Cómic

'Ofensiva final', dos mujeres contra la violencia de un mundo machista

Hablamos con sus autores, Miguel Ángel Giner Bou y Susanna Martín
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24.12.2020 09:37 horas

Por JESÚS JIMÉNEZ

En 2013 Miguel Ángel Giner Bou y Cristina Durán (Premios Nacionales de Cómic por El día 3) viajaron a Nicaragua dentro de un proyecto de la ONG Oxfam Intermon en el que 10 de los mejores autores del Cómic español retrataron las duras condiciones de vida en otros tantos lugares del planeta. Una experiencia que quedó reflejada en el cómic solidario Viñetas de vida (Astiberri). Pero Miguel Ángel se quedó tan impresionado que ha decidido aprovechar ese material en una nueva novela gráfica, Ofensiva final (Dolmen), que cuenta con el arte de Susanna Martín (Annemarie, Residencia de estudiantes).

Miguel Ángel Giner Bou (Valencia, 1969) confiesa que: "Ese viaje a Nicaragua fue muy intenso. Tuvimos más de 20 entrevistas con actores del periodismo y de la política en Nicaragua, y numerosos encuentros con cooperativas, grupos de teatro, residencias de niñas y/o visitas a poblados con un nivel de pobreza alarmante. De toda aquella experiencia tenía claro que tarde o temprano haría una historia con todo ese material pues era demasiado interesante como para dejarlo aparcado. Lo curioso es que es un cómic que se complementa con otros dos: con el de Ondas en el río de Viñetas de vida, y con El bote de mermelada que hicimos también para Oxfam y que trata de la situación de las mujeres en Guatemala, donde una documentalista, que podría ser Iratxe, va a una cena de ricos a intentar buscar subvención para su próximo documental. Se puede leer aquí".

"Por otro lado -añade el guionista-, he de decir que el cómic lo empecé a escribir poco después de regresar de allí, pero entre que se lo propuse a Susanna y que mientras buscábamos editorial se nos cruzaron otros proyectos por el medio (El día 3, Anna Dédalus 2: la paradoja de Fermi que hicimos juntos, Annemarie y Residencia de estudiantes) no arrancamos en serio hasta el 2018 cuando Susanna ganó la beca del gobierno vasco que coincidió con que Dolmen se interesó por editarlo".

Nadie mejor para acompañarlo en este viaje que la gran dibujante Susanna Martín (Barcelona, 1976), que también conoce Nicaragua de primera mano: "A mí Nicaragua me enamoró. Es uno de los países más bonitos que he visto y su gente es muy amable y valiente. Según mi mirada privilegiada de blanca europea estando allí de visita, era el paraíso: muchísima fruta, todo el año en tirantes y pantalón corto y la vida muy barata. Yo fui antes de la crisis política y socioeconómica de 2018, y ya había un trasfondo de vulnerabilidad de derechos, inseguridad, pobreza y violencia machista (esto último como en todas partes). A pesar de eso, las mujeres, el movimiento feminista y también el LGTBI organizaban un tipo de acciones y resistencias envidiables, desde lo comunitario, los cuerpos y los cuidados, algo impensable aquí. Eso es algo que intentamos reflejar en el cómic en el capítulo del grupo de teatro en una aldea".

Dos mujeres contra la violencia

El cómic está ambientado en un futuro cercano donde un muro separa el norte y el sur de América, a los ricos de los pobres. Y cuenta la historia de Iratxe, una joven cineasta que acaba de ganar un Oscar por su último documental y que acepta el encargo de una ONG para viajar a un país centroamericano, donde se encontrará un mundo más solidario que el Occidental, pero también se encontrará numerosas desigualdades sociales y una enorme violencia contra la mujer. Y conocerá a Damaris, con la que iniciará una relación muy especial.

Susanna Martín nos presenta a las dos protagonistas, Iratxe y Damaris: "Iratxe es una directora de documentales vasca de mucho éxito, al principio muy poco sensibilizada con las diferencias norte y sur. Para crear al personaje me inspiré en la actriz Charlotte Gainsbourg, porque me gustaba. Damaris trabaja en una oenegé de un país -ficticio- fronterizo con EUA, muy politizada, hija de guerrillera, muy preocupada por las injusticias y vulneraciones de derechos en su país".

