Enlaces accesibilidad
Cómic

'Estampas 1936', la Guerra Civil vista desde distintos ángulos en una obra espectacular

  • Felipe Hernández Cava y Miguel Navia retratan los primeros meses de la guerra centrándose en las víctimas
  • Más noticias sobre cómic en 'El Cómic en RTVE.es'

Por
Detalle de una ilustración de 'Estampas 1936'
Detalle de una ilustración de 'Estampas 1936'

Estampas 1936 (Norma editorial), es una de las grandes obras de este 2020 que nos invita a olvidarnos de puntos de vista maniqueistas y a mirar los primeros meses de la Guerra Civil desde distintos ángulos, los de las víctimas de la contienda (de ambos bandos), que han sido ignorados por la historia. Y lo hace con dos argumentos irresistibles: la inteligente y bella prosa del guionista Felipe Hernández Cava (Premio nacional de Cómic por Las serpientes ciegas) y los espectaculares y minuciosos dibujos de Miguel Navia (Gran Vía, Chueca),

"Una de las cosas que teníamos claras Miguel y yo era la necesidad de afrontar estas estampas dejando de lado el maniqueísmo con el que habitualmente se recrea aquel terrible período de nuestra historia -asegura Felipe- y poniendo el foco en los individuos, casi todos ellos anónimos, que lo padecieron. Como dijo Albert Camus, en su discurso del Premio Nobel, “el escritor no puede ponerse al servicio de quienes hacen la Historia, sino al servicio de quienes la padecen”. En cuanto al hecho de centrarnos en los primeros meses, no fue una decisión que tomáramos al principio, sino que, conscientes de que el proyecto inicial (abarcar todo el tiempo que duró aquella guerra) era demasiado ambicioso, terminamos por acotarlo".

"Una de las facetas que más me gustaron del trabajo de Felipe cuando lo descubrí (mucho antes de conocerle), fue que, al acercarse a estos temas, lo suele hacer desde el punto de vista de personajes bastante anónimos -asegura Miguel Navia-, que es precisamente la visión que yo tengo de este conflicto, pues los pocos testimonios directos que me han llegado mediante familiares y conocidos siempre han sido de gente común. Creo que esto fue clave cuando empezamos a hablar del proyecto, casi siempre abordamos las situaciones pensando en gente cercana como la que podríamos conocer en nuestro día a día. Hay algún caso de personalidades más significativas, como podrían ser Machado o Lorca, pero son los menos y siempre en entornos cotidianos y rodeados de personajes desconocidos".

Páginas de 'Estampas 1936' cropper

Un relato "ecuánime"

En el epílogo del cómic Felipe insiste en que ha querido mostrar todos los puntos de vista: “Neutral” no es un adjetivo con el que me sienta cómodo, amén de parecerme inexacto para lo que hemos pretendido. Y me sucede igual con el término “equidistante”. Prefiero hablar de que Miguel y yo aspirábamos a ser lo más ecuánimes que pudiéramos en nuestra mirada. Y no sólo creo que es posible esa ecuanimidad, en tanto algunas contadas obras lo han demostrado, sino que pensamos que es la única manera de superar esa adhesión a “los hunos y los hotros” de la que hablaba Unamuno. Esta evidencia, que parecía aceptablemente superada por la voluntad de concordia que los españoles manifestaron durante la Transición, volvió a quebrarse desgraciadamente cuando algunos de nuestros dirigentes políticos sopesaron los réditos electorales que les podría suponer resucitar esa división en banderías recurriendo a una simplificación perversa ajena al trabajo que venían haciendo los historiadores".

Miguel añade que no le gusta cómo se ha usado (y se sigue usando) este conflicto: "A mí con estas cuestiones me surgen dudas todo el tiempo. Al ilustrar esta época mi intención es la de sumergirme en un mundo que ya no existe y al que solo puedo acceder mediante testimonios que han quedado en libros, fotografías, grabaciones y filmaciones, con la idea de crear una ficción, pero no suelo tener en mente reivindicar nada ni a nadie. Veo que a menudo este conflicto se utiliza como arma en enfrentamientos entre grupos políticos, algo que me parece un gran error, pues en muy poco tiempo pasaron tantas cosas que siempre van a haber elementos que te den la razón o se la quiten al de enfrente, por no mencionar la cantidad de datos mal interpretados que se manejan en estos casos".

