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Galicia

Hasta 100 kilómetros de rodeo para ir a trabajar: los alcaldes de la frontera del Miño piden abrir más puentes

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Los alcaldes de la frontera del río Miño piden la apertura de más puentes

Los alcaldes de los ayuntamientos fronterizos del río Miño, ocho gallegos y cinco portugueses, reclaman la apertura de los puentes más transitados entre Galicia y Galicia Portugal. Se trata -dicen- de facilitar la movilidad de los trabajadores transfronterizos.

Desde el 17 de marzo, cuando se cerraron las fronteras terrestres para evitar la expansión del coronavirus, se estableció un único control en el puente principal, el que une Tui y Valença do Minho. En el tramo de río compartido existen seis puntos de paso, cinco puentes y un ferry. Cinco permanecen cerrados.

El 47% del tráfico entre España y Portugal pasa sobre el Miño

Han pedido a los Gobiernos español y portugués que habiliten más controles. Su argumento es un dato oficial: de los cinco pasos más transitados entre los dos países, tres están en este tramo final del Miño.

El presidente de la Agrupación Europea de Cooperación Territorial Río Minho, Uxío Benítez, destaca la importancia de la "raia" del Miño. "Son solo 70 de los 1.200 kilómetros de frontera, un 5 %, pero asume el paso de la mitad de los vehículos que circulan entre los dos países".

Los trabajadores tienen que dar rodeos y soportar colas kilométricas

Son muchos los trabajadores transfronterizos que se desplazan a diario entre los dos territorios. Llevan dos meses y medio dando rodeos, en algunos casos superiores a los cien kilómetros, para cruzar el río. Además, desde el inicio de la desescalada, el tráfico se ha ido incrementando, y con él las retenciones en los controles. Sus gastos de desplazamiento y el tiempo de viaje han aumentado.

Pepe Muras es un traumatólogo que vive en Galicia pero trabaja en la sanidad portuguesa. Su casa está a menos de un kilómetro de uno de los puentes cerrados. Antes llegaba al hospital de Póvoa de Varzim en 35 minutos.

El cierre de los pasos transfronterizos del Miño afecta a numerosos trabajadores sanitarios

Ahora tarda cerca de hora y media, sin contar los días en los que hay retenciones en el control de Tui. "Esto es un trastorno bestial para los trabajadores transfronterizos que vivimos en esta zona", dice. "Hay un volumen enorme de tráfico de trabajadores. Yo entiendo que no es fácil de resolver".

Galicia y el Norte de Portugal cada vez más unidas y dependientes

El norte de Portugal y Galicia constituyen desde 2008 una Euroregión de más de seis millones de habitantes, con el eje Vigo-Porto como impulsor económico. Durante este tiempo se han ido incrementando las relaciones sociales y económicas y muchos gallegos trabajan en las áreas industriales cercanas al río.

Lo mismo ocurre con los portugueses a este lado de la frontera. Los ayuntamientos comparten servicios como escuelas infantiles, conservatorios o piscinas. La alcaldesa de Tomiño, Sandra González, aclara que no piden ninguna excepcionalidad: "Pedimos que, con todas las garantías, con todos los controles, con todas las medidas, se habilite algún paso transfronterizo más, en ésta que es una de las fronteras más dinámicas que existen entre España y Portugal".

El vicedirector de la AECT Rio Minho y alcalde de Vila Nova de Cerveira destaca que el área industrial de Ceveira concentra cuatro mil empleos y más del veinte por ciento están ocupados por trabajadores gallegos. Insiste en que más controles mejorarían, además, la seguridad. "Nuestra economía está muerta. Nuestros trabajadores pasan calvarios para ir a sus puestos. Los gallegos no viven sin los portugueses y los portugueses no vivimos sin los gallegos. Nuestros gobernantes, que están en Madrid y Lisboa, no conocen esta realidad, no la ven como algo prioritario".

Los alcaldes lanzan un S.O.S. y seguirán con las protestas simbólicas

Los alcaldes recorrieron el puente cerrado entre Goián (Tomiño) y Vilanova de Cerveira. En la mitad, realizaron una protesta simbólica, un S.O.S. formado por letras de gran tamaño, y anunciaron que se concentrarán en otros pasos. También han decidido que este año no firmarán el Acta de Reconocimiento de Fronteras, una tradición de 150 años recogida en el Tratado de límites entre Portugal y España.