El cómic incluye un testimonio de una universitaria de Nicaragua en el que explica que todavía hay lugares en los que la violación de una niña se arregla pagando a su familia con una vaca. "Bueno, yo no centraría el problema en Nicaragua -afirma Miguel Ángel-. De hecho, en el cómic no digo qué país es porque mi intención era remarcar que es una situación común a todos los países pobres donde la vida de la población no vale mucho. En los campamentos de Siria, o similares, es conocido el tráfico o secuestro de niñas para el mercado de la prostitución en occidente. De los países del este de Europa siguen viniendo jóvenes engañadas que luego son prostituidas por obligación. España cuenta con ese mercado, sin ir más lejos".

Un cómic que lucha por el cambio

Preguntamos a Miguel Ángel por qué quiere ambientar el cómic en ese futuro cercano: "Siempre me han gustado las distopías cercanas tipo Black Mirror, Years and years y la que más me sirvió de inspiración, Código 46 de Michael Winterbottom, sobre todo por el tema del muro que separa el norte del sur y que estamos a un suspiro de que se establezca. Te da un juego de especulación a nivel de guion muy interesante pues puedes hablar de las cosas que conoces. Además sirve un poco como aviso a navegantes".

En cuano a si la salida de Trump de la Casa Blanca puede contribuir a mejorar la situación, Miguell Ángel lo tiene claro: "En cuanto a mejorar o empeorar, en el cómic manifiesto que pueden ir a peor, pero no es necesariamente lo que yo opino. La situación ecológica del mundo está en estado de alarma y lejos de buscar soluciones las grandes corporaciones, (las que de verdad mandan y precisamente las que más contaminan) se están dedicando a darle de comer a los fascismos para intentar controlar los movimientos sociales que inevitablemente van a surgir de esta situación. El feminismo y el intento de frenarlo es un buen ejemplo de lo que digo. Y Trump no es más que un reflejo de esto que acabo de señalar".

"Dicho esto -añade el guionista-, y parafraseando a Chomsky, creo que debemos ser optimistas y, mediante el activismo, intentar poco a poco establecer presión sobre los órganos de poder. Siguiendo con el feminismo, hay películas o series o cómics de hace cinco o diez años que ahora nos parecen irreales por el tratamiento que se da a la mujer en ellos. Esto quiere decir que los movimientos sociales a favor de la igualdad real están tomando forma y están cambiando la forma de ver de la sociedad, por muy mal que les sepa a los de extrema derecha".

"Intentamos contar todo lo que hemos perdido en una sociedad como la nuestra (individualista, capitalista) -añade Susanna-. Esto es, las organizaciones vecinales o en comunidades, ayudarse en momentos de crisis sin por ello llevarlo a lo súperheroico (algo que hemos visto durante el primer confinamiento en primavera) o resolver situaciones complicadas también mediante lo comunitario".

"También -añade la dibujante- queríamos denunciar esa terrible frontera cada vez más acusada entre los países de los llamados Norte global y Sur global. Así como esas malas formas que todavía arrastramos, herencia del colonialismo. Tenemos una deuda histórica muy fuerte y debemos arrimarles el hombro, por ejemplo, revisando la terrible ley de extranjería, cerrando los CIES, facilitando la regularización o derribando esas vallas que tiene levantadas España para evitar la entrada de personas".

La ignorancia es uno de los grandes temas del cómic

La ingnorancia, real o fingida, es uno de los grandes temas de los que trata el cómic. ¿Somos ignorantes o a veces nos lo hacemos? "Al final lo comento, creo que en alguna medida todos somos ignorantes y nos dejamos llevar por quien suponemos sabe más que nosotros -asegura Miguel Ángel-. Ir al médico es un acto de confianza pues conoces tus limitaciones, tu ignorancia en el tema. Lo mismo pasa con los acontecimientos que nos rodean, nos dejamos convencer por los que creemos que están más cercanos a nuestra forma de pensar".

