Enlaces accesibilidad

Bubacar Keita gana las presidenciales de Mali pero necesitará una segunda vuelta

  • IBK deberá disputar una segunda vuelta el 12 de agosto con el siguiente candidato más votado, Soumayla Cissé

Por
Un partidario de Ibrahim Bubacar Keita al lado de un cartel del mandatario.
Un partidario de Ibrahim Bubacar Keita al lado de un cartel del mandatario.

El presidente saliente de Mali, Ibrahim Bubacar Keita (conocido como IBK) es el claro vencedor de las elecciones presidenciales del pasado domingo, al haber obtenido un 41,3% de los votos, según los resultados comunicados este jueves por la noche por el ministerio de Administración Territorial.

IBK deberá disputar una segunda vuelta el 12 de agosto con el siguiente candidato más votado, Soumayla Cissé, que ha obtenido por su parte un 17,8% de votos, una cifra mucho menor que la que él mismo vaticinaba y que podría ser contestada por su equipo de campaña.

La tasa de participación ha sido muy baja, pues solo votaron 3,2 millones de malienses, del total de 8,5 millones de electores inscritos, lo que representa un 37 % de participación.

Los resultados suponen un jarro de agua fría para Cissé, máxime cuando desde su entorno se había filtrado que había obtenido más votos que el presidente saliente, aunque todo el mundo daba por hecho que habría una segunda vuelta.

Fotomontaje de Ibrahim Bubacar Keita (i) y Soumayla Cisse (d).

Tanto IBK como Cissé necesitarán ahora el apoyo de los siguientes candidatos en número de votos, principalmente Cheikh Modibo Diarra, con un 7% de sufragios, y Hosseini Amion Guindo, con un 3,8%, mientras que el resto de candidatos no superaron el 2%.

Aunque un buen número de candidatos opositores se dijeron dispuestos en los últimos días a hacer frente común contra IBK, se antoja muy difícil que puedan todos ellos sumar suficientes apoyos como para imponerse al presidente saliente en la segunda vuelta.

Ibrahim Bubacar Keita, de 73 años, fue proclamado presidente en 2013, tras el golpe de estado que derrocó a Amadou Toumani Touré, y durante su mandato se ha rodeado de tecnócratas, pero no ha permitido sacar al país de la violencia y la inestabilidad en la que vive inmerso durante toda la década.