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Alemania rechaza la donación automática de órganos, vigente en España desde 1979

  • Nuestro país es referente en el modelo según el cual es necesario rechazar expresamente la donación de órganos
  • La cuota de donaciones española se sitúa en 48 donantes por millón de ciudadanos, la más alta de la UE, frente al 9,7 alemán

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Alemania rechaza convertir a todos los ciudadanos en donantes potenciales

Alemania ha rechazado el proyecto de ley que hubiera convertido, por defecto, a todo ciudadano en potencial donante de órganos. En su lugar, ha salido adelante la propuesta surgida de los Verdes que implica pedir regularmente a todo ciudadano mayor de 16 años ese consentimiento -cada diez años o al renovar su carnet de identidad- e irá acompañada de campañas divulgativas en consultas médicas.

Alemania está a la cola en este aspecto en Europa, pero para la líder verde Annalena Baerbock, el auténtico obstáculo para la donación de órganos no es la falta de disponibilidad de los ciudadanos, sino las trabas burocráticas en la práctica hospitalaria.

España, líder en la donación de órganos en Europa, como referente

En España rige este modelo, según el cual es necesario rechazar expresamente la donación de órganos, desde la ley de 1979. De acuerdo con el artículo quinto, “las personas presumiblemente sanas que falleciesen en accidente” o como consecuencia de éste se considerarán “donantes, si no consta oposición expresa del fallecido”.

Igualmente, en el Real Decreto por el que se regulan las actividades de obtención, utilización clínica y coordinación territorial de los órganos humanos destinados al trasplante, de 2012, el “donante fallecido” se define como toda “persona difunta de la que se pretende obtener órganos para su ulterior trasplante y que, de acuerdo con los requisitos establecidos en este real decreto, no hubiera dejado constancia expresa de su oposición”.

El texto vigente de 2012 detalla que dicha oposición puede referirse a determinados órganos o a todos y que, en el caso de menores de edad y personas incapacitadas, la decisión corresponderá a su representante legal.

Así, para proceder el hospital deberá investigar si el donante hizo patente su voluntad a alguno de sus familiares o a los profesionales del centro e, incluso, examinar la documentación y pertenencias personales que el difunto llevaba consigo.

Una 'donación automática' que no ocurre en la práctica

La realidad es que esta “donación automática” no ocurre exactamente así en la práctica. Cuando se produce una muerte de un potencial donante se consulta a los familiares, a los que se informa de la ley vigente, y estos toman la decisión en el caso de que no existan voluntades previas escritas o diferentes versiones respecto al deseo de la persona fallecida. En cualquier caso, no tener que estar inscrito en un registro de donantes facilita el proceso e incentiva la donación.

En España, la cuota de donaciones se sitúa en 48,9 donantes por millón de ciudadanos en 2019, un año más, la más alta de la UE.

Tienen modelos similares Portugal (con una tasa del 34), Croacia (33,3), Bélgica (30,5), Francia (29,7) o Italia (28,9), según los datos de 2017, que también lideran el ranking en cuanto a tasa de donación se refiere y contrastan con la baja cifra de 9,7 donantes por millones de personas de Alemania, la más baja del bloque.

Para los detractores de la fórmula en Alemania, no se puede pretender "exportar" el exitoso modelo español. Otros países europeos donde asimismo rigen sistemas similares al español -como Bulgaria- están por debajo de la media europea en cuando a donación de órganos.

Para agilizar los trasplantes hay que dotar a Alemania de un sistema hospitalario "eficiente como el español", ha apuntado Baerbock.