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50 aniversario de la llegada a la Luna

Wernher von Braun, el científico nazi que impulsó la llegada a la Luna

  • Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, EE.UU. y la URSS captaron científicos del Tercer Reich
  • Von Braun fue el arquitecto del Saturno V, el cohete que permitió el alunizaje de Armstrong y Aldrin

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John F. Kennedy, junto a Wernher von Braun, en una imagen de 1962
John F. Kennedy, junto a Wernher von Braun, en una imagen de 1962

La carrera espacial que se llevó a cabo durante los años 50 y 60, y que culminó con la llegada del hombre a la Luna, convirtió en héroes a una serie de hombres cuya contribución fue decisiva en esta hazaña: por supuesto, los tres tripulantes del Apolo 11 (Armstrong, Aldrin y Collins); pero también antecesores suyos como John Glenn o Alan Shepard.

En esta relación es esencial destacar un nombre, aunque de pasado más oscuro que los anteriores: el del ingeniero aeroespacial Wernher von Braun, creador del cohete Saturno V, esencial para la hazaña que llevó al hombre a la Luna.

Aunque para Estados Unidos es todo un héroe nacional -incluso hay un cráter de la Luna que lleva su nombre-, no se puede olvidar que Von Braun formó parte del grupo de científicos del Tercer Reich que, tras la derrota alemana en la Segunda Guerra Mundial, entraron al servicio del gobierno de Washington.

Enamorado de la exploración espacial

Nacido en 1912 en Wirsitz (Polonia, entonces parte del Imperio Alemán), desde niño se enamoró de la exploración espacial mediante la lectura de autores de ciencia ficción, según la biografía disponible en la web de la NASA.

Wernher von Braun con el Saturno V de fondo, el cohete que lanzó al Apolo 11 al espacio.

Wernher von Braun con el Saturno V de fondo, el cohete que lanzó al Apolo 11 al espacio. NASA

Este interés le llevó a formar parte en su adolescencia de la Sociedad Alemana para los Viajes Espaciales y a doctorarse en física por la Universidad de Berlín. Su pasión por los cohetes hizo que se enrolara en el ejército alemán, que desde la llegada de Hitler al poder en 1933 controló todo lo referente a este tipo de armamentos.

Von Braun comenzó a trabajar en la base secreta de Peenemünde donde, por encargo de Hitler, centró sus esfuerzos en el desarrollo de un cohete de largo alcance que sirviera para atacar territorio enemigo. El resultado fue el V-2, un misil balístico, fabricado con mano de obra esclava, con el que los nazis bombardearon ciudades como Amberes o Londres, causando miles de muertos.

Sin embargo, cuando el V-2 pudo ser utilizado el curso de la guerra ya había cambiado tras el desembarco de Normandía y Von Braun, como otros científicos del Tercer Reich, fue contactado por el gobierno estadounidense con el fin de poder contar con sus servicios.

Fue lo que se conoció como operación Paperclip, por la que la inteligencia de EE.UU. pudo contar con buena parte de los científicos al servicio de Hitler, a quienes blanqueó su pasado y convirtió en ciudadanos estadounidenses de pleno derecho. También la URSS logró captar a varios de estos sabios, consiguiendo importantes avances, sobre todo en el terreno del armamento nuclear, dando paso a lo que conoció como la Guerra Fría.

Artífice del Saturno V

Von Braun y el resto de su equipo de científicos fueron traslados a Fort Bliss, Texas, donde comenzaron a trabajar en cohetes para el ejército estadounidense. Cinco años después, ya en el arsenal de Redstone, en Alabama, el equipo comenzó la construcción del misil balístico Júpiter, que sirvió para los primeros lanzamientos del programa Mercury.

Walt Disney y Von Braun, en una imagen de mediados de los años 50

Walt Disney y Von Braun, en una imagen de mediados de los años 50 NASA

En 1955 logró dejar atrás por completo su pasado nazi al recibir la ciudadanía estadounidense y se convirtió en uno de los rostros más conocidos de la carrera espacial, sobre todo gracias a su participación en varios programas de Walt Disney dentro de la serie Man in space, que pretendía divulgar entre la sociedad norteamericana las bondades de la carrera espacial.

A partir de 1960, Von Braun y el resto del equipo encargado del desarrollo de los cohetes espaciales pasaron a depender de la NASA y el científico alemán se convirtió en el director del Centro de Vuelo Espacial Marshall y principal arquitecto del Saturno V, el cohete con el que por fin Estados Unidos lograría adelantar a la URSS en la carrera espacial.

La llegada del Apolo 11 a la Luna decantó por completo la balanza y Werner von Braun, reconocido como artífice de este éxito, pasó a ser una celebridad en su país de acogida, que en 1975 le distinguió con la Medalla Nacional de Ciencias.

Pero tras el éxito del alunizaje apenas permaneció unos años más en la NASA, ya que en 1972 dejó su cargo para trabajar en la industria privada hasta su muerte, a causa de un cáncer de colon, en 1977.

Aunque controvertida, la figura de Wernher von Braun es inseparable de los éxitos estadounidenses en la carrera espacial, sin cuyo concurso hubiera sido complicado materializar la promesa de Kennedy de llevar a un hombre a la Luna antes de finales de la década de los 60.