Enlaces accesibilidad
Coronavirus

Los adolescentes siguen sufriendo ciberacoso durante el confinamiento

Por
Adolescente utilizando un teléfono móvil
Adolescente utilizando un teléfono móvil

Vanessa tiene quince años y pasa la mayor parte del tiempo metida en su habitación desde que comenzó el confinamiento. Además de las clases online, los dispositivos móviles también se han hecho dueños de su tiempo libre: ver videos, escuchar música, chatear con sus amistades, videollamadas, todo gira alrededor de las pantallas. El caso de Vanessa es habitual estos días. Pero, además de impedir las clases presenciales y la relación en persona de chicos y chicas, el cierre de colegios e institutos ha tenido otra consecuencia: un verdadero alivio para quienes sufrían acoso escolar. Un alivio, no la solución, porque muchos de estos menores siguen siendo víctimas de ciberacoso.

El ciberbullying y otros tipos de ciberacoso en el confinamiento

El ciberbullying sigue existiendo aunque los menores no se puedan encontrar físicamente. La Policía Nacional no tiene datos de una mayor incidencia de ciberbullying durante la pandemia, pero no hay que bajar la guardia. Las peticiones de ayuda al teléfono y el chat de ANAR relacionadas con el ciberacoso están en torno a un 3%, con prácticas como hostigamiento en los chats en los que participan los menores de los que se les llega a expulsar, publicación de fotografías o montajes denigrantes, etc. Por ejemplo, el/la acosador/a puede crear un perfil falso de la víctima en redes como Instagram para ridiculizarla y reírse de ella.

Normalmente los menores no identifican el problema al principio y se dan cuenta cuando la situación ya es grave

Además, podría estarse incrementando el sexting o práctica de compartir fotografías de contenido sexual entre adolescentes y que pueden terminar difundiéndose inadecuadamente o ser utilizadas como forma de acoso o extorsión.

También hay que mantenerse alerta frente al riesgo de grooming: los engaños con que los pederastas se ganan a sus víctimas menores para obtener satisfacciones sexuales y en los que pueden utilizar la extorsión cuando son descubiertos. "Los chicos y las chicas no son conscientes del peligro", dice Diana Díaz, directora de las líneas de ayuda de la Fundación ANAR, "normalmente no identifican el problema al principio y se dan cuenta cuando la situación ya es grave, cuando hay una amenaza, una extorsión, es entonces cuando piden ayuda y nos llaman o acuden a sus padres. Ahora mismo, precisamente por eso, puede que no nos estén llegando los casos que se están produciendo".

Acosadores y pederastas siguen en activo en esta situación excepcional.  Según un informe de la UCO de la Guardia Civil, desde que comenzó el confinamiento las descargas con contenidos de abuso sexual infantil han aumentado un 24% y la actividad en la web oscura donde se encuentran este tipo de contenidos, la 'dark web', ha crecido un 40%. Otros informes procedentes de EE.UU. y las grandes servicios como Facebook y Google confirman que se ha disparado la circulación de contenidos con explotación sexual de menores. "Todos los delitos en los que intervienen las nuevas tecnologías están aumentando y se confirma la tendencia que veíamos de un aumento de este tipo de delitos en internet. Siempre nos centramos en los colectivos más vulnerables, especialmente los menores, y ahora se está haciendo un esfuerzo especial para monitorizar este tipo de conductas y responder a esas amenazas", afirma el teniente Daniel Moreno, responsable del EMUME central (Equipo de Mujer-Menor) de la Guardia Civil.

No obstante, ANAR aclara que el confinamiento está dejando otros problemas y que la mitad de las consultas que reciben se refieren a violencia intrafamiliar psicológica o física, seguida de casos en que los menores sufren la violencia de género perpetrada contra sus madres, abusos sexuales o incluso problemas psicológicos e ideas de suicidio. Han puesto en marcha la campaña "No son aplausos" para concienciar sobre estos casos de malos tratos que quedan ocultos en los hogares.

Campaña ANAR contra el maltrato infantil

Desconexión digital

En ANAR están recibiendo muchas consultas de padres y madres, preocupados por la intensidad que está alcanzando estos días el uso de la tecnología. Según una encuesta realizada por 'Pantallas amigas' y la Fundación Mapfre más del 45% de los menores pasan más de cinco horas al día de su tiempo de ocio con dispositivos conectados. El dispositivo más utilizado es la videoconsola, a menudo en modo compartido. Precisamente los juegos online son uno de los mecanismos que escogen los pederastas para contactar con sus víctimas haciéndose pasar por menores.

"El hecho de estar todos juntos en casa hacer que algunos padres se confíen y crean que sus hijos están seguros y no se planteen nada más. Otros se preocupan, incluso les han sorprendido grabándose en actitudes peligrosas o haciendo un uso indebido de los dispositivos, como por ejemplo enviando fotos o descargándose aplicaciones o contenidos para mayores de edad. Consultan sobre todo acerca de normas y límites", explica Diana Díaz."Se puede restringir el acceso a determinadas páginas, pero lo que más va a ayudar es que los chicos y chicas sepan cómo actuar porque tengan esa información, que se la transmita un adulto de confianza de manera que no se sientan ni invadidos ni intimidados", aconseja el teniente Daniel Moreno.

Existen muchas guías para menores y para familias que orientan a la hora de hacer un uso responsable de internet y de evitar los diferentes tipos de acoso. Uno de los principales consejos sería evitar dar información personal a través de los perfiles o de comentarios o fotografías que se comparten; mantener los perfiles en las redes sociales en modo privado y no dar datos íntimos o privados a personas que no sean de total confianza. Hay que tener en cuenta que en internet no todo el mundo es quien dice ser, desconfiar de desconocidos y nunca proporcionarles información o elementos personales como fotografías o videos íntimos. En general, no conviene responder a provocaciones de posibles acosadores ni en los chat ni en las redes sociales.

El chat de ANAR contra el maltrato infantil recibe más de 1.400 mensajes hasta el 3 de mayo

Padres y madres pueden ayudarse de la técnica y utilizar sistemas para el control parental de los contenidos que consultan o utilizan sus hijos e hijas. A veces, obligarles a apagar los dispositivos puede generar una reacción hostil por parte de los menores. Una solución puede ser establecer momentos de desconexión familiar, de mayores y menores, en los que realizar actividades alternativas y fomentar la práctica del ejercicio en casa, bailando, entrenando o a través de clases online.