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Cine

'Utoya. 22 de julio': la masacre desde la mirada de las víctimas

  • Erik Poppe refleja el peor atentado de la historia de Noruega en el que murieron 77 personas en la isla de Utoya
  • Se estrena este viernes, 19 de julio

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Tráiler de 'Utoya. 22 de julio' de Erik Poppe

El 22 de julio de 2011 el ultraderechista Ander Breivik tiroteó el campamento de las juventudes del Partido Laborista Noruego en la pequeña isla de Utoya, que transmutó en un infierno.

Una masacre demoledora: 77 personas, la mayoría jóvenes campistas, fueron asesinadas. El ataque dejó casi 200 heridos y centenares de víctimas traumatizadas que necesitan atención psicológica de por vida.

A punto de cumplirse siete años del peor atentado de la historia del país nórdico, dos películas han coincidido en el tiempo en reflejar la tragedia: el filme de Paul Grass (22 de julio) para Netflix que sigue al criminal Breivik y la versión de Erik Poppe, Utoya. 22 de julio, que se enfoca en las víctimas y llega a los cines este viernes.

Poppe (La decisión del rey, Mil veces buenas noches) asegura en una entrevista para RTVE.es que quiere contribuir al proceso de “sanación” de los supervivientes “sin traumatizarles más”.

“También vi películas sobre terrorismo como Elephant, de Gus Van Sant, pero están centradas en el asesino, en el que comete el acto. Yo quería una visión de un contexto más amplio”, señala.

El director danés aboga por la recuperación de la memoria colectiva tras el mediático juicio al demente Breivik que nunca se arrepintió de los asesinatos.

“A pesar de todas las actas del juicio, de los documentos y libros, el impacto de estar en el corazón de un ataque terrorista me daba la impresión de que no sabíamos lo que había ocurrido porque no se puede describir con palabras, pero ahí si llegan las imágenes”, explica el realizador.

Poppe y su equipo se entrevistaron durante meses con los supervivientes, algunos de ellos les acompañaron durante el rodaje, y ofrece una recreación ficticia pero basada en sus testimonios con los que intentó “hacer lo más auténtico y honrado sin perder la dignidad con su colaboración directa”.

Cine inmersivo para golpear conciencias

El director recurre al cine inmersivo a través de 92 minutos de plano secuencia subjetivo, con 72 minutos en tiempo real de tiroteo tal y como ocurrió en Utoya.

La cámara se mueve pegada a la joven Kaja (Andrea Berntzen) que recorre la isla desesperada en un carrusel de confusión y horror donde se trasladan al espectador hasta las sacudidas físicas de los disparos.

La cámara sigue a la joven Kaja por la isla en un plano secuencia de 72 minutos en 'Utoya. 22 de julio'

La cámara sigue a la joven Kaja por la isla en un plano secuencia de 72 minutos en 'Utoya. 22 de julio'

Nunca vemos al asesino pero el escaso terreno multiplica la angustia y consigue el objetivo de golpear conciencias: emerge la maldad sinsentido del ser humano.

“Me pareció que era más eficaz crear un debate para que no se vuelva a repetir. Y creo que lo más importante es que la sociedad respondió no cerrándose. Noruega sigue siendo una sociedad abierta, por ejemplo, para la inmigración”, dice.

Utoya. 22 de julio levantó polvareda en la pasada Berlinale por el enfoque de los atentados como un thriller de acción pero Erik Poppe, que fue reportero de guerra antes de orillarse al cine político, marca distancias.

“No quería hacer una película a lo Hollywood. Quería hacer un retrato de las historias que ellos me habían contado. Y lo que se ve en la película no es el típico héroe, a veces Kaja se para a ayudar pero otras veces es comprensible que corra para salvarse. Es perfectamente normal que uno se equivoque o tener miedo, ser cobarde o no ayudar al otro para no arriesgar la vida”.

Se estrena este viernes, 19 de julio.