"Por otro lado, por supuesto que nos hacemos los ignorantes cuando nos conviene -añade-. Mucha gente que consume carne, entre los que me incluyo, sabe que ese sistema de producción es salvaje y se trata a los animales de forma nefasta. O mucha de la ropa que compramos sabemos que está hecha por niños casi esclavizados en la otra parte del mundo, pero bien por cansancio bien por comodidad, prefieres mirar a otro lado y disfrutar del chuletón".

La ficción como espejo de la realidad

Aunque la historia de estas dos mujers sea ficcionada, se basa en la realidad, como nos comenta Miguel Ángel: "La autoficción es un estilo narrativo que me gusta mucho pues te permite jugar con una parte de verdad y con otra que no lo es sin dejar claro donde están los límites de una y de otra. Ya lo hice en Cuando no sabes qué decir y disfruté mucho con el juego real-irreal. Podría haberlo enfocado como autobiografía, pero con Una posibilidad entre mil, La máquina de Efren y el capítulo que hicimos para Viñetas de vida, Ondas en el río, ya tengo bastante".

"Por otro lado -añade el guionista-, en este caso tenía tantos elementos reales tan buenos que era una pena no transcribirlos o ficcionarlos a partir de lo que nos contaron. Las hijas del maíz (una compañía de teatro de mujeres), por ejemplo, nos contaron anécdotas sobre los problemas que suelen tener en algunos lugares y yo simplemente lo centré en las protagonistas. Todo lo que son entrevistas, todo lo que sale en el documental de Iratxe, es real. La situación de la avioneta del narcotráfico es real y después de un accidente aquello se convierte en una locura. Y luego hay juegos y guiños que alguna gente reconocerá y otra no. Por ejemplo, la acusación al gobernador de la zona minera de haber violado a una menor es un guiño a las acusaciones que sufrió el presidente Daniel Ortega por parte de su propia hija".

El viaje que Miguel Ángel hizo a Nicaragua fue fundamental para la historia, pero no su única fuente de documentación: "De Nicaragua traje información y fotografías como para hacer 500 páginas, me he tenido que retener mucho, Susanna lo sabe. Por otro lado, en el epílogo lo comento. El libro de Ernesto Cardenal, La revolución perdida fue imprescindible para centrar el tema. De hecho, el título del libro sale de la Ofensiva Final contra la ignorancia que diseñó el poeta y escritor cuando fue Ministro de Cultura en el primer gobierno sandinista".

"Y la historia de la madre de Damaris está sacada de un hecho real -añade-, el de Alba Nubia que perdió los brazos por una explosión y aún así se fue a alfabetizar a la población sin ellos, pues consideró más importante la misión que su discapacidad. Esta historia, y muchas otras que no te dejan indiferente, están en el libro de Cardenal, un libro de una profunda tristeza sobre un sueño perdido. La otra inspiración fue la obra de Eduardo Galeano en general. Para este trabajo fue imprescindible la lectura de Las venas abiertas de América Latina. Muchas de las ideas de la parte de las minas están sacadas de ese libro, sobre todo una frase que me llegó al alma: "Las fincas cuentan con policía privada; allí, como alguien me explicó, “un hombre es más barato que su tumba”; y el aparato de represión se encarga de que lo siga siendo”.

Dibujando la historia

Susanna Martín vuelve a demostrarnos que es una gran narradora dando forma a ese guion de Miguel Ángel cargado de detalles: "Me pasó varias fotos de su viaje con la expedición de Oxfam, pero además al haber visitado yo también países mesoamericanos como Nicaragua, se me hacía mucho más fácil imaginar sus gentes y sus colores, sonidos y olores".

"Es un proyecto que se prolongó durante varios años (del 2015 al 2020), así que una dificultad fue mantener una coherencia no solo de estilo sino también de estructura narrativa -confiesa Susanna-. Sobre el color, espero que se note cuanto disfruté aplicándolo. Hay mucha intencionalidad en la gama cromática, se va enrareciendo a medida que la historia transcurre y las protagonistas van metiéndose en líos".

Os recomendamos encarecidamente este viaje de dos mujeres por un mundo dominado por la la locura de los hombres y que nos llena de esperanza en que un mundo mejor es posible.