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La era Trump

EE.UU. renueva sin cambios la norma que permite espiar las comunicaciones digitales de extranjeros

  • La Cámara de Representantes ha dado luz verde y se espera lo mismo en el Senado
  • La ley permite recabar datos digitales de extranjeros sin necesida de orden judicial
  • Algunos congresistas pedían limitarla para impedir que se espíe a estadounidenses
  • Donald Trump ha apoyado, aunque de forma confusa, la renovación del programa

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La sede de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, encargada del espionaje masivo
La sede de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, encargada del espionaje masivo.

La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha aprobado este jueves la renovación por seis años más de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA, en sus siglas en inglés), una controvertida norma que permite a la Agencia de Seguridad Nacional recabar información digital de extranjeros, obviando en la tramitación las peticiones para introducir algunos límites que evitaran el espionaje de ciudadanos estadounidenses.

La propuesta, que ha salido adelante con 265 votos a favor y 164 en contra, culmina un año de debates en el Congreso sobre la renovación de la normativa, que recibió severas críticas por sus implicaciones sobre la privacidad en 2013, cuando se reveló su existencia por las filtraciones del ex agente de la CIA Edward Snowden.

Aunque aún está pendiente que el Senado de su visto bueno, no se esperan trabas ni en la Cámara Alta ni por parte del presidente estadounidense, Donald Trump para completar su renovación.

Así funciona el programa de espionaje masivo de EE.UU.

Mensajes confusos de Trump

Con todo, Trump ha colgado este jueves varios mensajes que han sembrado de confusión al Congreso e incluso han llevado a algunos miembros de la Cámara de Representantes, críticos con la medida, a pedir que se suspendiera su votación.

En un primer momento, el presidente parecía mostrar su rechazo a la ley al deslizar que pudo haber sido utilizada para espiar su campaña electoral en las elecciones presidenciales de 2016.

Sin embargo, minutos después afirmaba que la votación "es sobre tipos malos extranjeros en territorio extranjero". Y subrayaba en un último mensaje: "La necesitamos".

Recabar datos sin orden judicial

Así, la votación de este jueves renueva durante otros seis años, con apenas unos cambios mínimos, la Sección 702 de la FISA, a través de la cual la Agencia Nacional de Seguridad recaba información sin orden judicial sobre las comunicaciones por vía digital de extranjeros fuera de Estados Unidos, incluidas aquellas que puedan mantener con ciudadanos estadounidenses.

Frente a las críticas de quienes denuncian que otorga demasiado poder a la Agencia de Seguridad Nacional sobre la intimidad de los ciudadanos, la Casa Blanca y los servicios de inteligencia consideran esa normativa una herramienta clave en sus labores de espionaje, por lo que habían respaldado su renovación sin modificaciones.

El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, argumentaba antes de la votación que, de no renovarse el programa, no se podría enviar "información a las autoridades para prevenir ataques terroristas" y "las consecuencias son realmente graves".

La Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EEUU utiliza aplicaciones vulnerables, como el juego 'Angry Birds', para acceder a información personal o datos de localización en todo el mundo, según informaron este lunes los diarios The New York Times y The Guardian.

Sin acuerdo para introducir límites

Sin embargo, un grupo de republicanos, encuadrados en el ala liberal del partido, y varios congresistas demócratas habían intentado persuadir a algunos de sus colegas de introducir algunas restricciones y, en concreto, una enmienda que exigiera a la Agencia de Seguridad Nacional o a otras agencias de inteligencia un permiso judicial antes de espiar las comunicaciones en las que estuvieran involucrados ciudadanos estadounidenses.

La propuesta ha caído en saco roto y un senador republicano, Rand Paul, de Kentucky, ha criticado la renovación de la ley al señalar que "ningún estadounidense debería perder su derecho a la privacidad".

En cualquier caso, la votación de este jueves supone un considerable revés para los defensores de la privacidad y de las libertades civiles, que hace solo dos años celebraban la aprobación de una ley que suspendía el registro a escala masiva de llamadas telefónicas por parte de la Agencia de Seguridad Nacional, otro programa secreto desvelado por Snowden.