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Coronavirus

La Región de Murcia desconfía y pide pasar a la Fase 2 con restricciones

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Fase 1 en Murcia
La Policía vigila las terrazas de la murciana Plaza de las Flores para asegurar que se cumplen las normas

La Región de Murcia continúa siendo un bastión de resistencia al coronavirus. El número de afectados ha descendido de forma vertiginosa; tan solo hay 186, una bajada de casi la mitad desde la semana pasada. Cinco personas han perdido la vida a causa del COVID-19 durante la última semana y desde el comienzo de la pandemia son 148 los fallecidos. En las UCI de la región solo quedan siete pacientes ingresados por el virus.

La comunidad con el mayor regreso de autónomos a la actividad

De forma indirectamente proporcional al impacto del virus, en la Región de Murcia se reactiva la economía. Ya son siete de cada diez autónomos los que han vuelto al trabajo. Casi un 69% de los trabajadores por cuenta propia de la comunidad, según los datos facilitados por la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA). Son casi 10 puntos porcentuales por encima de la media nacional, que se sitúa en el 59,9 %.

Muchos empresarios son aún reticentes

La ATA espera que a lo largo de la semana la incorporación sea mayor en sectores como la hostelería, en la que por ahora solo han abierto sus negocios uno de cada cinco autónomos. Y es que el resultado del balance económico de cada comercio depende, en gran medida, de su sector y su producto.

Erich Tajam, regente de una tienda de minerales y accesorios del centro de Murcia asegura a RTVE que abre "por cumplir un horario, pero las ventas ahora mismo son inexistentes" y que con sus ingresos durante la Fase 1 de la desescalada no consigue “ni pagar la factura de la luz”.

Del mismo modo, Rosa Nicolás sufre en su comercio las consecuencias del estado de alarma; vende detalles para bodas y comuniones: “No sabemos cuándo se harán las comuniones, pero las pegatinas y los regalos ya están impresos y no voy a recuperar ese dinero".

Por este motivo, muchos negocios hosteleros de la ciudad de Cartagena han optado por esperar a la Fase 2 de la desescalada para subir las persianas. Según datos de la patronal Hostecar, éstos suponen alrededor del 75% de los establecimientos relacionados con la hostelería de Cartagena.

Desde el 11 de mayo los bares y restaurante pueden recibir a un 50% de personas en sus terrazas, pero para muchos sigue siendo insuficiente y deficitario, lo que ha supuesto que el panorama en las calles de la ciudad portuaria sea la de locales cerrados.

La comunidad pide una Fase 2 "con ciertas restricciones"

Será a partir del próximo 25 de mayo cuando la Región de Murcia entre casi con toda probabilidad en la Fase 2, cuando las medidas se endulzarán y podrán reabrir sus comedores con un 40% de su aforo. Afirman las mismas fuentes consultadas de Hostecar, que alrededor del 70% de bares y restaurantes subirán la persiana en ese momento, ya que no encontrarán medidas tan restrictivas de distanciamiento social y además existirá la capacidad de que sus clientes puedan entrar a sus locales.

Todo suponiendo que la comunidad pase a la Fase 2 de la desescalada, para lo cual solo falta el visto bueno oficial del Servicio de Epidemiología. Sin embargo, el presidente del Gobierno autonómico, Fernando López Miras, asegura que, en caso de avanzar de fase, se hará “con algún tipo de restricciones que solicitaremos al Ministerio", según palabras del presidente en rueda de prensa.

Los sectores que sufren con la incertidumbre

En abril se vendieron apenas 785 coches de ocasión en la Región de Murcia, un 85% menos que en el mismo mes del año pasado. El precio medio del coche de ocasión se situó en 19.246 euros en Murcia este cuarto mes del año, lo que significa una subida del 13,2% respecto al mes anterior, según los datos de un comparador web.

Del mismo modo, el comercio de flor cortada, con gran presencia en la comarca del Noroeste de la Región de Murcia, ha perdido un 90% de su venta anual tan solo en estos dos meses de estado de alarma. Según los datos de la cooperativa Canaraflor, las pérdidas ocasionadas por la cancelación de procesiones de Semana Santa, comuniones, bodas, fiestas de primavera y romerías, han dejado un año con pérdidas millonarias en la floricultura murciana.