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Premios Goya 2018

Marisa Paredes, Goya de Honor 2018: "Volvería a repetir el discurso del 'no a la guerra'"

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La actriz Marisa Paredes recibe el Goya de Honor en la edición de 2018

"Por fin nos vemos las caras" le ha espetado Marisa Paredes con sorna y cara a cara, valga la redundancia, al 'cabezón', la escultura de Goya que da nombre a los premios de la Academia de Cine, y que se le habían resistido a la veterana actriz hasta ahora.

Marisa Paredes ha sido galardonada este sábado con el Goya de Honor en esta 32 edición del certamen. La Academia del Cine español reconoce así una vida, 71 años, dedicada a la interpretación, con este premio que ha recibido de manos de su hija, la actriz María Isasi y el director Agustí Villaronga.

"La vida de una actriz es como un tiovivo, como la ruleta de la fortuna", ha afirmado Paredes emocionada. La suya comenzó sin vínculos con este mundo tan endogámico, doble mérito además en esos años, pero enseguida la encarriló debutando en 1961 a los 14 años en una comedia, Esta noche no, firmada por López Rubio y dirigida por José Osuna. Y luego siguió y siguió...

"Muchos directores confiaron en mí, y también han tenido la suerte de que yo confiara en ellos", ha rememorado la actriz cuyo talento ganó un lugar privilegiado en el unverso de uno de los grandes del cine español, Pedro Almodóvar. Con él dio vida a Todo sobre mi madre (1999), cinta premiada con el Oscar a la mejor película extranjera en 2000, La piel que habito (2011), o Tacones lejanos (1991).

El discurso del 'no a la guerra'

Marisa Paredes también ha estado al otro lado de esa entrega de premios, a los mandos de la Academia de Cine, cuya presidencia ejerció entre 2000 y 2003. Fue en ese año cuando el mundo del celuloide se levantó para protestar contra la guerra de Irak y contra el apoyo que el Gobierno español dió a la intervención militar.

Este sábado, la actriz con su flamante premio en los brazos ha recordado aquel momento con emoción y ha afirmado con rotundidad: "Volvería a repetir el discurso del 'no a la guerra'". Y seguidamente la ovación del público y la sala en pie.

'Todo sobre mi madre' Oscar en 2000

Una vida de trabajo para definir a una estrella

"¿Cómo definir a una estrella?" ha introducido María Isasi, su hija, la entrega del galardón. "Me ha enseñado a caminar por los escenarios y lo más importante, por la vida", ha agradecido Isasi a la premiada y progenitora.

Por que esto es lo que ha hecho esta mujer de 71 años, caminar por una vida sembrándola de esfuerzos y talento para recoger este fruto, un palmarés de logros. Finalmente, la junta directiva ha decidido premiar su "prolífica y prolongada carrera, trayectoria que mantiene con absoluto vigor, apostando en numerosos trabajos por proyectos cinematográficos nacionales e internacionales definidos por el riesgo y el prestigio".

Paredes, de 71 años, ha recibido por primera vez un Premio Goya, después de haber estado nominada en dos ocasiones anteriores, una como mejor actriz protagonista por La flor de mi secreto, en 1995, y otra como actriz de reparto por Cara de acelga, en 1987.

Marisa Paredes, Goya de Honor 2018

Marisa Paredes, Goya de Honor 2018

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Siempre en el cine, sin haber nacido en el cine

De orígenes humildes y sin relación con el cine, Marisa Paredes Bartolomé nació en Madrid en 1946. Se casó con el director, guionista y productor fallecido recientemente, Antonio Isasi-Isasmendi y es madre de la, también actriz y productora, María Isasi.

Con solo 14 años hizo su debut como actriz en 1961 en la comedia Esta noche tampoco, de López Rubio y dirigida por José Osuna, y 091 Policía al habla, de José María Forqué. Le seguiría una intensa actividad dramática, tanto en la escena como en la televisión, donde representó personajes ideados por Ibsen, Shakespeare, Chejov o Neville en los reconocidos Estudio 1.

Sus primeros papeles en cine fueron en roles secundarios y principalmente en comedias. Carola de día, Carola de noche, de Jaime de Armiñán; La revoltosa, de Juan de Orduña; y El perro, de Antonio Isasi-Isasmendi, fueron algunos de los títulos en los que participó en la década de los sesenta y setenta.

Comienza la década de los ochenta participando en Ópera prima, de Fernando Trueba, y Sus años dorados, de Emillio Martínez Lázaro. A estas cintas siguió su primer trabajo con Pedro Almodóvar, Entre tinieblas. Ya en los noventa pasó a ser actriz fetiche del realizador manchego, con el que volvió a trabajar en Tacones lejanos, La flor de mi secreto, Todo sobre mi madre y La piel que habito.

Tras participar en el primer largometraje de Fernando Trueba, también lo haría en las primeras obras de otros destacados nombres del cine español, como Agustí Villaronga (Tras el cristal) y Felipe Vega (Mientras haya luz). Al mismo tiempo continúa trabajando en los escenarios, con grandes de la escena como Lluís Pasqual.

Marisa Paredes abrazada, por fin, a su Goya, tan hecha y asidua al cine en los momentos de gloria y en los de penurias, encandila a los asistentes que vuelven a ovacionarla. Y ella concluye como empezó, reconciliándose con el merecido premio, y dejando caer, irónica, lo prolongado de la espera hasta este reconocimiento: "Cómo pesa... claro, estoy tan poco acostumbrada...", y se marcha entre los aplausos de sus colegas de profesión.