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Cuba refrenda la nueva Constitución con una amplia mayoría, aunque el voto del descontento marca máximos

  • El 86,8 % de los votantes apoya el nuevo texto, que consagra los cambios sociales aunque no modifica los cimientos del régimen
  • Los votos en contra, un 9 %, y la abstención, superior al 15 %, marcan récords en los referéndums celebrados en la isla

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El expresidente cubano, Raúl Castro, vota en el referendo sobre la nueva Constitución el pasado domingo
El expresidente cubano, Raúl Castro, vota en el referendo sobre la nueva Constitución el pasado domingo

Los cubanos han respaldado con una amplísima mayoría del 86,8 % la nueva Constitución del país, que sustituye a la que llevaba en vigor desde 1976 y consagra los cambios sociales y económicos introducidos en la última década sin modificar las bases del régimen comunista, si bien el voto del descontento ha marcado máximos en este tipo de referéndums, al registrarse un 9% de votos en contra y un 15,6 % de abstención.

Así, la participación en el referéndum celebrado este domingo fue del 84,4 %, según los datos preliminares proporcionados por las autoridades cubanas. De los 7.848.000 millones de votos depositados, el 86,8 % fue para aceptar el nuevo texto, el 9 % para rechazarlo y el 4,1 % restante correspondió a votos en blanco o nulos, ha informado en una rueda de prensa la presidenta de la Comisión Electoral Nacional (CEN), Alina Balseiro.

La nueva Constitución no modifica el sistema político de la isla, supeditado al Partido Comunista, ni renuncia al comunismo, pero sí plasma los cambios económicos y sociales producidos en el país en la última década tras las reformas introducidas durante los dos mandatos del hoy expresidente Raúl Castro (2008-2018).

De acuerdo con las cifras facilitadas por comisión electoral, votaron "sí" un total de 6.816.169 cubanos y por "no" lo hicieron 706.400. Los votos en blanco fueron 198.674, para un porcentaje del 2,53 %, y los nulos sumaron 127.100, lo que supone un 1,62% del total.

Al censo inicial de 8,6 millones de votantes se le añadieron en la jornada del referendo 634.000 personas debido a que en Cuba, aunque lo habitual es votar en el lugar de empadronamiento, no se trata de un requisito obligatorio, por lo que hubo personas que pudieron votar en otros lugares. Ello provoca un desvío del registro electoral, que "en los próximos días" se actualizará para obtener las cifras definitivas de la votación, ha precisado Balseiro.

Una votación sin incidentes

La presidenta de la CEN ha declinado valorar los resultados porque los miembros de esa entidad "no son autoridades políticas", pero ha destacado que la jornada de la consulta se desarrolló "como una fiesta electoral, con tranquilidad y concurrencia a las urnas".

Preguntada sobre los motivos por los que los cubanos residentes en el extranjero no pudieron votar pese a que sí participaron -por vez primera- en el proceso popular de consultas previas al que se sometió el borrador inicial de la Constitución entre agosto y noviembre pasados, ha indicado que se ha "cumplido estrictamente" lo que determina la Ley Electoral.

Según la funcionaria, la CEN fue ajena al proceso de redacción y debate popular del texto constitucional, diferente del referendo del domingo.

"La Ley Electoral establece unos requisitos para el derecho al voto que no se corresponden con los de la consulta popular", ha aducido, y ha añadido que para poder votar, el elector "tiene que tener dos años de residencia en el país", entre otros requisitos.

Satisfacción de las autoridades de La Habana

Las autoridades de La Habana consideran satisfactorio el resultado, y prueba de ello es el mensaje publicado en Twitter por Miguel Díaz-Canel, que en breve cumplirá un año como presidente de Cuba al haber reemplazado a Raúl Castro en abril del año pasado.

"Siento inmenso orgullo de ser parte de nuestro heroico, valiente y firme pueblo. Un pueblo así merece siempre la victoria. Qué tremendo homenaje a los padres de la nación, a Martí, Fidel y Raúl. Vencimos y vamos por más. Viva #Cuba Libre! #SomosCuba #SomosContinuidad #60YMás", ha escrito el mandatario.

Otras autoridades e instituciones cubanas han expresado su satisfacción con el resultado a través de sus cuentas oficiales, en las que también han reiterado la consigna #YoVotoSí.

Esta última etiqueta ha sido parte de la intensa campaña gubernamental a favor del "sí", que en las últimas semanas ha dominado los espacios públicos con carteles en calles, establecimientos e incluso medios de transporte.

Mientras, activistas disidentes en Cuba y en el exilio desplegaron en las redes sociales una campaña a favor del "no", al considerar que rechazar la nueva Carta Magna habría enviado un mensaje de repudio al sistema socialista aplicado tras la Revolución de 1959 -liderada por Fidel Castro- y vigente hasta la fecha.

La entrada en funcionamiento del servicio de internet por 3G en los teléfonos hace dos meses en Cuba, hasta hace poco uno de los países más desconectados del mundo, dio a quienes estaban en contra del proyecto una visibilidad inusitada hasta ahora en el país.

Novedades de la nueva Carta Magna

A pesar de la abrumadora mayoría del "sí" en el referendo del domingo, es significativo el hecho de que la Constitución no fuera ratificada por más de un 10 % de los votantes y más de un 20 % del electorado, en contraste con anteriores plebiscitos marcados por la casi unanimidad en los votos.

En Cuba no se celebraba un proceso de este tipo desde 1976, cuando se votó la actual Carta Magna, un texto a la medida del entonces mandatario Fidel Castro y de los tiempos de la Guerra Fría que fue refrendado por el 97 % de los votantes, con una abstención del 2 %.

El nuevo texto, cuya promulgación aún no tiene fijada fecha, contiene 229 artículos, 11 títulos, dos disposiciones especiales, 13 transitorias y dos finales.

La Constitución refrendada el domingo mantiene al PCC como "fuerza dirigente superior de la sociedad" y ratifica el comunismo como aspiración, pese a que ese término se había eliminado en el primer borrador de la reforma constitucional. Como novedades reconoce a la propiedad privada, considera la inversión extranjera como necesaria, instituye las figuras del presidente de la República y el primer ministro, y establece un límite de dos mandatos presidenciales consecutivos.