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Elecciones 2019

El primer Gobierno de coalición que marcaría un nuevo hito en la historia de España

  • Antes que Pedro Sánchez, ha habido otros precedentes de intentos de coalición en España, aunque no cuajaron
  • El multipartidismo terminó con las mayorías absolutas. En 13 de las 17 CC.AA. los partidos gobiernan en coalición

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Pedro Sánchez y Pablo Iglesias
Los líderes de PSOE y Podemos, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, durante el anuncio de su pacto de gobierno.

España está a punto de marcar un nuevo hito en su historia si el pacto entre Pedro Sánchez (PSOE) y Pablo Iglesias (Unidas Podemos) obtiene el respaldo necesario en el Congreso. De ser así, habrá por primera vez un gobierno de coalición en el país y España se sumaría al listado de otros países en Europa con tradición de gobiernos conjuntos entre dos o más partidos, algo que se ha ido implantando en los últimos años en las comunidades autónomas españolas pero que se resistía a nivel nacional.

¿Por qué ahora? Desde la Transición, ningún ganador de unas elecciones en España había necesitado tanto el apoyo de otras formaciones políticas. Sánchez ya lo necesitaba después del 28 de abril, cuando PSOE y Podemos sumaban diez escaños más, pero el socialista se negó a negociar desde un principio un gobierno de coalición y, cuando accedió, a Iglesias no le pareció suficiente.

"No hay tradición" de un Gobierno de coalición, se justificaba, abogando por un gobierno "a la portuguesa" que funcionara gracias al apoyo parlamentario. Pensó que yendo a unas segundas elecciones el resultado podría ser mejor para los socialistas, reforzando así la idea de un gobierno en solitario pese a no sumar mayoría. Incluso llegó a decir tras convocar elecciones que "no podría dormir" con Podemos en un Gobierno.

Pero tras las elecciones de este pasado domingo no solo ambas fuerzas progresistas perdieron fuerza, sino que el multipartidismo terminó por explotar con más partidos que nunca en el Congreso de los diputados y un escenario que se tornaba más complicado aún para formar un Gobierno estable. Descartada la vía de la gran coalición o incluso de la abstención del PP para recabar en el Parlamento más 'síes' que 'noes', la única opción pasaba por formar Gobierno con Podemos.

El fracaso de tres meses de negociaciones tras el 28A se ha consolidado en menos de 48 horas tras el 10N

"Lo que en abril se había convertido en una oportunidad histórica, hoy es una necesidad histórica", ha dicho Pablo Iglesias desde la Moncloa durante una comparecencia conjunta con Sánchez. Con más o menos fuerza parlamentaria, su apoyo siempre ha sido necesario para que Pedro Sánchez fuera investido presidente del Gobierno, y nunca desde la primera vez que lo intentara el socialista, Iglesias ha renunciado a la coalición. El fracaso de tres meses de negociaciones tras el 28A se ha consolidado en menos de 48 horas tras el 10N.

Otros intentos de coalición: González y Zapatero

Ahora que ambos partidos han pactado, se romperá previsiblemente una tradición de gobiernos en solitario que lleva en España desde la Transición. Adolfo Suárez (UCD) gobernó en solitario, y lo hicieron también los presidentes de PP y PSOE en las siguientes legislaturas. Sin embargo, a medida que la democracia avanzaba, fueron surgiendo nuevos partidos y las mayorías de los partidos vencedores iban dejando de ser tan rotundas.

En 1993, Felipe González llegó a ofrecer una coalición al entonces presidente de la Generalitat y dirigente de CiU Jordi Pujol y a Xaxbier Arzalluz (PNV), que rechazaron la oferta para llegar a acuerdos desde fuera del Ejecutivo -algo que justamente era la opción que Sánchez prefería respecto a Podemos-.

Y aunque no trascendió en aquel momento, el líder de la ya desaparecida Unió Democrática de Catalunya (UCD) -socio de CDC, ahora JxCat-, Josep Andoni Durán i Lleida reveló en una entrevista en 2011 que otro socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, le había ofrecido ser ministro.

Cinco años de 'primeras veces'

Pero fue la entrada de Podemos y Ciudadanos la que terminó de dinamitar las grandes mayorías de los vencedores en unas elecciones cuando irrumpieron con fuerza en el Congreso tras las generales de diciembre de 2015.

Se instauró el bloqueo y, por primera vez, hubo que repetir elecciones en junio de 2016. Entonces, Mariano Rajoy, el candidato propuesto por el rey, hizo algo insólito: rechazar el encargo. Lo intentó Sánchez pactando no una coalición, pero sí un acuerdo de investidura con Ciudadanos, y fracasó. Finalmente, tras la dimisión de Sánchez, el PSOE marcó otro momento en la historia: la abstención del partido que lidera la oposición para que el ganador pudiera formar gobierno.

La historia quedaría marcada también por otros hechos, como la primera moción de censura que prosperó en el país, que derivó en el que acabó siendo el Gobierno más breve de la democracia y el que más tiempo ha estado en funciones.

PSOE y Podemos ya han gobernado juntos en varias autonomías

Ahora, PSOE y Podemos dan un paso más en una relación por la que ambos ya gobiernan o han gobernado a nivel autonómico en Castilla-La Mancha, aunque duró poco; en Valencia, donde se ha reeditado esta legislatura; en Baleares, donde también se ha consolidado; y en Canarias, donde una unión de izquierdas ha desbancado a Coalición Canaria tras casi 30 años en el poder.

Una tradición de gobiernos autonómicos que llevan abrazando los partidos a nivel autonómico desde 2013, cuando Susana Díaz solo pudo ser investida gracias a un pacto de gobierno con IU. Después, llegarían Podemos y Ciudadanos a gobernar otras regiones, llegando a la actualidad a haber 13 de las 17 comunidades autónomas en estar regidas por gobiernos compartidos.

Ahora será la primera vez que un pacto de estas características se eleve al Gobierno de España, que se podrá comparar ya con otros países como Alemania o Italia, donde existen gobiernos en coalición. La pregunta que surge a continuación es si este tipo de Ejecutivos en España ha llegado para instalarse o si el pacto entre PSOE y Podemos se quedará en una excepción democrática en el país; y también, si habrá estabilidad en España durante los próximos cuatro años o el Gobierno se verá abocado a un adelanto electoral.