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Economía | Coronavirus

Mucha harina, poca carne y provisión de conservas: así ha sido la cesta de la compra durante el confinamiento

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Una mujer escoge productos de alimentación dentro de un supermercado.
Una mujer escoge productos de alimentación dentro de un supermercado.

Unos días antes de que se decretara el estado de alarma en España, miles de ciudadanos corrieron a los supermercados. En Italia, reflejo de lo que podía suceder, Giuseppe Conte había decretado el cierre de todas las tiendas, salvo las dedicadas a la alimentación y las farmacias. Así, el acopio de productos, las largas colas y los estantes vacíos fueron la estampa de muchos establecimientos en nuestro país, a pesar de que distintas cadenas insistieron en que el abastecimiento estaba garantizado.

La gente teme al desabastecimiento de los supermercados

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha publicado de forma excepcional durante las semanas del confinamiento información sobre el consumo en los hogares españoles. Según detalla, los ciudadanos adquirieron más productos entre el 9 de marzo y el 24 de mayo de 2020 que en el mismo período del año anterior.

Una encuesta planteada entre el 16 y el 17 de abril por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) corrobora estos datos: el 83 % de los encuestados solo salió de casa para hacer la compra. El presidente de ACES (Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados), Aurelio del Pino, asegura a RTVE.es que este gran porcentaje de salidas responde a que las familias han optado por cocinar comidas y cenas en casa, "en muchos casos el 100 % de ellas", en vez de pedirlas a domicilio o recogerlas en restaurantes.

El pico de las compras de alimentos se alcanzó en los días previos a la declaración del estado de alarma, con un 30 % de compras respecto a la misma semana de 2019. No obstante, el aumento más importante se registró un mes después, entre los días 13 y 19 de abril con un 50,6 % más, justo al finalizar Semana Santa, cuando se notificó el segundo incremento más alto, con algo más de un 36 %.

El presidente de la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU), Fernando Móner Romero, asegura que "hemos acumulado productos en nuestras viviendas durante el primer mes y medio", mientras que las compras han descendido con el tiempo "a medida que crecía la seguridad" de tener stock para adquirir.

Aplicaciones como MyRealFood han salido muy reforzadas durante estas semanas. Su cofundadora, Sofía Belenguer, explica que han comprobado que "nuestro usuario reducía la frecuencia de compra", pero que el hecho de pasar más tiempo en casa le ha animado a comprar productos para cocinarlos. Por su parte, el fundador y CEO de Nooddle -una herramienta que permite crear recetas utilizando los ingredientes ya adquiridos-, Carlos Melara, asegura que también han salido beneficiados porque "la gente trataba de evitar el supermercado una vez que ya había comprado", lo que provocó el aumento considerable de clientes.

Harinas y sémolas, lo más adquirido durante la crisis sanitaria

Durante el confinamiento, la evolución del consumo ha fluctuado y se ha registrado un aumento importante en algunos productos como las harinas y las sémolas, que han subido casi un 200 % a mediados de marzo -un 196 % entre el 16 y el 22- respecto al mismo período del año anterior. Una semana antes, también crecieron las ventas en arroz (158,8 %), distintos tipos de pastas (144,3 %) y legumbres (122,4 %), aunque se acabaron estabilizando coincidiendo con el inicio de la desescalada.

Melara asegura que las búsquedas semanales del concepto "harina de trigo" se dispararon por siete durante estas semanas, lo que llevaría a pensar que los españoles se interesaron mucho por composiciones relacionadas con este producto, tal y como confirma Belenguer, que asegura que muchos usuarios se quejaban de que no encontraban levadura o harinas integrales. Si se observa Google Trends, el concepto “pan”, por ejemplo, comenzó a ser interesante a partir de la semana del 8 al 14 de marzo, alcanzando su apogeo en la del 5 al 11 de abril, cuando faltaban unos pocos días para cumplirse un mes de confinamiento.

A propósito del pan, coincidiendo con Semana Santa, los españoles volvieron a depositar su interés en él, por lo que todo apunta a que las torrijas pudieron ser los productos más elaborados en esas fechas. Otro ingrediente, la leche, fue adquirida en masa en el primer fin de semana con casi un 50 % más que hace un año, y no fue hasta la del 13 de abril cuando volvió a experimentar una subida parecida. El resto del tiempo, los cartones no volvieron a ser populares, como le ocurrió también al aceite en su totalidad.

La elaboración de postres, una actividad recurrente

Aunque el tiempo en la cocina ha aumentado, lo cierto es que también lo hizo el consumo de platos preparados, que registró un 61,1 % entre el 9 y el 15 de marzo. Según los datos el 24 de mayo, se observa una tendencia a la baja con algunas subidas en abril, hasta situarse en cerca de un 12 % a finales de mayo.

