Por eso mi vocación frustrada es ser psicólogo, psiquiatra… siempre he estado relacionado con el mundo de la psicología y las patologías, me interesa mucho”.

En cuanto a por qué decidió a hacer este libro, Zoe confiesa que: “Yo soy un intruso en el mundo del cine, como actor y como director. Hago cine por vengar a mi padre (el director e historiador Luciano Berriatúa), porque empezó muchas películas que no pudo terminar; y también por vengarme de él, porque siempre me decía que iba a triunfar y nunca lo hacía. Por eso decidí hacer lo que mi padre no pudo cumplir y vengarme del monstruo que lo derrotó a él”.

Pero lo que yo siempre he querido es ser escritor e ilustrador -añade-. Tengo otros tres libros de ilustraciones y cuentos, pero hacía 10 años que no publicaba porque es complicado. Ahora gracias a las autopublicaciones de Amazon he podido hacerlo con mi propia editorial (La Bestia Edita). Y sin tener que depender de los gustos ni los calendarios de una editorial convencional, ni tener una tirada mínima o todo el lío de la distribución. Es comodísimo”.

“Voy a aprovechar este sistema –añade- para volver a publicar Monstruos, el inconsciente colectivo, que es lo mejor que he hecho en mi vida, mejor que las películas y mejor que todo. Recuerdo que las editoriales no lo querían pero conseguí una subvención de ICAA (Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales) y entonces me lo publicó Sin Sentido. Y fue el libro más vendido de la editorial, de toda su historia”.

'El Sovonk'

Álex de la Iglesia escribe el prólogo

Destacar el prólogo escrito por el cineasta Álex de la Iglesia (La Comunidad, El día de la bestia, 30 monedas…), que produjo la última película de Zoe (En las estrellas, 2018). “Álex es un referente para mí, siempre lo fue -confiesa Zoe-. Y tuve la inmensa fortuna de que cayó en un pase de cortometrajes en el que se pasaba un corto mío y le encantó, y me dijo: “Te voy a ayudar a producir”. Lo interpreté como un golpe de suerte pero con el paso del tiempo he comprendido que los frikis o la gente que comparte cosas, se juntan con el paso de los años. Pero me siento muy afortunado de conocer a Álex. Pero creo que cuando uno hace lo que le gusta, cuando no se disfraza de lo que el mundo espera de él, al final se junta con los de su especie de una forma u otra”.

“Era necesario que Álex estuviera en este libro porque es alguien muy importante en mi carrera y en mi vida. Me ha ayudado mucho como persona y como creador. Es honesto y generoso y me ha ayudado sin ganar nada a cambio. Siempre estaré en deuda con él. Creo que el prólogo que me ha escrito define mejor el espíritu del libro que mi epílogo”.

'El Bobillo Común'

En cuanto a si estos seres se podrían llevar al cine, Zoe confiesa que: “Me gustaría y me divertiría, pero creo que su formato es el de bestiario. Sería una mala idea llevarlos al cine porque hay un lugar para todo. Igual que no es bueno llevarse el trabajo a casa no es bueno llevar un libro de ilustraciones al cine. Me gustaría mucho pero no le veo el sentido. Me gusta que mis libros de ilustraciones sean libros y mis películas sean películas, que tengan tonos diferentes”.

“Aunque quizá por eso llevo carrera de director maldito -añade-, porque mis dos películas son tan diferentes y las que concibo tampoco se parecen. Eso con mis libros no me pasa porque hay una línea muy certera y muy clara donde se ve que yo soy, realmente, un autor de libros y cuentos, no un director de cine. Ahí soy un falso profeta porque no me gusta el mundo del cine ni las dificultades y el sufrimiento que conlleva. Seguiré haciendo cine porque es un medio de expresión increíble, pero de lo que más disfruto es de mis libros de ilustraciones. Y a partir de ahora mi intención es publicarme un libro al año, ya sea con Amazon o con mi propia editorial”.

Portada de 'Animales que no llegaron a existir'

Sus proyectos

En cuanto a sus proyectos, Zoe nos avanza que: “De ilustración, el año que viene sacaré la nueva edición de Monstruos del inconsciente colectivo, que publiqué hace 15 años y todavía me lo piden a día de hoy. Había 70 monstruos y ahora estoy dibujando otros 30 para tener 100, un número redondo. Y tengo otro montón de libros escritos que quiero ilustrar”.

“En cuanto al cine -añade-, hay una película en manos de Álex, que a ver si podemos levantar; hay una serie de animación pendiente de aprobación… hay varios guiones dando vueltas y ahora estoy escribiendo otro nuevo. Todos los años intento escribir dos guiones de largo o de series, que se caen todos los años menos alguna vez que salen. Es como plantar semillas en una huerta que no suelen salir, pero de vez en cuando alguna prospera”.

"Si me gustaría agradecer a Panta Rhei, la librería de Ingrid y Lilo, que publicó mi libro El perro existencialista y que lo siguen distribuyendo y vendiendo. Ellas son maravillosas y su tienda también. Son unas pioneras con su tienda, sus exposiciones, sus publicaciones... y también son esos bichos raros que hacen cosas especiales que no encajan con el mundo editorial convencional. Son un oasis, como Álex de la Iglesia en el cine español, y aquí estamos los inadaptados, juntándonos entre nosotros" -concluye Zoe Berriatúa-.

Zoe Berriatúa