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Mueren al menos 48 personas tras despeñarse un autobús por un acantilado en Perú

  • El vehículo siniestrado, con 59 personas a bordo, ha chocado con un tráiler
  • Ha caído por un acantilado de 160 metros de altura en Pasamayo (Lima)
  • Cubría la ruta entre la ciudad norteña de Huaura y la capital del país

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Mueren 48 personas tras despeñarse un autobús por un acantilado en Perú

La caída de un ómnibus de pasajeros a un acantilado, al norte de Lima, ha dejado hasta el momento 48 muertos y seis heridos, según el último informe de la Policía Nacional del Perú. En el vehículo viajaban 57 pasajeros, el conductor y una tripulante.

El jefe de la Policía en la ciudad de Huaral, Hernán Valdivieso, ha precisado que han podido contabilizar 48 fallecidos, 14 de los cuales han sido enviados a la morgue de esa localidad, donde ocurrió el accidente del autobús de la empresa San Martín.

Los servicios de emergencia han trabajado todo el día en el rescate de los supervivientes y la ubicación de los fallecidos entre los hierros retorcidos, antes de que la marea cubra el vehículo.

Un rescate complicado

El jefe de informaciones de los bomberos, comandante Lewis Mejía, ha explicado a Efe que 12 de los cadáveres "han sido colocados en una zona segura" para proseguir con su evacuación al día siguiente.

Los primeros datos sacados del GPS de los vehículos señalan como causa del siniestro el exceso de velocidad.

Mejía ha agregado que el resto de cuerpos permanecen dentro del vehículo siniestrado y que serán retirados cuando se reanuden las labores de los bomberos.

Por su parte, la directora del Hospital Alcides Carrión del Callao, María Elena Aguilar, donde han quedado internados cuatro de los heridos, ha manifestado que los pacientes tienen múltiples fracturas, están estabilizados y a la espera de ser operados en las próximas horas.

Otro superviviente ha sido trasladado al hospital Sabogal y el sexto herido está internado en un centro médico de Chancay.

La curva del diablo

El accidente se ha producido en la carretera Panamericana Norte, a unos 45 kilómetros de Lima, en una zona conocida como "La curva del diablo" del serpentín de Pasamayo, que recorre un acantilado sobre el océano Pacífico.

Ese lugar ha sido escenario de incontables accidentes de tráfico en los últimos años dado que es una carretera con mucha circulación de vehículos pesados, en un camino sinuoso, de curvas cerradas y cubierto de neblina por la cercanía al mar.

De acuerdo al jefe de la Policía de Carreteras, Dino Escudero, el autobús salió de la ciudad norteña de Huaura rumbo a Lima con 59 personas a bordo y se precipitó al acantilado tras chocar con un tráiler que "ya ha sido detenido en el lugar". El vehículo ha quedado de cabeza a la orilla del mar en una zona "completamente inaccesible".

El ministro de Transportes, Bruno Giuffra, ha informado de que los primeros datos sacados del GPS de los vehículos señalan como causa del siniestro el exceso de velocidad. Según cifras de la Policía, citadas por la prensa, al menos ocho personas mueren a diario en Perú por accidentes de tráfico.

Solidaridad con las víctimas

Por su parte, el presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, ha manifestado, en su cuenta de Twitter, que "es muy doloroso para nosotros como país, sufrir un accidente de esta magnitud". El mandatario expresa su "solidaridad profunda con el dolor de los familiares", y añade que ha dispuesto "todo el apoyo inmediato para el rescate de las víctimas".

Para facilitar el trabajo de los servicios de rescate, la empresa concesionaria Norvial ha dispuesto el cierre temporal en el serpentín de Pasamayo, entre los kilómetros 44 y 75 de la carretera Panamericana Norte, y se ha desviado el tránsito a una vía alterna.

Las cuadrillas de los bomberos voluntarios, la Policía Nacional, la Marina de Guerra y del Ministerio de Salud realizaron las operaciones de rescate de las víctimas con alrededor de 16 ambulancias y vehículos de emergencia.

El vicecomandante general del cuerpo de bomberos, Larry Lynch, ha explicado a Efe que 150 bomberos trabajan en esta zona que es "completamente inaccesible", razón por la cual utilizan sogas para subir los cuerpos, uno por uno, cada 20 minutos.