La bollería o los cereales no son productos a los que se haya acudido de forma masiva, si bien sí lo han sido los snacks o frutos secos. El incremento de estos últimos -hasta un 84 %- podría deberse a su uso en postres, una senda que podrían haber repetido los cacaos, cuyo mayor aumento se registró en el mismo período (entre el 13 y 19 de abril) con un 70,3 %. Las tabletas de chocolate también se colaron en las cestas esa semana logrando cerca de un 78 %, aunque su consumo se ha reducido.

En cuanto al consumo de bebidas, sin contar con el agua embotellada, las gaseosas y refrescantes experimentaron el menor aumento, con porcentajes negativos respecto al año anterior, aunque registraron su máximo a principios del mes de abril. Mejor le ha ido a las bebidas espirituosas -ginebra, ron, vodka, etc.-, cuya ingesta ha superado el 100 % en algunos períodos.

La cerveza y el vino registraron los incrementos más bajos en las primeras semanas del confinamiento, pero fue a comienzos de abril cuando sus compras crecieron, aunque de forma moderada. Se prevé que las ventas en este tipo de productos se contengan tras la apertura de terrazas con la Fase 1 y las progresivas ampliaciones de aforo en las siguientes.

Lo de siempre... lo que menos ha llenado las neveras

En cuanto a los productos frescos, la parte hortofrutícola ha sido la mejor parada, a pesar de su mal arranque en la primera semana con datos, cuando llegó a registrar un 1,6 % menos que en 2019. Tal y como ha ocurrido con otros productos, el gran aumentó quedó registrado nada más acabar Semana Santa, moderándose desde entonces.

Los cárnicos han sido los que menos han crecido. Aunque han conseguido acabar en positivo, un vistazo a las materias provenientes de la oveja hace ver lo difícil que ha sido colocar estas mercancías en el mercado. Las carnes transformadas -embutidos, salchichas, hamburguesas- y las otras no incluidas han sido las que menos han aumentado, e incluso han acabado mayo en números negativos.

Tampoco le ha ido bien al pescado, uno de los alimentos a los que menos han acudido los compradores. Aunque han finalizado mayo en positivo, solo supone un 25 % más que hace un año. Lo más fresco se ha llevado sin duda la peor parte, con hasta un 4 % menos entre el 30 de marzo y el 5 de abril. Su pico, como otros alimentos, llegó nada más acabar la semana de Pascua.

Los españoles, por el afán de aprovisionamiento, acudieron a las conservas pesqueras -mejillón, caballa, sardina, atún-, como demuestra el crecimiento en un 82 % de estos productos. A la larga, el más beneficiado ha sido el pescado congelado, que ha llegado a registrar un 79 % más en la segunda semana de abril que en los mismos siete días del 2019.

La lista de la compra del futuro... ¿más saludable?

A finales de abril, el ministerio presidido por Luis Planas aseguró que no había observado "movimientos que puedan indicar la existencia de operaciones especulativas" que hicieran subir los precios. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), los importes en los alimentos elaborados, bebidas y tabaco crecieron un 2 %, y un 5,4 % en los alimentos sin elaboración, un punto y medio menos que en abril. Las bajadas se han notado en productos como el pescado fresco, las legumbres o las hortalizas.

El análisis prepandemia de la OCU apuntaba a que los españoles estaban dispuestos a consumir productos más sostenibles siempre y cuando los precios fueran más asequibles. Fernando Móner, de CECU, asegura que muchos han aprovechado estas semanas para acercarse a este tipo de alimentos pensando que "un cuerpo fuerte y sano siempre suele tener más defensa frente a virus y bacterias". Desde MyRealFood apuntan a que esta aproximación puntual se ha convertido ya en un "hábito" para muchos.

También desde ACES son conscientes de que los ciudadanos han apostado por este tipo de alimentación al estar más tiempo en casa, por lo que la "demanda de salud", de calidad, saldrá reforzada de esta crisis. Sin embargo, no olvidan que, antes o después, "la conveniencia regresará". "Antes de la crisis crecía de manera exponencial y pronto disponer de una amplia gama de soluciones listas para comer volverá a ser muy valorado por muchos consumidores, especialmente en entornos urbanos", apunta del Pino.

Desde Nooddle aseguran que el uso de herramientas como la suya se ha estancado en el momento en la situación epidemiológica ha mejorado, pero que aún es una opción para muchas personas porque "se tienen que resolver muchas comidas y cenas desde casa". En su opinión, el modelo híbrido de empleo que llegará -teletrabajo y visita ocasional a los centros- hará que muchos sigan optando por aplicaciones como esta.

¿Se mantendrá entonces la tendencia hacia lo sano? A corto plazo sí, aunque dependerá principalmente de la coyuntura económica post-Covid.