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Hallazgo 'de novela' de los anillos milenarios desaparecidos

  • Aparecen 4 de los 9 anillos de los Obispos Santos de Ourense enterrados entre los siglos X y XI
  • Los descubrieron con la restauración de los relicarios de la iglesia de Santo Estevo de Ribas de Sil

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Hallazgo 'de novela' de los anillos milenarios desaparecidos

María Oruña, en su novela histórica “El bosque de los cuatros vientos”, publicada en agosto de este año, relata cómo Amelia, una restauradora de arte, fracasa en su intento de encontrar los anillos milagrosos de los nueve santos obispos de Ourense enterrados en el monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil entre los siglos IX y X.

El primer lugar donde los busca es en las arcas de los relicarios laterales de la iglesia donde reposan los huesos de los prelados. Es el mismo lugar en donde el pasado 23 de noviembre aparecían cuatro de los anillos. Exactamente en la urna del relicario izquierdo.

Estaban dentro de una bolsa de seda decorada con hilos de oro que contenía también dos documentos de finales del siglo XVI y de 1785 que acreditarían que son los únicos que se conservan.

El hallazgo real es todavía más sorprendente porque quien encontró los anillos fue Vania López, la directora técnica del Centro de Restauración San Martín en la que se inspiró María Oruña para crear el personaje de Amelia.

Asombrosa casualidad o estrategia comercial

La restauradora de arte asegura que el hallazgo fue casual al desmontar el relicario para restaurarlo y vaciar el contenido de la arqueta.

“Después de que dos sacerdotes retirasen los huesos”, cuenta Vania López, “apareció otra bolsa que por el aspecto pensé que podía contener otra cosa, pero no me imaginaba que pudiesen ser los anillos. Como los tres habíamos leído la novela, incluso bromeamos con esa posibilidad, pero en ningún momento pensamos que iba a pasar. Sentí muchísima alegría. Yo llevo muchos años dedicada a la restauración y esto no es una cosa que pase normalmente. Yo fui la primera que tuve los anillos en las manos y, evidentemente, la emoción no se puede describir”.

Vania López / Restauradora de arte

La primera persona a la que le comunicó el hallazgo fue a María Oruña. La escritora viguesa sabía que, por lógica, si los anillos estaban en algún sitio tenía que ser en alguna de las arquetas. “Yo como escritora no podía pedir la exhumación de los restos de unos obispos de tanta antigüedad, pero al saber que iban a restaurar los relicarios es genial que se haya podido llegar al fondo del asunto”.

Durante el proceso de documentación para escribir la novela investigó a fondo los hechos históricos relacionados con la leyenda que atribuye poderes curativos a los anillos.

No se encontraron antes los anillos porque tampoco se buscaban. En el archivo diocesano había cierto escepticismo incluso en cuanto a la existencia de los obispos

Por su curiosidad y tesón se la podría considerar la verdadera inductora del hallazgo. “No se encontraron antes los anillos porque tampoco se buscaban. En el archivo diocesano había cierto escepticismo incluso en cuanto a la existencia de los obispos. Yo sí creía en los anillos porque había encontrado documentación, pero mucha gente no creía en esa leyenda, entonces al no buscar no encuentras”.

María Oruña / Autora de "El bosque de los cuatro vientos"

Reconoce que despertó el interés por una historia que estaba dormida, pero cree que “el hallazgo hay que atribuírselo a Vania López por reparar en una bolsa que podía haber pasado desapercibida entre las de los huesos”.

Sobre la posibilidad de que se trate de un montaje, la escritora es tajante: “no hay marketing posible que la editorial o yo podamos hacer para un hallazgo semejante”. Luis Manuel Cuña, responsable de patrimonio de la diócesis de Ourense, sostiene que no existe ninguna relación entre el descubrimiento y la novela. Y matiza: “para el mundo laico se trata de una casualidad, pero para el eclesiástico estamos ante una providencia”.

Luis Manuel Cuña / Delegado de Patrimonio del Obispado de Ourense

El futuro de los anillos

Depende de lo que decida el Obispado. Por el momento, se conservarán en el archivo de la catedral por si algún especialista en joyas medievales y en tejidos antiguos quiere verificar su antigüedad.

Más adelante podrían formar parte de una exposición sobre la devoción a las reliquias de los obispos santos. Vania López y María Oruña son partidarias de exponerlos en el lugar en el que aparecieron, la iglesia del antiguo monasterio, hoy convertido en Parador de Turismo. Según ellas la publicación de la novela y su influjo en el hallazgo de las joyas contribuirán a poner en valor la historia de uno de los monumentos más visitados de la Ribeira Sacra, el territorio que en 2021 aspira a ser declarado Patrimonio de la Humanidad.