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China probará con los viajes en avión un sistema de "crédito social" que puntúa a los ciudadanos por su comportamiento

  • Se pondrá en marcha de forma experimental el próximo 1 de mayo
  • Utilizará nuevas técnicas de gestión de datos
  • Quienes tengan baja puntuación se les prohibirá usar aviones durante un tiempo

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Dos empleados retiran un cartel publicitario en una exhibición de aviación en el aeropuerto de Shanghai
Las autoridades chinas de aviación publicarán cada mes una 'lista negra' de pasajeros sancionados.

China empezará a probar el próximo 1 de mayo un polémico sistema de "crédito social" en el que pone nota a sus ciudadanos de acuerdo a su comportamiento público o en internet. Ese método, que comienza con carácter experimental, comenzará a aplicarse en el transporte aéreo, ya que las personas con "baja puntuación" tendrán prohibido usar aviones durante un año como máximo.

Este experimento utilizará nuevas técnicas de gestión de datos, según han informado la Administración de Aviación Civil de China y la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma en un comunicado conjunto.

Las autoridades citan nueve comportamientos que contribuirían a que el pasajero tenga un bajo crédito social, entre los que se incluyen la difusión de falsas alarmas en aeropuertos o aviones, el uso de identidades falsas, el transporte de objetos prohibidos o "comportarse de manera amenazante o problemática".

La Aviación Civil nacional elaborará cada mes una "lista negra" con los pasajeros sancionados y el tiempo que les queda de prohibición, datos que podrán ser consultados en la web CreditChina.gov.cn.

El Gobierno chino lleva tiempo analizando la posibilidad de utilizar técnicas de gestión de datos para crear este sistema de "crédito social" en el que cada ciudadano acumulará puntos según su nivel económico, su estatus o hasta sus opiniones en redes sociales.

Este sistema ha disparado las alarmas ante el temor de que conlleve una invasión de la privacidad de los ciudadanos chinos y genere todo tipo de discriminaciones, si se utiliza, por ejemplo, para impedir a las personas con "baja nota" que accedan a empleos de calidad, se matriculen en universidades de prestigio o emigren a ciudades prósperas.

El pasado 16 de abril, la ciudad de Pekín puso en marcha un sistema similar para conceder los permisos de residencia a los no nacidos en ella. "Aquellos con un buen empleo, casas estables en Pekín, un buen nivel educativo o logros en innovación o emprendimiento son los principales candidatos para obtener altas puntuaciones", según explicó la agencia oficial de noticias china.

El objetivo de ese sistema es decidir qué personas llegadas de fuera de la ciudad pueden recibir el "hukou", un permiso de residencia establecido en las ciudades chinas en tiempos de Mao con el fin de frenar el masivo éxodo rural. Sin esa licencia es muy difícil lograr acceso a la sanidad o la educación.