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La UE convierte los derechos sociales en su cuarto pilar para plantar cara al creciente euroescepticismo

  • Los gobernantes reconocen que "hay que hacer más" en el desarrollo social
  • No serán obligatorios, pero Bruselas revisará su cumplimiento en las recomendaciones anuales
  • En 2016, uno de cada ocho trabajadores europeos vivía en la pobreza

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El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, junto a otros líderes europeos en la Cumbre Social de Gotemburgo
El nuevo pilar de derechos sociales de la UE no será de obligado cumplimiento, pero se tendrá en cuenta en las recomendaciones anuales por países de Bruselas.

Una lista de 20 derechos sociales cuyo cumplimiento sea prioritario para la Unión Europea y todos sus países miembros. Ésa es la vía elegida por los líderes europeos para tratar de acercar de nuevo la UE a sus ciudadanos y luchar así contra los movimientos populistas y euroescépticos que renacen con fuerza en todos los países de la UE.

Derechos como el de igualdad de acceso al trabajo, condiciones laborales y salarios justos, igualdad de oportunidades laborales para hombre y mujeres, ayudas al desempleo y formación continua aparecen en esa nueva carta europea que busca recuperar los valores fundacionales de la UE y garantizar lo que ha sido durante mucho tiempo su seña de identidad: los Estados del bienestar más desarrollados del mundo.

Según como se ha elaborado el nuevo pilar, la UE no podrá obligar a los países a que cumplan con esos derechos, pero sí se considerarán como un marco común europeo que la Comisión Europea tendrá en cuenta a la hora de realizar sus recomendaciones anuales a cada uno de los Estados, en un intento de que la situación social de cada país y los esfuerzos realizados por cada Gobierno para mejorarla queden en evidencia.

"Hay que hacer más que hasta ahora"

Los gobernantes europeos reconocen que “hay que hacer más” que hasta ahora para desarrollar esa dimensión social tras una crisis económica que ha arrasado con la calidad de vida de muchos ciudadanos. Como muestra vale el último informe sobre empleo y desarrollo social publicado por la Comisión Europea, que puso de manifesto que uno de cada ocho trabajadores de la UE vivían en 2016 en la pobreza.

Para subrayar su compromiso, han otorgado a esa lista la categoría de “pilar europeo”, poniéndola al mismo nivel que la política comunitaria (el primer pilar, que incluye el grueso de la acción del bloque: mercado común, competencia, agricultura y pesca, derechos de ciudadanía europea, unión económica y monetaria, educación y cultura, derechos del consumidor, etc.), la política exterior y de seguridad (segundo pilar) y la cooperación policial y judicial (tercer pilar).

Los 28 países refrendan este viernes el nacimiento del nuevo pilar en una cumbre extraordinaria que se celebra en la ciudad sueca de Gotemburgo, donde participan 25 jefes de Estado y de Gobierno, con la notable ausencia de Angela Merkel, inmersa en las negociaciones para crear un nuevo Gobierno en Alemania.

“Esta cumbre tiene mucho que ver con la identidad de la Unión Europea que está surgiendo después de la llamada de atención del Brexit”, ha explicado a Reuters un funcionario europeo implicado en la preparación de esta cita, que también destaca que “se trata de acercar la UE a los ciudadanos. No se busca tener más Europa, sino tener una Europa mejor”.

Igualdad y calidad en trabajo y formación

Según recoge el nuevo pilar, todos los ciudadanos tienen derecho a una educación de calidad a lo largo de toda su vida, y los hombres y las mujeres deben tener igualdad de oportunidades en todas las áreas y recibir igual salario por el mismo trabajo (según el último Plan de Acción contra la Brecha Salarial de la Comisión Europea, las mujeres en la UE trabajan 'gratis' los dos últimos meses del año debido a las diferencias salariales con los hombres).

Además se establece que todos los parados tienen derecho a “un apoyo consistente, continuo y personalizado” y que todos los trabajadores deben beneficiarse de “salarios justos que les proporcionen un nivel de vida decente”. Para eso, se advierte, “se asegurará un salario mínimo adecuado para garantizar las necesidades del trabajador y su familia, teniendo en cuenta las condiciones económicas y sociales de cada país”.

En la parte de agentes sociales, tanto sindicatos como patronales europeas respaldan también el documento porque consideran que debe mejorarse la cohesión económica y social dentro de la UE.

“Se necesita un esfuerzo especial para mejorar el funcionamiento de nuestros mercados laborales, en particular, para dar a nuestros jóvenes la perspectiva de un futuro claro”, destacan las organizaciones sindicales y empresariales en un comunicado conjunto difundido al inicio de la cumbre de Gotemburgo.