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Israel

Israel forma un gobierno de coalición tras tres elecciones y 500 días de bloqueo que turnará el poder entre Netanyahu y Gantz

  • El nuevo Ejecutivo entre Netanyahu y el centrista Benny Gantz pone fin a la crisis política más larga de la historia del país
  • El gabinete de unidad será también el gobierno más abultado de la historia de Israel, con un récord de 36 ministerios

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El parlamento israelí aprueba el nuevo Gobierno de coalición de Netanyahu y Gantz

El parlamento israelí ha dado luz verde este domingo al gobierno de coalición entre el derechista Benjamín Netanyahu y el centrista Benny Gantz. Se pone fin así a la crisis política más larga de Israel: 500 días de parálisis y tres elecciones sin un ganador claro han sido necesarios para conseguirlo.

"Decidimos juntos dejar a un lado las divisiones y enfrentarnos a los desafíos que la pandemia nos plantea en materia de salud, economía y sociedad", declaró Netanyahu en su discurso ante el parlamento entre interrupciones de la oposición y acusaciones de corrupción.

La votación se saldó con 73 diputados a favor frente a 46 en contra, es decir 12 votos más que la mayoría requerida. Un resultado que no fue fácil conseguir. Las negociaciones se mantivieron hasta el último minuto e incluso se llegó a temer que pudiesen retrasarse una vez más los planes para el nuevo gobierno.

El gobierno más numeroso de la historia de Israel

El gabinete de unidad será también el gobierno más abultado de la historia de Israel, con un récord de 36 ministerios y carteras de nueva creación para garantizar que tanto el Likud de Netanyahu como Gantz de Blanco y Azul puedan hacer un reparto satisfactorio entre sus respectivas formaciones.

Esta ha sido la forma de evitar un fracaso en la votación parlamentaria o situaciones como las del pasado jueves cuando, de forma inesperada, se canceló la sesión parlamentaria pora el voto de confianza al nuevo gobierno debido a la protesta en las filas del Likud de Netanyahu y de sus aliados de extrema derecha y ultraortodoxos por el reparto de carteras.

El número récord de ministros no deja de despertar críticas por lo que supone de contradicción en un momento de crisis económica sobrevenida por la epidemia de Covid-19.

Unidos ante la adversidad del coronavirus

El nuevo gobierno es llamado de "unión y emergencia". Sus dos líderes, Netanyahu y Gantz del partido Blanco y Azul, han prometido aparcar las rivalidades políticas y sumar esfuerzos. La adversidad del coronavirus es uno de los factores de unión.

Según cifras oficiales, la Covid-19 ha causado más de 16.500 infectados y 268 muertos. Cifras muy inferiores a las de la mayoría de los países europeos y de EE.UU. pero que han tenido un severo impacto en la economía. De ahí que la reactivación económica y del empleo sea otro de los puntos de unión. Antes de la pandemia, el desempleo era de apenas el 3,4% y a raíz de ella, subió hasta el 27%, con 1,2 millones de parados.

En virtud del acuerdo, los dos líderes se turnarán en el puesto de jefe de gobierno. Empezará Netanyahu y después de 18 meses, pasará el relevo a su nuevo socio, Gantz, ex jefe de las fuerzas armadas y que ejercerá, mientras tanto, de ministro de Defensa y "primer ministro suplente". Puesto de nueva creación que, una vez transcurrido el medio año acordado, pasará a ocupar Netanyahu.

La cita del primer ministro Netanyahu con la justicia

Con esta alternancia en el cargo, Netanyahu confía en evitar su dimisión del gobierno que, según las leyes, permite al primer ministro seguir en el cargo incluso acusado por algún delito.

A finales de mayo, el nuevamente primer ministro, afronta un juicio en el que está procesado por delitos de cohecho, fraude y abuso de confianza en tres casos separados. Si el juicio no se aplaza, Netanyahu se convertiría en el primer jefe de gobierno en la historia de Israel en ser juzgado por corrupción durante el ejercicio del cargo.

Este nuevo mandato permite a Netanyahu, de 70 años, marcar otro hito, el de convertirse en el primer ministro más veterano en el cargo, con 14 años en el poder después de haber sido elegido por primera vez en 1996 y haber cumplido tres mandatos consecutivos.

Es hora de anexionar parte de Cisjordania

En el programa del nuevo gobierno está la aplicación del proyecto del presidente norteamericano Donald Trump para la resolución del conflicto palestino-israelí. Un plan que supone la anexión de más de 130 colonias judías en la Cisjordania ocupada desde 1967 y también del Valle del Jordán, que pasaría a ser la nueva frontera oriental entre Israel y Jordania.

"La verdad es esta -ha dicho Netanyahu al parlamento- estos territorios están donde nació y se desarrollo el pueblo judío. Es hora de aplicar la ley israelí y escribir un nuevo capítulo glorioso en la historia del sionismo".

Netanyahu y el centrista Gantz se han puesto de acuerdo en presentar este plan a partir del 1 de julio. En la última década la población de los asentamientos israelíes aumentó un 50%, con más de 450.000 personas, con frecuencia, en una convivencia conflictiva con más de 2.7 millones de palestinos.

Rechazo palestino e internacional

El proyecto de ampliar la soberanía isralí a los asentamientos judíos de Cirjordania y al Valle de Jordán ha sido respondido con la demanda palestina de sanciones internacionales contra Israel.

También Jordania piensa que, en lugar de contribuir a pacificar la región, puede dar lugar a nuevos conflictos. Si Israel anexiona realmente Cisjordania en Julio -advirtió el rey Abdalá II de Jordania-, esto conducirá a un gran conflicto con el reino jordano".

Según ha anunciado el jefe de la diplomacia europea, la Unión Europea está dispuesta a lanzar una ofensiva diplomática para impedir a Israel su plan de anexión. "Los países de la UE -ha dicho Josep Borrell- están inquietos de las consecuencias de una anexión que, para ellos, viola el derecho internacional y dañaría las oportunidades para la paz"

Borrell también ha informado de que, sin embargo, los miembros de la UE "están divididos sobre las medidas a adoptar contra Israel" y que no están en el punto "de hablar de sanciones" para las cuales debe haber unanimidad y "las posiciones en el seno de la UE son diferentes".