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La noche de Madrid se hace diurna: las discotecas se estrenan como restaurantes para sobrevivir a la COVID

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Dos clientes comen en un bar de copas reconvertido en Madrid
Dos clientes comen en un bar de copas reconvertido en Madrid

Lo que antes de la pandemia era una pista de baile atestada, sin distancia social que valiera, ahora se parece más a un restaurante. Los pocos clientes que hay están sentados en mesas, comiendo y separados entre sí. El caso del Marta cariño, un popular local de ocio nocturno del centro de Madrid, es el de cientos de discotecas y bares de copas de la Comunidad, que este fin de semana abren por primera vez a plena luz del día para ofrecer aperitivos y comidas, algo que los empresarios del sector consideran un “clavo ardiendo” al que agarrarse para reducir las enormes pérdidas causadas por el coronavirus.

“Se ha generado una oportunidad para un sector que lleva siete meses cerrado y con un nivel de facturación del 9%, siendo generosos”, explica a RTVE.es Vicente Pizcueta, portavoz de la asociación de empresarios Noche Madrid. Este viernes entró en vigor la orden de la Comunidad de Madrid que permite a discotecas y salas de fiestas abrir todo el día y ofrecer servicio de comidas, lo que los restauradores acogen con satisfacción pero “sin hacerse ilusiones”.

La aspiración para una discoteca en esta nueva fase de la pandemia debe ser “convertirse en el restaurante más divertido de Madrid”, defiende Pizcueta, que alerta de la situación crítica en la que se encuentra el sector: “El 80,7 % de locales están en riesgo de desaparición y ya han cerrado el 22,8 %”. Si el cierre permanente en el que llevan inmersos desde marzo se alarga a Navidad, la patronal advierte de que estos números serían mucho peores.

"El 80,7 % de locales están en riesgo de desaparición y ya han cerrado el 22,8 %"

Para Antonio Extremera, propietario de cuatro locales de fiesta en Madrid, “el cierre definitivo habría estado encima de la mesa” si no se hubiera implementado esta medida. “Se ha perdido un 85% de lo facturado, seguimos pagando alquileres, impuestos, etc.”, lamenta.

La "valiosa" ampliación de las franjas horarias

Los empresarios insisten en que no se trata de una reconversión total de local de ocio nocturno a restaurante, sino que se establece la "complementariedad" mientras dure la pandemia. Discotecas y bares de copas mantendrán características propias, como la ambientación musical, pero además podrán ofrecer un servicio gastronómico.

La orden de la Consejería de Sanidad también permite a este tipo de establecimientos volver a su actividad normal una vez termine la crisis sanitaria y mantener los ERTE por fuerza mayor, una de las mayores preocupaciones del sector.

Pero la parte más importante del decreto es que se amplían las franjas horarias de este tipo de locales, según Pizcueta, que en una rueda de prensa en la apertura de un local ha calificado de "especialmente valioso" para el sector poder abrir a mediodía.

Las discotecas cambian su habitual horario nocturno para abrir de 8 de la mañana a 1 de la madrugada, excepto aquellas situadas en Madrid capital o en las otras ocho ciudades de la Comunidad donde está en vigor el estado de alarma hasta dentro de una semana y que deberán cerrar a las 11:00 de la noche.

Desde la patronal tienen claro que el cambio será "gradual" y que este fin de semana aún no abrirán muchos locales, pero Pizcueta cree que habrá muchos bares de copas, como los de Malasaña, que sí que podrán ofrecer un "brunch o un vermú con un aperitivo".

La patronal aconseja no invertir para instalar cocinas

Durante el viernes Noche Madrid recibió un centenar de consultas de empresarios, que preguntaban sobre la posiblidad de instalar cocinas en los locales para poder preparar comidas. La recomendación de la patronal fue contundente: "que nadie haga ninguna inversión". La incertidumbre económica y los cambios de directrices desde las administraciones hacen que sea extremadamente arriesgado acometer un gasto como el que supone comprar nuevos equipamentos.

"Que nadie haga ninguna inversión"

Alberto Delgado, propietario del local chill out Areia, en plena calle Hortaleza, lo ve claro: "No nos planteamos instalar una cocina, no se puede saber cuánto va a durar esta medida".