Página de 'Estampas 1936'

"Pensé en el desgarro que a Antonio Machado le supuso separarse de su hermano"

Felipe Hernández Cava lleva años documentándose sobre el tema porque le apasiona, pero insiste en que Estampas 1936 es una obra de ficción: "Una de las cosas que me ha sorprendido es que muchos lectores creen que todas las estampas nacen de testimonios o documentos reales, cuando todas ellas, incluso las que tienen por protagonistas a personajes reales están abordadas únicamente desde la ficción. Y pondré varios ejemplos sobre las que parecen más “reales”: el sueño de Lorca nos lo contó Alberti en sus memorias, y yo me lo imaginé regresando a Madrid en el camión de La Barraca obsesionado con el mismo; igualmente pensé en el desgarro que a Antonio Machado le pudo suponer el separarse de su hermano Manuel, y le quise ver pensando en ello y en sus días de estudiantes en la Institución Libre de Enseñanza a punto de abandonar Madrid hacia Levante; o por qué no creer que Juan Ramón Jiménez, tras vivir aquel episodio humillante del que apenas quiso hablar, no vomitó en el portal de su casa. Nada en este libro es “real” con exactitud, pero todo pudo serlo tal y como lo contamos porque detrás de cada estampa hay un bagaje de muchas lecturas".

Destacar las poderosas imágenes de Miguel Navia sobre esos primeros meses de la Guerra Civil. "La imagen que yo tengo es la de una sociedad que se ha desmoronado por no ser capaz de asimilar la rapidez del progreso -afirma el ilustrador-. Me impresiona hasta qué punto el destino de las personas comunes llegó a depender del puro azar, y como luego se acostumbraron a vivir en el caos que supuso el enfrentamiento de las dos partes, es algo que intenté tener muy en cuenta mientras hacía las ilustraciones".

Página de 'Estampas 1936'

El libro incluye frases de personajes de la "Tercera España"

Este espectacular cómic surge de una colaboración anterior de ambos autores, como nos comenta Felipe: "En el 2013 Miguel se puso en contacto conmigo para hacer una página con destino a El País Semanal. De aquel primer encuentro, en el que hablamos de muchos de nuestros intereses comunes, surgió la posibilidad de abordar, con tiempo y calma, estas recreaciones de la Guerra Civil. El azar quiso luego que naciera la revista M21 y que, al saber de este proyecto en marcha, nos dejasen un espacio para ir desarrollándolo (dimos prioridad entonces a nuestras estampas ambientadas en Madrid). Pero luego, en la medida en que creíamos que era urgente acelerarlo para materializar de una vez por todas el libro que teníamos in mente, contactamos con la editorial Norma y, después de ver el interés que mostraban hacia el trabajo, abandonamos la revista municipal para poner todas nuestras fuerzas en concluirlo".

El libro nos muestra 36 estampas de esos primeros meses del conflicto, que vienen precedidas por frases de famosos personajes sobre la guerra Civil. "Todas esas frases -asegura Felipe- corresponden a personas que podríamos encuadrar dentro de lo que se ha denominado la Tercera España, individuos, sinceros republicanos, que se vieron atrapados entre el fanatismo de los que querían que nuestro país terminara siendo una dictadura de uno o de otro signo. Hubo más de los que aquí aparecen, por descontado, y quizá una de las tareas más arduas fue seleccionar esas voces y, de entre cientos de frases, elegir las pocas que jalonan el libro. Y no ocultaré el escalofrío que me recorría cuando veía la vigencia de las mismas. Así, por ejemplo, la de Julián Marías, que empieza diciendo: “Lo único que importaba saber de un hombre, una mujer, un libro, una empresa, una propuesta, era si era de derechas o de izquierdas”.

