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EE.UU.

Un mes de reveses (y algunos impulsos) a Trump desde el Tribunal Supremo

  • El tribunal corrigió al Gobierno estadounidense para la protección de las personas LGTBI, los migrantes y el derecho al aborto
  • Ahora, le ha ordenado entregar una serie de documentos financieros a un gran jurado de Nueva York que le está investigando

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la Sala del Gabinete de la Casa Blanca, en una foto de archivo
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la Sala del Gabinete de la Casa Blanca, en una foto de archivo

La Corte Suprema de Estados Unidos -y algunos impulsos- al presidente Donald Trump durante el último mes, con la orden de entregar una serie de documentos financieros a la Fiscalía como último choque.

Desde el pasado 15 de junio, el tribunal ha contradicho al Gobierno estadounidense para la protección de las personas LGTBI, los migrantes y el derecho al aborto.

Prohíbe los despidos por razones de orientación sexual

El 15 de junio, el Tribunal Supremo amplió los derechos de millones de trabajadores homosexuales y transexuales en EE.UU. , en contra del criterio de la Administración Trump.

En 1964 una ley federal prohibía la discriminación "por motivos de sexo", pero el gobierno del Presidente republicano consideraba que solo se aplicaba a las diferencias de sexo, hombre o mujer, y no la diversidad sexual y de género.

El magistrado conservador Neil Gorsuch y el presidente del tribunal, John Roberts, se han posicionado en esta ocasión del lado de la minoría progresista para decantar la balanza a favor de estos últimos -seis votos frente a tres-.

La protección de los ‘Dreamers’

El 18 de junio, el Supremo prohibió a la administración republicana al poner fin al programa migratorio Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) que protegía a 700.000 jóvenes migrantes, conocidos como "Dreamers" ("Soñadores").

Por una ajustada mayoría (los cuatro jueces progresistas y el jefe del tribunal, John Roberts, un conservador moderado), la corte declaró "arbitraria y caprichosa" la cancelación del programa que impedía la deportación de estos jóvenes llegados ilegalmente a Estados Unidos cuando eran menores.

El tribunal "escupe en la cara de la gente que se enorgullece de llamarse republicanos o conservadores", respondió Trump al dictamen. "¿Tienen la impresión de que no le gusto al Tribunal Supremo?".

No obstante, una semana después, el mismo jurado reforzó la capacidad del Gobierno para deportar rápidamente a indocumentados, al concluir que los solicitantes de asilo no pueden recurrir a cortes federales si se les niega ese amparo nada más ser detenidos.

El aborto

El 29 de junio, el Tribunal Superior anuló una ley de Luisiana que imponía restricciones a las clínicas médicas que realizan abortos, lo que supuso un duro golpe a la campaña de múltiples estados conservadores del país para limitar al máximo ese procedimiento médico que es legal en EE. UU. desde hace casi medio siglo.

Una vez más, el juez Roberts se unió a sus colegas progresistas, al considerar que el caso era comparable al de una ley de Texas que el Tribunal Supremo ya había anulado tres años antes.

La Casa Blanca, que había apoyado a Louisiana, lamentó la "decisión desafortunada" de "jueces no elegidos" que habían impuesto "sus preferencias políticas". El mismo presidente ha acudido este año a marchas antiabortistas.

Sus declaraciones de impuestos

Finalmente, la Corte Suprema se ha pronunciado este jueves sobre el tema más político: la negativa de Donald Trump a revelar al Congreso y a un fiscal de Nueva York toda una serie de documentos financieros, incluyendo sus declaraciones de impuestos, en nombre su inmunidad como presidente.

"Ningún ciudadano, ni siquiera el presidente, puede evitar tener que presentar documentos en caso de una investigación criminal", y su "inmunidad no es absoluta", ha dictaminado el Tribunal en respuesta. No obstante, ha permitido que el presidente presente más apelaciones y ha bloqueado una petición similar del Congreso.

"Por un lado estoy satisfecho, por el otro no", ha concluido Trump, quien, a diferencia de todos sus predecesores desde los años 70, se niega a publicar sus declaraciones de impuestos.