Delgado, también propietario de otros bares y cafeterías, va a abrir este fin de semana por primera vez, pero la única comida que ofrecerá en su establecimiento serán aperitivos y comidas frías. "Si se continuaba así lo más probable habría sido cerrar el negocio definitivamente", confiesa.

De los 2.500 locales de ocio nocturno en la Comunidad de Madrid, ocho de cada diez son bares de copas, que tienen más fácil que las discotecas adaptarse para ofrecer aperitivos o comidad. Algunos establecimientos cuentan ya con cocina, algo legal desde 2018, pero para los demás Noche Madrid recomienda recurrir a servicios de cáterin o de regeneración de alimentos, que requiere solo calentarlos.

La clave es "ofrecer una experiencia actrictiva para relcamar esos clientes que con las persianas bajadas no podemos atender", asegura el portavoz de Noche Madrid.

Batalla por las terrazas

Otro caballo de batalla de los empresarios es la instalación de terrazas, permitida por la Comunidad pero limitada por parte del Ayuntamiento en las Zonas de Protección Acústica Especial (ZPAE), como la del distrito centro. La orden emitida por el gobierno de Isabel Díaz Ayuso extiende la autorización hasta el fin de la crisis sanitaria, pero el consistorio madrileño "lo ha boicoteado", según denuncia Pizcueta.

"El 80 % de cosumiciones se produce en las terrazas, quien no tiene una está condenado al cierre", ha asegurado el portavoz de la asociación empresarial.

El consistorio de José Luis Martínez-Almeida impulsó una bonificación de la tasa municipal por la instalación de terrazas del 25% y a finales de septiembre lo amplió hasta el 100%, aunque los empresarios del ocio nocturno critican las limitaciones que afectan a su sector.

Delgado, por ejemplo, explica que no puede instalar mesas en la acera frente a su local por estar "sometido" a la ZPAE de la zona centro, que abarca barrios conocidos por la intensidad de su ocio nocturno, como Chueca o Malasaña. "Estamos reclamando que en la zona centro se concedan terrazas nuevas", añade el propietario del local de la calle Hortaleza.

Un "salvavidas" para el empleo

El largo cierre motivado por la pandemia, en uno de los sectores más afectados, ha provocado que miles de trabajadores estén acogidos a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo. Según los datos de la asociación de empresarios España de Noche, el ocio nocturno ocupa a 200.000 personas en todo el país. En Madrid, camareros y cocineros podrán salir con cuentagotas del ERTE con esta reapertura.

"En mi local había diez trabajadores en ERTE. Este fin de semana saldrán cinco", explica Alberto Delgado. En Marta Cariño también se plantean ampliar el personal, según señala su propietario, Antonio Extremera.

"En mi local había diez trabajadores en ERTE. Este fin de semana saldrán cinco"

Ninguno de ellos quiere lanzar campanas al vuelo pero sí que ven un "salvavidas" en esta medida. "No vamos a salir de números rojos, pero sí que se podrá evitar un encadenamiento de cierres", apunta Pizcueta.

Mientras en Madrid cunde un cierto optimismo, en Cataluña la situación para los hosteleros es la contraria. Este viernes un millar de ellos han protagonizado una tensa protesta en Barcelona contra el cierre de bares y restaurantes decretado por parte de la Generalitat, que estará en vigor durante 15 días.

Un díficil cambio de hábitos

La pregunta ahora para el sector es si el público será receptivo al cambio de hábitos que supone comer donde antes bailaban. Pizcueta confía en una respuesta positiva y pone de ejemplo los conciertos programados en estos locales, donde se han vendido todas las entradas, pero también recuerda “la caída de consumo absoluta” en toda la población.

Entre los transeúntes de la zona la idea causa reticencia. Diego, un joven madrileño, tuerce el gesto cuando se le pregunta si iría a comer a un local de fiesta. "Me lo tendría que pensar, pero me parece un poco raro meterme ahora en un sitio tan cerrado", reconoce.

A pesar de todo los empresarios se agarran a esta posibilidad para poder "llegar al final de esta tragedia" e insisten en que esta nueva medida sí que atraerá a los clientes que se han perdido estos meses. Según defiende Pizcueta, "en una ciudad de tres millones de personas existe una demanda de cualquier producto original y auténtico".