Páginas de 'Estampas 1936'

La belleza del horror

Hay muy pocos artistas que sepan sacar tanta belleza de imágenes tan duras como Miguel Navia, que nos deja sin palabras con cada una de esas 36 ilustraciones para las que se ha documentado profusamente: " Llevo muchos años fascinado por este tema, juntando libros de fotografías, historia, literatura… también he recurrido mucho al archivo rojo para las escenas ambientadas en Madrid (es impresionante el fondo que hay ahí), en la web hay blogs y páginas de auténticos forofos con mucha información gráfica, pero esto siempre lo intento contrastar con libros o estudios que considere más fiables ya que es muy habitual encontrar datos cambiados o lugares y hechos mal nombrados. Por lo general Felipe me suele mandar imágenes de apoyo con los textos a ilustrar, pero siempre busco más información para ver otros posibles enfoques de las mismas escenas, nos hemos llegado a tirar bastante tiempo al teléfono dándole vueltas a algunas situaciones. En otros casos he ido a los lugares que se conservan mejor y los he fotografiado".

Destacar también la obsesión por los detalles de Miguel y por esa mezcla de arquitectura y paisaje humano que siempe está presente en su trabajo. "Desde pequeño me ha obsesionado el entorno -confiesa-, siempre he intentado que en mis dibujos haya una interacción absoluta entre los personajes y la realidad en que se desenvuelven, la idea de que el entorno que hemos modificado los humanos a su vez nos modifica a nosotros mismos es algo en lo que no dejo de pensar. Supongo que por eso dibujo tantas escenas urbanas".

Además, Miguel ha podido retratar rincones de Madrid que ya había plasmado en libros como La Gran Vía, pero de una forma muy diferente: "Es genial, recuerdo que cuando mi bisabuela y mi abuela me hablaban de la guerra era impresionante imaginarme ese Madrid tan extraño, en el que caían bombas y la gente se mataba por razones que yo no entendía… A día de hoy me sigue pasando, me encantan las fotos de esta época, todos esos lugares tan diferentes a como son ahora, no solo por los destrozos de la guerra, también por el cambio urbano en general. A menudo me suele pasar que estoy andando por la calle y me encuentro pensando cosas como: por ahí giraba el tranvía que venía desde la Prosperidad o ahí había una barricada…"

Páginas de 'Estampas 1936'

Episodios realmente impactantes

Los episodios que describen ambos autores son realmente impactantes. Y les hemos pedido que nos comenten alguna de esas imágenes que les haya consternado especialmente: "Me siento afectado por muchas de ellas, pero me sobrecoge especialmente la que hace alusión al momento en que el general López Ochoa, implicado en el aplastamiento de la revolución asturiana contra la República en el 34, fue sacado del Hospital Militar de Carabanchel, en el que convalecía, y llevado hasta el cerro Almodóvar, en donde se le asesinó y se le decapitó. Con su cabeza clavada en una bayoneta o un palo, que no hay acuerdo al respecto, uno de sus verdugos estuvo paseándose por Madrid hasta que, al parecer, le detuvieron en el centro de la capital. Me recordaba tanto a algunos episodios del período de El Terror durante la Revolución Francesa…"

En cuanto a Miguel Navia: "Me llaman mucho la atención las imágenes que reflejan las situaciones surreales que se llegaron a hacer cotidianas, como la prostituta con el cartel previniendo contra las enfermedades de transmisión sexual, el viejo con los niños y el fotógrafo o la enfermera en el casino convertido en hospital… quizá esta última me llama más la atención desde que tenemos encima el lío del COVID-19 y vimos como el pabellón del IFEMA quedó convertido en hospital".

Un libro realmente espectacular que nos invita a reflexionar para no volver a cometer errores como los que nos llevaron a uno de los episodios más dolorosos de nuestra historia.

Portada de 'Estampas 1936'