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Coronavirus

Los brotes mantienen la alerta sanitaria en las residencias, lugares de mayor contagio

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Los brotes más contagiosos se producen en las residencias de mayores

Las residencias de ancianos, que en la primera ola de la pandemia vivieron una tragedia sin precedentes por los contagios y muertes de personas mayores con coronavirus, son en la fase actual el ámbito de mayor riesgo de contagio de COVID-19. En ellas tienen lugar los brotes de la enfermedad de mayor tamaño, una media de 21,4 casos por brote, más que en los hospitales, en los establecimientos de hostelería o en los centros de acogida, y tres veces mayores que los que surgen de las reuniones sociales con amigos y familiares.

En la última semana, el Ministerio de Sanidad ha notificado 1.620 brotes nuevos de COVID-19, con 11.505 casos asociados. De los focos de contagios notificados por Sanidad, el ámbito en el que se ha recogido un mayor número de casos ha sido el de las residencias de ancianos. En la última semana se han detectado en estos centros 94 nuevos brotes que han generado 2.013 casos.

Estas cifras señalan a los centros de mayores como el entorno más infeccioso. Más que los hospitales, donde como promedio se producen 13,6 casos por cada brote; casi el doble de los detectados en bares o restaurantes (12,6 casos por brote en estos establecimientos en la última semana), y que los generados en centros de acogida, albergues y pisos tutelados (11,4 casos). En las reuniones sociales entre familiares y amigos, que son el ámbito que acumula el 40 % de los brotes en la última semana, no se superan los seis contagios de promedio.

Aunque el propio Ministerio de Sanidad observa que la información que ofrece "sobredimensiona aquellos ámbitos que están mejor vigilados, como pueden ser las residencias de mayores o los centros educativos, así como aquellos brotes que se producen entre familiares y amigos, personas que se conocen y en las que se puede hacer una correcta trazabilidad de los casos", no deja de ser un dato preocupante que alerta sobre la situación de riesgo de las residencias de ancianos.

Aun así, comparando estos entornos, se observa que en los centros educativos, pese a detectarse más del doble de brotes que en las residencias, 223, se han notificado muchos menos contagios, 1.293; esto es, propician en general brotes de una magnitud mucho menor, una media de 5,8 casos. Teniendo en cuenta que el 80 % de los brotes son de menos de diez casos, según informa el departamento que dirige Salvador Illa, la capacidad de transmisión de la enfermedad en las residencias es alarmante, dada la vulnerabilidad de las personas que viven en ellas.

La proporción de muertes entre los enfermos de coronavirus es de entre el 0,8 y el 1,1 % en el conjunto de la población española, pero crece significativamente a partir de los 50 años, hasta llegar al 12-16 % entre los hombres mayores de 80 años, y en torno al 4-7 % en las mujeres de esa edad, según un estudio reciente del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).

Más de 23.400 muertes en residencias, 500 en la última semana

Según el recuento que RTVE.es realiza a partir de la información difundida por las comunidades autónomas, en España han muerto 23.416 personas con COVID-19 o síntomas similares en las más de 5.400 residencias públicas, concertadas o privadas que hay en el país. Ello supone el 52 % del total de muertes notificadas oficialmente por el Ministerio de Sanidad, y la mayoría de las defunciones se han producido en Madrid, Cataluña, Castilla y León y Castilla-La Mancha, que lideran este ránking desde el inicio de la pandemia.

Y son casi 500 fallecidos más que el viernes pasado -499, para ser exactos-, la cuarta parte de los 2.049 fallecimientos que se han sumado en España en los últimos siete días, pero más del 42 % de las 1.177 muertes que tienen fecha de defunción en los últimos siete días, según los informes de Sanidad.

Hay diez comunidades autónomas donde los fallecidos en residencias suponen más del 50 % del total oficial de defunciones con coronavirus. La mayor proporción se encuentra en Castilla y León (75,53 % del total de muertes con COVID-19 o sintomatología compatible), seguida de Castilla-La Mancha (74,13 %), Extremadura (60,56 %) y Cantabria (58,22 %).

Sanidad no ha ofrecido nunca un recuento oficial, más allá de un documento interno compartido como borrador con las comunidades que hasta finales de junio calculaba que al menos 20.268 personas habían muerto con COVID-19 en residencias. Son los gobiernos autonómicos los que ofrecen esta información, con una periodicidad variable y con criterios diferentes, puesto que son varios los que han contabilizado las defunciones de personas con síntomas de coronavirus pero sin prueba diagnóstica.

De la irregularidad de este seguimiento da testimonio el caso de la Comunidad de Madrid, la que cuenta con mayor número de muertes, 6.038 con coronavirus o síntomas compatibles, a pesar de que no actualiza sus datos desde el pasado 28 de septiembre, hace justo dos meses. Este viernes, el viceconsejero de Salud Pública y Plan COVID-19 de la Comunidad de Madrid, Antonio Zapatero, afirmaba que el 53 % de las residencias de ancianos tienen inmunidad, según el estudio de seroprevalencia realizado por el gobierno regional.

Falta una imagen completa y común de la situación

Tampoco hay un conocimiento completo de los focos y contagios activos, aunque algunas comunidades informan de ello y evidencian la tensión permanente en los centros de mayores.

Por ejemplo, Aragón informa de 69 brotes activos en las últimas dos semanas; la Comunidad Valenciana reporta casos positivos en 91 centros, de los cuales 19 se encuentran bajo vigilancia activa de control sanitario. Extremadura ha declarado 304 positivos en las residencias en esta segunda ola, con 26 brotes activos, y Castilla-La Mancha registra actualmente 270 residentes con coronavirus y 67 centros sociosanitarios de la comunidad con al menos un caso confirmado.

De los 35 fallecimientos notificados en las últimas 24 horas en Castilla y León, ocho han tenido lugar en residencias. En esta región, un total de 35 residentes se encuentra aislado con síntomas compatibles con la COVID-19 y 1.634 se encuentran en esa situación de forma preventiva.

Asturias, que elabora un informe epidemiológico semanal sobre sus residencias de ancianos, subraya en el último que la segunda oleada está teniendo un impacto mucho mayor que la de primavera, con el 67 % del total de casos positivos en los centros sociosanitarios detectados en este segundo período de incidencia, en el que se realizan pruebas periódicas en las residencias. En conjunto, los casos en residencias son el 14,8 % del conjunto de la población asturiana afectada por la COVID-19. Sin embargo, son casi el 57 % del total de fallecidos en el Principado.

En Galicia, los usuarios de residencias diagnosticados de COVID-19 subieron el viernes hasta 460, y el centro de mayores con más usuarios afectados es el Asilo Vilalba, en Lugo, con 117 casos activos de coronavirus. El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, anunció el jueves que se llevarán a cabo cribados semanales de las residencias sociosanitarias.

Pendientes de la vacuna... y de la Navidad

Consciente del riesgo sanitario de estas personas, en el Plan de Vacunación que está diseñando el Gobierno, los primeros en recibir la vacuna contra la COVID-19 en cuanto lleguen las primeras dosis serán los residentes y el personal sanitario de las residencias y centros de grandes dependientes, lo que se prevé que empiece en enero y se desarrolle hasta marzo.

Antes de que llegue la vacuna, está por ver qué pasará con las personas que viven en residencias en las fiestas navideñas. Hace dos semanas, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, subrayaba en rueda de prensa que los mayores "no pueden estar aislados" en las Navidades porque, para este grupo de población, "el aislamiento social es tan duro y grave como puede ser el coronavirus".

"No podemos aislar del mundo, marginar del mundo a nuestros mayores, tenemos que ser capaces de protegerles sin necesidad de aislarles del mundo", ha aseverado.

El Gobierno ha incluido en su borrador de medidas para las celebraciones navideñas la posibilidad de "ampliar el número de visitas" en las residencias y contempla las salidas con motivo de las fiestas si el residente se realiza al volver al centro una prueba de diagnóstico y se extreman a su regreso "las medidas de vigilancia y protección".

Pero en último término intervendrá la decisión de los Ejecutivos autonómicos, donde también hay criterios dispares. A día de hoy, el Gobierno de Asturias descarta establecer un protocolo de régimen de salidas y entradas en las residencias de ancianos durante las Navidades dada la situación epidemiológica de la comunidad.

En cambio, en Andalucía, que ha confirmado en los últimos siete días 91 contagios de COVID-19 en sus residencias, y donde se permiten las visitas y paseos para residentes, salvo en Granada, se mantiene vigente la instrucción para permitir a los familiares sacar a sus mayores de las residencias y llevarlos a su domicilio para celebrar las Navidades siempre y cuando estos cuenten con una PCR negativa y sus parientes firmen una "declaración responsable".